Las múltiples caras del Huracán Matthew

Jorge Robles

Jorge Robles

Cuando el nombre de un huracán es retirado de la lista oficial de la OMM es que se llegó a convertir en un auténtico monstruo. Y Matthew ha sido intenso y devastador.

Y aunque esa fuerza e intensidad de Matthew nos infunde cierta admiración, al menos a los que nos gustan estos temas, no podemos dejar de lado la cara trágica que ha mostrado este huracán que ha sido el más fuerte registrado en los últimos 10 años en el Atlántico. Matthew ha golpeado especialmente a un país como Haiti que aún se estaba intentando recuperar del terremoto de 2010. Por eso al final de este post incluyo enlaces a algunas de las asociaciones, ong´s y organismos que están llevando a cabo la recogida de ayuda humanitaria con destino a Haiti.

Pero ahora vamos a intentar conocer algo más a Matthew, o más bien “reconocerlo” mejor. Y es que sí nuestro castellanizado Mateo dispusiese de un smartphone seguramente no hubiese podido resistirse a la moda de los selfies y es muy probable que utilizase alguna aplicación en la que se puede incorporar algún tipo de filtro a las fotos. Así en este post vamos a ver y a interpretar algunas de las imágenes que han salpicado los medios de comunicación durante la primera decena de octubre (2016), y otras imágenes bastante menos habituales.

Hay que tener en cuenta además que Matthew ha llegado a presentar un diámetro superior a los 400 km, de modo que prácticamente la única forma de captarlo entero es a través de los satélites, que juegan el papel de “palo-selfie” en este post.

Aunque si es cierto que las mejores fotos, o al menos las más “naturales”, han sido tomadas desde la Estación Espacial Internacional (ISS)

Matthew desde la Estación Espacial Internacional (ISS)

Otra foto con poco maquillaje es la imagen visible, en este caso del Goes-13. Bastante realista, esta imagen originalmente nos llega en blanco y negro, aunque es habitual que se superponga a un fondo coloreado para distinguir tierra y mar.

 Distintas imágenes visibles de Matthew tomadas por el Goes-13 el 4 Octubre 2016

Pero el problema de trabajar con el espectro visible es que por la noche no podemos ver a Matthew, por lo que es más habitual es utilizar imágenes del infrarrojo que nos permiten ver, entre otras cosas, las acciones nocturnas de Matthew. Estas imágenes infrarrojas nos llegan también en blanco y negro o, mejor dicho, en un escala de tonos grises. Realmente estas imágenes están midiendo la temperatura de la última capa de nubes existente, a tonos más blancos y brillantes corresponden temperaturas más bajas, mientras que los grises más obscuros indican temperaturas más elevadas. Esta escala “térmica” nos permite identificar la altura de la cima de la nube y por tanto intuir el desarrollo vertical de la misma y estimar (o temer) la cantidad de lluvia que puede llegar a descargar. Matthew se muestra impresionante desde el infrarrojo.

Goes-13. Imagen infrarroja del 2 de Octubre 2016

Pero todos hemos visto imágenes de Matthew relleno de llamativos colorines. Esto es posible porque podemos asignar a cada tono de grises (léase intervalo de temperatura) un color concreto que realce la altura de la nube. Lo que es menos habitual es incluir la escala en las imágenes emitidas en los medios. Pero en la siguiente imagen infrarroja de Matthew, coloreada según una escala que va desde los 25º a los -80º, descubrimos como alguna zonas cercanas al ojo del huracán se tiñen de un azul muy obscuro, saliéndose de la escala. La cima de estas nubes se encontraba a unos 12 km.

Imagen infrarroja térmica del Cópernico Sentinel (ESA). 7 Octubre 2016

Pero esta vez, la escala de temperaturas y los colores utilizados, han generado una imagen Matthew-Calavera que se ha hecho viral. Yo me quedo con que es una casualidad … o gran habilidad de un técnico asignando de colores. Parece que la temperatura del tope de nubes asignada se quedó corta y por eso aparecen los tétricos grises y negros.

 Matthew-Calavera. 4 Octubre 2016

Otro de los selfies más impactantes de Matthew son las imágenes de radar meteorológico que nos muestran de un vistazo la intensidad y la distribución instantánea de la precipitación. Sí además incluimos estas fotos en una secuencia también descubrimos hacia donde se dirigen las lluvias.

Matthew a través de un radar meteorológico a su paso por Florida el 7 de Octubre 2016

Pero quizás la imagen más novedosa de Matthew sea su representación en 3D, proporcionada por la misión GPM (Global Precipitaction Measurement) que lleva a cabo la Nasa en colaboración con la JAXA (agencia espacial japonesa). Estas representaciones nos permite una mejor comprensión de la estructura de los huracanes. En la imagen de Matthew correspondiente al 2 de octubre se distinguen torres de lluvia al este del ojo del huracán que alcanzan una altura de 16 kilómetros y con una pluviosidad estimada de cerca de 150 mm/h. Matthew aún no había llegado a Haiti.

 Matthew en 3D. Misión GPM (Nasa/Jaxa). 2 octubre 2016

Otra representación curiosa de Matthew la encontramos estudiando el viento que circula a su alrededor a distintas alturas de la atmósfera. En superficie descubrimos vientos intensos y muy concentrados alrededor de su ojo, mientras que al ascender en la atmósfera la circulación es más “abierta” y presenta cierta cizalla (el centro de Matthew se encuentra desplazado hacia el noroeste) que le hacen incluso más intenso.

Circulación de viento alrededor de Matthew a diversas alturas de la atmósfera. 4 octubre 2016. Fuente: “earth.nullschool.net”

Fundamental las imágenes de su trayectoria.

Trayectoria de Matthew

También resulta interesante el siguiente selfie que muestra como los sedimentos inundan las costas de Carolina tras ser barrida por fuertes lluvias de Matthew.

 Sedimentos en Las Carolinas. Satélite Modis-Nasa (9 octubre 2016)

Y bastante curiosa resulta encontrar una aplicación de aviación civil que nos enseña el único avión que es capaz de sobrevolar a Matthew. Por supuesto se trata de una misión de reconocimiento de la Nasa.

El único avión que sobrevuela Matthew. 6 Octubre 2016

Matthew el huracán de las mil caras.