Los días pasarán a tener 25 horas (y no 24): ¿a partir de cuándo?

Desde su formación, la Tierra está frenando su velocidad de rotación, por lo que, lentamente, los días son cada vez más largos. En la actualidad, sabemos que los días tienen 24 horas y, naturalmente, en el futuro, tendrán 25 horas. Aunque no es tan simple como pudiéramos imaginar…

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

Desde su formación, la Tierra está frenando su velocidad de rotación, por lo que, lentamente, los días son cada vez más largos. En la actualidad, sabemos que los días tienen 24 horas y, naturalmente, en el futuro, tendrán 25 horas. Aunque no es tan simple como pudiéramos imaginar.

Hasta hace poco, los días se han estado… ¡acortando!

Si pensamos en que, desde su formación, la Tierra rota cada vez más lentamente, no resulta ninguna sorpresa pensar que llegará un momento en el que los días tengan 25 horas (y 26, 27, etc.). Pero las cosas cambian si nos fijamos en los últimos años.

Porque resulta que, durante un tiempo, la Tierra ha estado acelerando su rotación y los días han estado acortándose. Naturalmente, hablamos siempre de márgenes pequeñísimos, inferiores a un segundo y totalmente imperceptibles para un ser humano.

En 2023, por primera vez en los últimos siete años, la duración del día volvió a aumentar. No sólo eso, hay predicciones que apuntan a que en marzo de 2025 podría tener lugar el primer día más largo desde marzo de 2019.

En 2024, con la Tierra decelerando de nuevo, los días ya son más largos que cualquier día transcurrido desde que terminase 2019. La diferencia, en cualquier caso, es siempre de milisegundos. Por lo que podríamos pensar que no hay que darle mucha importancia.

En el día a día de un ser humano, esto es completamente cierto. En el día a día de alguna de nuestras tecnologías, resulta que es un poco más complejo. Esos milisegundos de más (o de menos), provocan que algunos sistemas puedan desajustarse.

El caso más popular, sin duda, es el de los satélites GPS, que dependen de mediciones del tiempo muy precisas para poder darnos nuestra posición con precisión. Todo esto desemboca en lo que conocemos como segundos intercalares.

25 horas
Fuente imagen: Pixabay

El «drama» de los segundos intercalares

A lo largo de los años, en algunas ocasiones, hemos añadido un segundo extra al día para mantener los sistemas de medición del tiempo en consonancia con lo que el planeta tarda en rotar sobre sí mismo. En principio, era una solución elegante.

Pero en los últimos años, el aumento de la velocidad de rotación había provocado que se empezase a plantear la necesidad de tener que recortar alguno de los días en un segundo. Algo que no se había planteado y que podría tener consecuencias imprevistas.

A fin de cuentas, no todos los sistemas tienen por qué reaccionar bien a que, de repente, una hora tenga un segundo menos de lo que debería. La ralentización de la rotación terrestre es una buena noticia, para los responsables, porque no habrá que enfrentarse a este escenario.

A largo plazo, en cualquier caso, la tendencia es más que evidente. La Tierra rota cada vez más lentamente. Es una consecuencia de la interacción gravitacional con la Luna. Nuestro satélite le arrebata energía de rotación al planeta para, a cambio, alejarse de nosotros.

Es decir, en el pasado, la Tierra rotaba más rápidamente y los días eran más cortos. En el futuro, los días serán cada vez más largos, pero a un ritmo que es muy lento y que, no podemos percibir en la escala de una vida humana.

A corto plazo, sin embargo, ese comportamiento de la rotación de la Tierra no es tan lineal, por diferentes factores (como el impacto del calentamiento global, por el derretimiento del hielo polar, por poner un ejemplo de qué factores pueden influir).

Nuestro satélite le arrebata energía de rotación a la Tierra para, a cambio, alejarse de nosotros. Fuente imagen: Pixabay

Pasarán millones de años hasta que tengamos días de 25 horas

Seguramente, muchos de nosotros podríamos aprovechar un día de 25 horas… pero no llegarán hasta dentro de unos 200 millones de años. Al menos, eso es lo que se suele estimar. En el pasado, hace apenas entre 1.000 y 2.000 millones de años, los días duraban unas 19 horas.

Ese futuro lejano, en realidad, implica que quizá el ser humano ni siquiera esté en la Tierra para vivir días de 25 horas. A fin de cuentas, 200 millones de años es una escala de tiempo muy superior a la transcurrida desde que apareciese nuestra civilización.

No sabemos si las civilizaciones pueden sobrevivir durante cientos de millones de años. Desde luego, si lo consiguiésemos, es muy tentador dejar volar la imaginación y pensar cómo podría ser esa civilización. ¿Estarán presentes solo en el Sistema Solar, o poblarán otros lugares de la galaxia?

Sea como fuere, los días de 24 horas están aquí para quedarse y no tenemos más remedio que conformarnos. Por cierto, respecto a los segundos intercalares, el último se añadió en 2016 y de momento no hay planes de añadir ninguno más.

De hecho, se ha empezado a sugerir que el concepto quizá deba ser abandonado para, en una escala de tiempo más grande, añadir minutos intercalares, en lugar de segundos cada pocos años. Si bien sólo es una idea que, por ahora, está en una fase muy preliminar.

En 2022, llegamos a tener un día que fue 1,59 milisegundos más corto que 24 horas. En 2023, la diferencia se había reducido hasta apenas 0,08 milisegundos y, en 2024, volveremos a entrar en días que tendrán más de 24 horas y una pequeña fracción de un milisegundo adicional.