La naturaleza, otra ‘baja’ de la guerra de Ucrania

El patrimonio natural de Ucrania se ha visto igualmente envuelto en la guerra y sufre sus consecuencias.

Clara Navío

Clara Navío

El dolor y sufrimiento humanos provocados por la guerra en Ucrania siempre van a estar en primer plano. Pero, un año y dos meses desde que comenzara la invasión por las tropas enviadas por Putin, en el balance de daños hay que incluir también al medio ambiente.

El patrimonio natural de Ucrania se ha visto igualmente envuelto en la guerra y sufre sus consecuencias. A los primeros efectos de contaminación de aire, suelos y agua producidos por los materiales tóxicos emanados de las instalaciones industriales y los depósitos de combustibles y bombardeados, se van sumando los daños a espacios naturales.

Bosques, marismas, humedales, ríos, acuíferos y parques naturales y nacionales, están sufriendo también las consecuencias del conflicto. Daños al paisaje y a las especies, flora y fauna que habitan esos hábitats, incendios forestales… Todos forman parte de lo que podría ser considerado una segunda ola de destrucción. La del patrimonio natural del país.

La importante biodiversidad de Ucrania

Aproximadamente el 10% del territorio ucraniano goza de alguna fórmula de protección y forma parte de la Red Esmeralda. Es ta es la red de zonas protegidas más completa del mundo. También comprende una zona de toda la Red Natura 2000 europea. Cabe destacar que la Red Natura incluye las de países europeos que no forman parte de la Unión, como es el caso de Ucrania.

Igualmente, algunos de sus territorios son Reservas de la Biosfera de la UNESCO. El país alberga el 35% de la biodiversidad de Europa. Cuenta con cifras importantes de especies endémicas de flora y fauna.

Una parte de estos espacios naturales están situados en el entorno de las líneas de combate o lo han estado en algún momento de la guerra. Algunos, incluso, están en territorio actualmente bajo dominio ruso. ¿Cuál es el estado de estos lugares? De los que están del lado invadido por Rusia, poco se sabe con certeza sobre las pérdidas ambientales.

El mapa de la destrucción medioambiental de Ucrania

Una organización ambiental ucraniana, Ecoaction (y en colaboración con Greenpeace), ha seguido la evolución de los territorios afectados por la guerra. Una vez realizado el seguimiento, han elaborado un mapa de daños ambientales causados por el conflicto y que recoge más de 900 registros.

Desde el 1 de marzo de 2022 el territorio donde se libran combates representa casi un tercio de las áreas protegidas de Ucrania.
Fuente imagen: Pixabay

En lo que se refiere a espacios naturales, según las estimaciones de ambas organizaciones actualmente 1,24 millones de hectáreas de reservas naturales en todo el país han sufrido daños tangibles y severos. Tres millones de hectáreas de bosques han sufrido el impacto directo de la guerra y, ahora, unas 450.000 están en zona ocupada o de combate.

Por su parte, el Ministerio de Ecología y Recursos Naturales de Ucrania, estima que a partir del 1 de marzo de 2022 el territorio donde se libran combates representa casi un tercio de las áreas protegidas de Ucrania.

Es fácil comprender, por tanto, que la vida silvestre se haya visto muy alterada por esta situación. En el caso de los árboles y la flora, por los incendios, por el trasiego de tropas y vehículos pesados. Estos últimos aplastan los matorrales y otras plantas.

Por su parte, los animales, o mueren, o intentar escapar. Pero también puede estar en riesgo su reproducción por el estrés que les causa el desastre que se vive en su entorno.

Las aves migratorias, sin rumbo

Un ejemplo claro en cuanto a fauna es el de las aves migratorias. La mayoría de las rutas migratorias ahora están ubicadas sobre las zonas de guerra. Puede ser molesto para las aves y causar agotamiento por cambiar de ruta o perder lugares de descanso, así como muertes directas por disparos y bombardeos.

Al principio de la guerra, Ecoaction constataba que la mayoría de las rutas de las aves migratorias que pasan por Ucrania atravesaban zonas de guerra. Fuente imagen: Pixabay

Ya al principio de la guerra, Ecoaction constataba que la mayoría de las rutas de las aves migratorias que pasan por Ucrania atravesaban zonas de guerra, y en ellas se sitúan también las áreas de descanso nidificación y cría de gansos, patos, grullas, charranes y un largo etcétera.

Los espacios naturales afectados

En este año largo de guerra, lugares como el Donbás, Jersón, Bajmut, Jarkjov, Zapoiriya se han ido haciendo (tristemente) familiares. Y en algunos de ellos se encuentran espacios naturales ucranianos especialmente valiosos y sensibles. De hecho, en el Donbás, tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, muchos lugares naturales sensibles se encuentran ahora atrapados en el conflicto.

El Parque Nacional de las Montañas Sagradas, Sviati Hora, situado en esa región, es un lugar de especial importancia natural. Pero también es un punto relevante en cuanto a lo cultural y espiritual para este país. Lo que hacen especial sus formaciones geológicas y sus bosques, que lo cubren prácticamente por completo.

El entorno acoge, al menos, 20 especies endémicas de flora, además de gran cantidad y variedad de aves, reptiles, peces y mamíferos. Pues bien, en este parque ha habido importantes incendios forestales a consecuencia de bombardeos.

Estos episodios hacen temer a los expertos que el impacto sufrido por este parque se sienta durante mucho tiempo. Creen incluso que, probablemente, nunca recupere su estado anterior al inicio de la guerra. Pero, hasta que no acabe el conflicto armado, no será fácil saber el estado real de ese parque nacional.

El mapa interactivo elaborado por Ecoaction y Greenpeace aporta imágenes y explicaciones sobre características y los daños sufridos por los puntos recogidos en él. La mayoría corresponden a instalaciones industriales de diferentes tipos, pero, obviamente, también figuran los detalles sobre espacios naturales.

Es el caso de Kinburn Spit, que describen así: «una zona protegida única en el sur de Ucrania. Actualmente ocupada por tropas rusas, sufre incendios que los ocupantes prohíben apagar. El año pasado esos incendios destruyeron 1.640 hectáreas de plantaciones en el Parque Natural Nacional Biloberezhzhya Sviatoslava. También ardieron y 200 hectáreas en el Parque Paisajístico Regional Península de Kinburn

«La existencia de este ecosistema se ve amenazada no sólo por los incendios. Es el hábitat de 415 especies raras de animales, 166 de las cuales figuran en el Libro Rojo de Ucrania. También crecen allí 47 especies raras de plantas, setas y líquenes.» Así lo explican desde Ecoaction.

«Decenas de especies de aves se reproducen aquí, entre ellas algunas raras como el pelícano rosado. Además, sólo aquí se pueden encontrar un espécimen de hormigas y dos especies de algas» resumen desde ambas organizaciones.

El Mar Negro, otra reserva de la Biosfera damnificada

Otro lugar natural especialmente relevante de Ucrania es la Reserva de la Biosfera del Mar Negro, situada en el entorno de Jersón. Con especies endémicas y humedales en los que crían aves, estuvo en el plena zona de combate en el inicio de la guerra.

Fuente imagen: Pixabay

Durante esta etapa sufrió incendios muy importantes que, a buen seguro, destruyeron hábitats sensibles. Además, en sus costas se detectaron numerosos delfines muertos. Su muerte se produjo a causa de las minas o porque su sistema de localización se alteró a causa del sónar de los buques de guerra.

En la provincia de Jarkov está el embalse del río Oskil, centro de un importante parque natural. A causa de una explosión en las compuertas de la presa, se liberó agua que inundó el pueblo. Aunque no hubo víctimas entre sus habitantes, la destrucción del embalse dejó los fondos al descubierto. Murieron casi 2 millones de peces, la flora y la fauna acuáticas quedaron destruidas.

La estimación es que sólo los daños al parque paisajístico ascendieron a casi 90 millones de euros. Sin embargo, es imposible calcular completamente todos los daños ya que parte del territorio sigue minado.

Una situación con difícil solución

Estos son sólo algunos ejemplos de cómo la guerra provoca desastres que perdurarán en el tiempo más el propio conflicto. Porque, mientras los enfrentamientos continúen, los impactos ambientales también continuarán, de manera que será imposible evaluar las pérdidas hasta que terminen.

En algunas lugares de Ucrania quizá los niveles de daño hagan muy difícil o caro restaurarlos. En estos casos, se dejaría a la propia Naturaleza la tarea de recuperarse. Fuente imagen: Pixabay

Será entonces cuando, quizá, pueda comenzar la recuperación de todos esos valiosos espacios naturales. Tal y como han declarado expertos de Ecoaction «quizá en algunas zonas, haya que establecer zonas protegidas (al estilo de la zona de exclusión de Chernóbil). La principal causa es que la contaminación del suelo y del agua harán imposible vivir allí».

En otros lugares, quizá los niveles de daño hagan muy difícil o caro restaurarlos. En estos casos, se dejaría a la propia Naturaleza la tarea de recuperarse. Lo que es seguro es que cualquiera de las dos vías requerirá tiempo. Y es que los tiempos de la naturaleza son bastante más sosegados que los humanos.