Fotos

charra, para culminar frente a la ciudad que no presta, aquello que la naturaleza no da: “Quod natura non dat, Salmantica non praestat” En una última jornada uniremos la espectacular plaza mayor de Salamanca, con la de Zamora, donde daremos por terminada nuestra particular aventura con una última comida junto al padre Duero. Permitidme poner fin a este reportaje con una foto singular. Eso que veréis en la última imagen es un cuenco de corcho, que nosotros utilizamos durante toda nuestra ruta como ensaladera, donde hacíamos nuestras buenas ensaladas de tomate acompañado de otras verduras. Hoy día la seguimos guardando con mucho cariño y nos acompaña en las comidas del grupo. Y es que esa ensaladera de corcho, hecha de una pieza de un nudo de un árbol, sin tratamiento alguno, fue un regalo que un tal “Ferreras” muy amablemente nos hizo a nuestro paso por la localidad de Almaden de la Plata. Desde aquí nuestro recuerdo y nuestro cariño a este buen hombre. Una de esas muchas gentes que a lo largo de este camino se asoman para ver pasar a los viajeros, asistirles en sus problemas logísticos o simplemente ofrecerles un rato de agradable charla, que como ya sabéis, cuando uno está fuera de casa, siempre son de mucho agradecer. Desde aquí mi reconocimiento y mis mejores deseos para todos ellos, así como a tod@s los que os habéis asomado a este humilde reportaje, que solo pretendía aportar un pequeño grano de arena en esa tarea de dar a conocer las maravillas que existen por toda la geografía de nuestro país. Hasta pronto.-