10 tips para evitar que entre la lluvia en casa cuando llueve

Consejos para evitar que las precipitaciones afecten a tu hogar y causen daños en la estructura y mobiliario.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las precipitaciones intensas son un fenómeno (relativamente) habitual en distintas partes de España y en distintas épocas del año. A veces, pueden llegar a causar importantes daños.

Las inundaciones y la fuerza de las aguas de escorrentía provocan numerosos desperfectos. Ya sea en infraestructuras, mobiliario urbano, vehículos o incluso en comunidades y viviendas. 

Estos son 10 tips para evitar que entre la lluvia en casa cuando llueve. Reduciendo las posibilidades de que las fuertes precipitaciones afecten a tu hogar y causen daños en la estructura y mobiliario de la vivienda.  

Consejos para evitar que la lluvia entre en casa

  • Analizar los puntos de la casa más expuestos a la lluvia 

El primer aspecto a tener en cuenta es detectar cuales son las zonas más expuestas de la vivienda. Por norma general, estancias como terrazas, balcones, patios y tejados son puntos en los que la lluvia afecta de una manera más directa. 

Se recomienda realizar una supervisión frecuente de su estado. Sobre todo, para analizar si hay grietas u otro tipo de desperfecto que pueda perjudicar su estructura normal e incluso facilitar las filtraciones de agua. 

  • Mantener en buenas condiciones los canalones, sumideros y arquetas de casa

Otro factor fundamental para evitar que la lluvia entre en casa es el mantenimiento adecuado de elementos básicos pero, a su vez, importantes. Estos son: canalones de los tejados, sumideros de las terrazas o arquetas y sifones de los patios. 

Debido a la función que cumplen, suelen acumular hojas, polvo, tierra o suciedad, y dificultan la circulación y canalización del agua de la lluvia. Una situación muy habitual que genera atascos y pequeñas inundaciones en los hogares. 

  • Sellar y aislar las ventanas para la lluvia

Las ventanas son otro punto crítico de las viviendas ante los días de lluvia. Aspectos tan sencillos como un carril de la ventana limpio que permita cerrarla adecuadamente evita la entrada de agua en el hogar. 

Además, las ventanas tienen ciertas piezas que, con el paso del tiempo, se deterioran y deben ser sustituidos. El ejemplo más significativo son las siliconas, que aíslan las ventanas y las juntas entre el cristal y el marco. Su papel fundamental es para tapar las ventanas y evitar que entre agua en el hogar. 

  • Preparar las puertas ante la lluvia

Para evitar que entre agua por la puerta, se pueden instalar burletes anti-agua o un cubre-puertas para la lluvia. Pueden colocarse, prácticamente, en cualquier puerta.

Aún así, lo óptimo es hacerlo en aquellas puertas que dan acceso a las zonas exteriores más expuestas. Por ejemplo, las puertas de los patios, las de las terrazas o las de los balcones. 

Como norma general, estos burletes suelen ser autoadhesivos y de una medida estándar. También pueden encontrarse algunos de silicona en formato rollo para cortar e instalar en función de las medidas de cada puerta.

  • Limpieza constante de las zonas más expuestas 

Otro sencillo consejo para evitar que la lluvia entre en casa es, simplemente, mantener la limpieza de las áreas exteriores de la casa. Tanto las terrazas, los balcones, como los patios (al estar expuestos y al aire libre) sufren las inclemencias del tiempo.

Al acumular mucha tierra y, sin un mantenimiento correcto, puede llegar a crecer algún tipo de planta o vegetación no deseada. Es decir, un mal mantenimiento puede ser la causa de filtraciones y acumulaciones de agua y humedad que afecten a la vivienda. 

  • Realizar un aislamiento de la fachada ante la humedad

En lo que respecta a la fachada de la vivienda, se recomienda realizar un buen aislamiento ante la humedad y la lluvia. Permite que las precitaciones no se filtren por la pared exterior de la vivienda.

En el mercado existen diferentes tipos de aislamiento de fachadas. Todo ello, en función de las características y necesidades de cada vivienda. Desde pinturas impermeables de fácil aplicación, hasta cubiertas aislantes, cementos especiales o telas asfálticas. 

  • Impermeabilizar los puntos más húmedos del hogar 

Por su parte, en el interior de la vivienda también hay que tener identificadas las zonas más húmedas. También aquellos puntos mucho más susceptibles de inundarse, sufrir problemas de humedad y de filtraciones.

Un ejemplo claro son los marcos de las ventanas, los de las puertas, las esquinas de los tejados o los zócalos exteriores.

Al tener las zonas identificadas, se pueden llevar a cabo acciones necesarias para evitar la entrada de la lluvia en una vivienda. Las más comunes suelen ser el uso de pinturas aislantes, saneamientos y pequeñas obras destinadas a sellar grietas.

  • Podar la vegetación cercana a la vivienda 

Este no es un consejo que contribuya a evitar que la lluvia entre en casa de forma directa. Aún así, la poda de la vegetación y plantas que estén cerca de la vivienda es un aspecto prioritario. Los árboles suelen generar restos vegetales como hojas, trozos de ramas o corteza. Al caer estas al suelo, atascan los elementos de desagüe, como los sumideros o sifones. 

Para reducir las posibilidades de este inconveniente, lo lógico es realizar una poda de este tipo de vegetación. Además de un mantenimiento periódico de las plantas.  

  • Prestar atención a los elementos que pueda afectar una tormenta 

Las lluvias intensas suelen ir acompañadas de vientos fuertes. Un fenómeno que puede resultar incluso más peligroso que el agua, especialmente en cuanto a los elementos exteriores de la vivienda. 

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Fuente imagen: Pixabay

Las tejas, las antenas o las barandillas pueden ser arrastradas y derribadas por el viento. Produciendo daños en la estructura y aislamiento de la vivienda, con una posterior filtración del agua. En los casos más graves, pueden ocasionar daños importantes en a la vía pública o herir a personas. 

Para evitar esto, se debe prestar especial atención a los elementos que puedan caerse por una tormenta. Sobre todo, revisarlos, fijarlos y asegurarlos antes de que se produzcan este tipo de fenómenos. 

  • En caso de humedad, realizar una ventilación frecuente 

Si, a pesar de tomar todas estas medidas, la humedad y el agua de lluvia llegan a afectar a la vivienda, lo más efectivo es retirar el agua de forma mecánica o manual. Se puede hacer con cepillos, trapos o cubos. En función del volumen de agua que haya filtrado. 

Una vez retirada el agua, se debe ventilar la vivienda o la estancia más afectada para acelerar su secado.

Si, por desgracia, la vivienda se encuentra en una zona inundable recurrente, se deben tomar muchas más precauciones. Entre ellas, la instalación de elementos que impidan la entrada de agua. Por ejemplo, planchas de metal, madera o sacos de arena, que dificulten la entrada de agua.