Así se convierte un agujero negro en un agujero blanco

Científicos de la UCM han publicado un estudio, en el que se muestra que es posible convertir un agujero negro en un agujero blanco.

Laura Hidalgo

Laura Hidalgo

Científicos españoles han conseguido evidencias de la transformación de un agujero negro en un agujero blanco

Científicos de la Universidad Complutense de Madrid han publicado un estudio, en el que se muestra que es posible convertir un agujero negro en un agujero blanco. 

El trabajo explica que existen objetos astrofísicos identificados como agujeros negros que podrían ser, en realidad, estrellas de gran densidad. Su formación sería el resultado final de múltiples transformaciones, de agujeros negros a blancos. Esto hace que en un corto plazo de tiempo los agujeros negros se descoloren y dejen escapar la luz, en lugar de bloquear su salida.

Pero, ¿qué es en realidad un agujero negro y uno blanco?

Los agujeros negros son los restos de antiguas estrellas, tan densas que ninguna materia puede huir de su poderosa fuerza gravitatoria. La luz tampoco es capaz de escapar, por eso no podemos ver los agujeros negros.  Al igual que ocurre con las estrellas, atraen la materia, e incluso la energía hacia sí.

En cambio, los agujeros blancos,  según la teoría general de la relatividad, son regiones hipotéticas del universo a las que no se puede acceder y de las cuales escapan la luz y la materia. Al contrario que ocurre con los agujeros negros, los blancos son lugares en el universo en los que se crea materia. 

Ambos comparten características como la masa, la carga y el momento angular.Algunos científicos sugieren que el material absorbido por los agujeros negros en el pasado es recuperado en el futuro a través de los agujeros blancos.

Según el estudio, la transición de un agujero negro a un agujero blanco tendría lugar justo después de la formación inicial del agujero negro. El problema es que, como la gravedad dilata el tiempo, los observadores externos lo verían como el agujero negro durante miles de millones de años, dependiendo de su tamaño.

Existen muchas maneras en las que un agujero negro puede convertirse virtualmente en un agujero blanco

La principal conclusión del estudio, publicado en la publicación Classical and Quantum Gravity, es que los agujeros negros identificados como tales no se comportan de la manera que la relatividad general explica y, por tanto, serían radicalmente distintos en esencia.

¿Cuánto tiempo se tarda en convertir un agujero negro en uno blanco? 

El objetivo del trabajo es conocer el efecto de las modificaciones de la relatividad general sobre los agujeros negros. “Una de las implicaciones de nuestro estudio es que la luz, y también las recientemente detectadas ondas gravitatorias, podrían de hecho escapar en determinadas circunstancias y ser detectadas en observatorios”, explica Luis Garay, investigador del departamento de Física Teórica II de la UCM y uno de los autores.

Los científicos se han centrado en calcular el intervalo de tiempo que se necesita para que se transforme un agujero negro en un agujero blanco. “Este cálculo es esencial para entender las consecuencias físicas y observacionales de nuestra propuesta”, justifica el profesor.

El cálculo de esta cantidad se ha realizado mediante una generalización del formalismo que se usa en mecánica cuántica para describir el denominado efecto túnel. Es importante tener en cuenta que en la mecánica cuántica, al contrario que en mecánica clásica, las partículas pueden seguir múltiples trayectorias virtuales para desplazarse de una posición inicial a otra final.

“En nuestro caso, existen muchas maneras en las que un agujero negro puede convertirse virtualmente en un agujero blanco, y sumando sobre todas estas posibilidades puede obtenerse una medida del intervalo de tiempo en el que esto ocurrirá”, desarrolla el investigador de la UCM.