¿Por qué los ojos claros tienen mayor sensibilidad a la luz solar?

El color de los ojos depende de la melanina del iris lo que determina la sensibilidad a la luz solar.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las personas con ojos claros tienen mayor sensibilidad a la luz solar. Esto puede suponer algunas molestias en la actividad diaria como caminar con luz intensa, tomar el sol o estar bajo la luz blanca artificial de algunos espacios cerrados, como oficinas. ¿Por qué sucede esto?

Ojos claros y sensibilidad a la luz solar 

Los ojos claros, como los de color azul o verde suelen tener una mayor sensibilidad a la luz. Esto se produce porque los iris claros tienen una menor cantidad de melanina. Esta es el pigmento del organismo cuya función es protegernos de la radiación solar. 

Un reciente estudio de la revista Genetics detalla que la cantidad de melanina en el iris determina tanto la absorción como la dispersión de la luz en los ojos. Por tanto, la cantidad de melanina afecta de manera directa a la visión.

Los ojos de color azul o verde suelen tener una mayor sensibilidad a la luz porque tienen menor cantidad de melanina

Un ojo con niveles más altos de melanina suele ser de color marrón u oscuro. Esto hace que se reduzcan las posibilidades de ser más susceptible a las luces intensas. Esta sensibilidad a la luz, denominada fotofobia en algunos casos, puede provocar dificultades para enfocar la visión, especialmente ante luces brillantes e intensas.

Es más, entrecerrar los ojos ante la luz, el dolor de cabeza o alrededor de los ojos, pueden ser señales de sensibilidad a la luz o de cierto nivel de fotofobia.

Cabe recordar que esta sensibilidad a la luz no tiene por qué estar relacionada con una pérdida de visión. Y aunque puede darse ante cualquier tipo de color de los ojos, aunque es más probable en los colores claros. 

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Fuente de imagen: Pixabay

Por qué los ojos son de color claro y oscuro 

Según la Academia Americana de Oftalmología (AAO por sus siglas en inglés), el color del ojo depende de la cantidad de melanina de las diferentes partes del iris. La capa posterior del iris, denominada epitelio pigmentario, tiene un pigmento marrón.

Por su parte, la capa frontal del iris, denominada estroma, determina la percepción del color del iris por su nivel de melatonina y su capacidad para reflejar la luz. «Las personas con ojos azules no tienen ningún pigmento en esta capa frontal. Ello hace que las fibras se dispersen y absorban algunas de las longitudes de onda más largas de la luz que entran. Por lo tanto, de ahí sale más luz azul y los ojos parecen ser azules», describen desde AAO. 

Sea como fuera, hay que tener en cuenta que las personas pueden tener múltiples variaciones de color  del iris en función de la luz que recibe el ojo y de las diferentes partes del iris. 

Cómo evitar la sensibilidad a la luz

Los expertos explican que la mejor manera de evitar la sensibilidad a la luz es recurrir a algún tipo de elemento que ayude a minimizar el impacto de la luz en los ojos. Preferentemente, gafas de sol, cristales oscuros e incluso sombreros de ala ancha o gorras para minimizar la luz que incide directamente en los ojos. 

En el caso de que tomar esas medidas no sea suficiente, lo más adecuado es acudir a un profesional sanitario que haga una revisión por si hubiera algún probelma oftalmológico.