¿Cómo plantar tomates? Apunta estos consejos
Con estos consejos podrás plantar tus propios tomates y disfrutar del placer de comerlos frescos y sabrosos directamente desde tu maceta.
María José Montesinos
Disfrutar de tener un huerto en casa y comer un tomate recién cogido de la planta es más sencillo de lo que parece. No se trata sólo del lujo de comer aquello que se cultiva. Además, se alegrará a la vista con una decoración vegetal que crecerá gracias a unos pequeños trucos. Para plantar tomates propios, desde ElTiempo.es, hemos apuntado estos consejos.
¿Cómo y cuándo plantar tomates?
El mes de marzo es un buen momento para empezar con nuestras plantaciones. Aunque el hacerlo en estos momentos o esperar un poco dependerá de la zona de España en la que vivamos.
Mayte Fornés, formadora en agroecología y huertos escolares en el Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional recuerda que el tomate “es de verano”. No en vano es “una solanácea”, y por tanto, “necesita calor” para fructificar.
Plantar tomates: planteles mejor que semillas
La experta aconseja comenzar con planteles. Esto es, con la planta ya nacida mejor que con semillas. Éstas “tardan en germinar, al menos, un mes” y exigen muchos cuidados en esta primera etapa. Si de todos modos se decide por las semillas, Fornés advierte que no las compremos en tiendas multicomercios o bazares.
Si optamos por semillas, deberán permanecer tapadas hasta que germine la planta.
Mientras germinan, habrá que tenerlas «tapadas hasta que empiece a aparecer la planta». También habrá que hacer “clareos”, eliminando algunas a fin de dejar suficiente espacio a las seleccionadas para que prosperen. No obstante, en su opinión, lo mejor es adquirir planteles.
Nos recomienda hacerlo en “una tienda especializada” o, mejor aún, “en una cooperativa agraria” si tenemos alguna cerca.
¿Cuándo plantar tomates en maceta?
La tomatera estará lista para trasplantarla cuando “cuando la planta tenga entre 7 y 9 hojas”. Ese será el momento de pasar la planta a la maceta, jardinera u otro tipo de contenedor. Para plantar tomates propios, Mayte Fornés aconseja utilizar macetas de barro mejor que de plástico, porque permiten transpirar la humedad.
Propone, como una buena opción, “usar una caja desechada, de madera o de plástico, y colocar dentro una bolsa de rafia”. En esta bolsa se colocarán la tierra y las plantas, ya que la estructura permeable de la rafia permite “respirar” a la tierra.
¿Cómo se cultiva el tomate en casa?
Una vez trasplantada la pequeña tomatera, es importante “protegerla del fresco que puede darse, especialmente por la noche” según hace hincapié Fornés.
Para ello, propone usar una simple “garrafa de agua cortada por la mitad”. Se colocará por las noches para cubrir el cultivo y actuará como un invernadero. La experta recuerda realizar unos agujeritos en el plástico para que la tomatera pueda respirar.
Nutrientes y abono
Poco a poco, se estará cada vez más cerca de tener tomates propios. En ese momento, Fornés advierte que necesitan una tierra “rica en nutrientes”. “No son como una lechuga, que sólo tiene hojas y una pequeña raíz”, dice Fornés. La tomatera debe “hacer crecer la planta, crear un fruto y desarrollarlo”.
Un buen truco es usar para el riego el agua de hervir las verduras “que contiene muchos nutrientes”, explica la especialista en huertos caseros. Fornés advierte que el agua debe estar libre de “aceite y sal”. Una vez que la tomatera comience a florecer, conviene echar abono. Esto fortalecerá la plantas, y las flores, que atraerán insectos y mariposas para la polinización.
Tomate cherry, la opción más segura
Raff, roma, rosa de Barbastro, de pera… A la hora de plantar tomates propios hay muchas variedades donde elegir. Pero, para asegurarse el éxito de esta operación, la más adecuada es el tomate cherry. “Crecen rapidísimo”, asevera Fornés, que explica que será aún más efectivo si el plantel ya está en flor.
Una vez salgan los tomates, si se han plantado de diversos colores: rojos, negros, amarillos… tendremos un pequeño jardín con un maravilloso mosaico cromático.
Una ensalada en la maceta
Hay especies vegetales que resultan beneficiosas para ayudar en el cultivo de los tomates. Fornés explica que, si la jardinera es grande, se pueden acompañar a nuestras tomateras de lechugas, “que fortalecen las raíces”. Por otro lado, las cebollas y los cebollinos las protegen a nivel aéreo “de las plagas de mosquitos y otros insectos”.
También la albahaca contribuirá a eliminar insectos. Y así, poco a poco se habrá creado una sabrosa ensalada de vegetales que podremos trasladar de la jardinera a nuestro plato.
Abundante luz solar y riego
A las tomateras les gusta mucho el sol. Esto significa que hay que asegurarse de que reciben una buena cantidad de luz solar en el lugar en el que estén plantadas.
El riego deberá ser diario y generoso, pero no tanto como para que perjudique a las raíces. Para evitar riesgos, Fornés ofrece un buen truco. Colocar piedrecitas o pequeñas ramas en el fondo de la maceta o la jardinera “para que la tierra se drene bien”. De este modo, se evita que el agua encharcando el fondo acabe pudriendo las raíces.
Cañas de bambú como tutores
La experta también recomienda usar “cañas de bambú como tutores” a los que sujetar el tallo de la tomatera. A fin de asegurar que crezca recto y hacia arriba. Pueden plantarse como un elemento más del pequeño huerto casero, ya que apenas consumen nutrientes. También evitan tener que poner palos de plástico como tutores.
Para atarla a su tutor, la experta indica que se usen fibras naturales como “hilo de palomar” o como el “cordel”. Es preferible evitar atarlos con plásticos. El uso de fibras vegetales resulta más natural y queda “más bonito”. No hay que hacer un nudo muy apretado porque la planta seguirá creciendo y es necesario que la sujeción no estrangule la rama.
No descuidar la poda
La poda es necesaria para tener éxito al plantar tomates propios porque la planta de la tomatera crece con rapidez. Y, además, parece propagarse en todas las direcciones. Si se deja crecer sin control, acabará creando una maraña de ramas que restarán fuerza a la planta.
Hay que eliminar los brotes que salen en las ‘axilas’. Es decir, en el codo entre dos ramas, para que no se desvitalice la planta. Dependerá de la variedad que se haya plantado pero, para verano, los tomates deberían estar listos para la recolección. Las variedades más tempranas estarán maduraras para comerlas en el mes de junio mientras que para otros habrá que esperar a agosto. Mientras tanto, se podrá disfrutar de su aroma y su imagen.