Descubrimiento planetas: Un sistema solar con 7 planetas como la Tierra

Mario Picazo

Mario Picazo

  • Un equipo de astrónomos descubre un nuevo sistema solar con 7 planetas similares a la Tierra.
  • Tres de esos planetas podrían tener condiciones similares a las de la Tierra con agua en estado líquido.
  • La nueva estrella se llama Trappist-1, tiene una décima parte del tamaño de nuestro Sol .

VÍDEO: EL ÚLTIMO DESCUBRIMIENTO DE LA NASA

La NASA ha hecho oficial el descubrimiento de siete nuevos planetas del tamaño de la tierra, tras meses de investigación llevados a cabo por un equipo de Astrónomos liderado por Michaël Gillon, de la Universidad de Lieja, Bélgica.

Los siete planetas orbitan la misma estrella y se encuentran a 39 años luz de la tierra, algo que suena a lejos, pero qué en términos espaciales, es como decir que están ahí, a la vuelta de la esquina. Es un descubrimiento poco usual fuera de nuestro sistema solar, dado que los planetas tienen dimensiones similares y condiciones ambientales templadas, es decir que podrían tener agua en sus superficies e incluso potencialmente albergar vida como en la tierra.

Es la primera vez que se encuentran tantos planetas de similares características alrededor de la misma estrella. Todos están bastante apiñados alrededor de una estrella ultra fría y ténue que se llama Trappist-1, nombre que hace honor al telescopio con el que se ha realizado gran parte del estudio y que se encuentra en Chile.  Los siete planetas han sido denominados Trappist-1b, c, d, e, f, g y h, en orden creciente de distancia desde su estrella.

Trappist-1 tiene una décima parte del tamaño de nuestro sol y emite la cuarta parte de su energía. Los planetas circulan a su alrededor relativamente cerca, el más próximo lo en día y medio y el más lejano en unos 20 días. Si Trappist-1 fuera una estrella mucho más cálida, los planetas estarían ¨calcinados¨ debido a su proximidad, pero dada las características de este lejano sol, los planetas la orbitan en una zona templada que en teoría les permitiría tener agua en estado líquido de manera similar a lo que hay en la tierra.

Características de los siete planetas de Trappist-1 respecto a los planetas rocosos de nuestro sistema solar. NASA

Aún queda por observar e investigar con más detalle la composición de estos planetas y de sus atmósferas. Saber si tienen agua, metano, oxígeno o dióxido de carbono, elementos que los científicos consideran esenciales para poder empezar a considerar la posibilidad de que haya vida.

Descubrir estos siete planetas también ha requerido algo de suerte, ya que para poder divisarlos hay que observar oscilaciones en la luminosidad de la estrella debido a la órbita de los planetas a su alrededor, una situación que suele darse cada mil años. Una vez analizada la órbita de los planetas alrededor de Trappist-1 y las fuerzas gravitacionales entre ellos, los astrónomos han podido determinar sus masas y densidades para saber si están formados por hierro, material rocoso, agua o gases.

Tamaño de la nueva estrella Trappist-1 respecto a nuestro sol. NASA

El hecho de que los seis planetas interiores se encuentren en lo que se conoce como resonancia orbital, sugiere que se formaron más lejos de su estrella para posteriormente desplazarse hacia el interior de su sistema solar. Este hecho respaldaría la teoría de que contienen agua en algún estado, dado que el agua y otros compuestos volátiles, tienden a concentrarse en las regiones periféricas de los sistemas solares.

Representación artística de como podrían ser los planetas del recién descubierto sistema solar.

Cada año que pasa, y a medida que aumentan las observaciones, es más evidente que la Vía Láctea está llena de planetas terrestres. El descubrimiento de estos siete planetas alrededor de una debilitada estrella, sugiere que podrían existir bastantes más de los que originalmente se pensaba.

Los astrónomos que investigan este sistema solar tienen mucho trabajo por delante aunque de momento una de las grandes prioridades es seguir observando e investigando a Proxima b, un planeta rocoso descubierto en agosto del año pasado y que orbita Proxima Centauri, situada a 4,2 años luz.