Emiratos Árabes: la «petropotencia» que celebra ahora una cumbre contra el cambio climático

Emiratos ha basado su riqueza en la producción de combustibles fósiles, principal responsable del actual calentamiento global

Redacción

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Este jueves 30 de noviembre tiene lugar una de las citas más importantes para nuestro planeta: la 28 Cumbre del Clima (COP28), la conferencia de Naciones Unidas que reúne a líderes de todos los países del mundo para llegar a acuerdos que frenen el impacto del cambio climático.

Una reunión internacional que busca sumar ambición y llegar a compromisos a nivel político y empresarial para llegar a lo comprometido por el Acuerdo de París de 2015, en el que todos los líderes se comprometieron a no superar los 1,5ºC el aumento de la temperatura global de cara a 2050.

Cada año un país se proclama como anfitrión y se propone como sede de esta cumbre por el clima. Este 2023, la COP28 se celebra en Dubái, en Emiratos Árabes. Un país que sorprendió a muchos cuando se anunció, ya que es una de las mayores «petropotencias» del mundo. Emiratos ha basado su riqueza en la producción precisamente de combustibles fósiles, los principales responsables del actual calentamiento global.

Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) es un país ubicado en la región de Oriente Medio, en la península arábiga. La economía del país ha experimentado un rápido crecimiento en las últimas décadas, y gran parte de este desarrollo se ha atribuido a la producción y exportación de petróleo y gas natural.

La riqueza de los Emiratos Árabes proviene en gran medida de sus vastas reservas de petróleo, que se encuentran entre las mayores del mundo. Abu Dabi posee la mayor parte de estas reservas, y la producción de petróleo ha sido un pilar fundamental de su economía desde la década de 1960.

Dubái, por otro lado, ha diversificado su economía, centrándose en sectores como el turismo, la aviación y los servicios financieros. Sin embargo, el petróleo y el gas natural aún desempeñan un papel significativo en la economía del país en su conjunto.

La producción y exportación de combustibles fósiles contaminantes, como el petróleo, contribuyen de manera importante a los ingresos nacionales de los Emiratos Árabes Unidos. Aunque esta actividad ha sido clave para su desarrollo económico, también presenta desafíos en términos de sostenibilidad y medio ambiente.

La quema de combustibles fósiles es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, que están relacionadas con el cambio climático y sus impactos asociados, como el aumento del nivel del mar, eventos climáticos extremos y cambios en los patrones climáticos.

En los últimos años, es cierto que ha habido un creciente reconocimiento global de la necesidad de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y avanzar hacia fuentes de energía más sostenibles y renovables.

Los Emiratos Árabes Unidos también han mostrado interés en diversificar su economía y reducir su dependencia del petróleo, invirtiendo en sectores como la energía solar y la investigación y desarrollo en tecnologías limpias.

En 2020, los Emiratos Árabes Unidos anunciaron planes para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, lo que implica la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la compensación de las emisiones restantes a través de medidas como la plantación de árboles.

Estos esfuerzos reflejan una tendencia mundial hacia la transición hacia una economía más sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.