¿Está el volcán Hunga Tonga detrás del calor de los últimos meses?

Un reciente estudio apunta a que las altas temperaturas que estamos sufriendo este año podrían ser, además de otras razones, una de las consecuencias de la erupción del volcán Hunga Tonga. Y es que la emisión, entre otros materiales expulsados por el volcán, de grandes cantidades de vapor de agua, podría estar incrementando el efecto invernadero.

VÍDEO: LA ERUPCIÓN DEL VOLCÁN HUNGA TONGA

El volcán submarino Hunga Tonga situado en medio del Pacífio sur y cercano a la isla de Tonga entró en erupción el 20 de diciembre de 2021. Sin embargo, fue el día 15 de enero, casi un mes después, cuando la erupción se volvió explosiva causando enormes destrozos al provocar tsunami sobre las areas costeras.

Además de expulsar otros materiales, como gases y aerosoles, destacó la inyección de vapor de agua y de hecho la erupción fue de récord. Los investigadores estiman cantidades de casi 150 millones de toneladas o dicho de otra forma, un 10% de toda el agua presente en la estratosfera. Además, el día de la erupción, la pluma de vapor de agua alcanzó una altitud de casi 53 km. 

Los investigadores apuntan que este vapor de agua podría permanecer en la estratosfera entre cinco y diez años.

¿Cómo se comporta el vapor de agua en la estratosfera?

La importancia del vapor de agua estratosférico está bien establecida. No solo afecta a la química y la dinámica estratosférica, sino también influye en el balance radiativo atmosférico. Por ejemplo, un exceso de vapor de agua estratosférico, podría impulsar reacciones químicas que empeorarían de forma temporal el agotamiento de la capa de ozono.

El aumento del vapor de agua en la alta troposfera y baja estratosfera conlleva un enfriamiento radiativo en estos niveles e induce un calentamiento de la superficie. Algunos análisis recientes sugieren que el calentamiento de la superficie terrestre puede ser también sensible a cambios del volumen en el vapor de agua del orden de partes por millón en la baja troposfera.

Un investigación apuntó a que una reducción del 10% en el vapor de agua presente en la estratosfera entre los años 2000 y el 2009. Disminuyó el ritmo del aumento de la temperatura global de la superficie en ese periodo en un 25% en comparación con lo que hubiese ocurrido debido solo al dióxido de carbono y a otros gases de efecto invernadero.

Muchas otras investigaciones van en esa misma línea: se ha demostrado que el forzamiento radiativo de incluso pequeñas variaciones en la cantidad de vapor de agua estratosférico, puede inducir cambios en la temperatura media global de la superficie. 

¿Qué efectos podría provocar la erupción del volcán Hunga Tonga?

Sin embargo, el Hunga Tonga podría ocasionar el efecto contrario que otros volcanes que erupcionaron, debido a las grandes cantidades de vapor de agua que ha introducido en la estratosfera.

Rara vez los volcanes inyectan tanto vapor de agua a la estratosfera o si lo han hecho, como en el caso del volcán Calbuco en 2015 o del Kasatochi en 2008, se disipó rápidamente. Recordemos que el vapor de agua es un gas de efecto invernadero que tiene una baja permanencia en la atmósfera. 

Las mediciones del 31 de marzo de la pluma de vapor de agua, muestran su persistencia en la media y baja estratosfera, al mismo tiempo que se propagaba por el globo en la estratosfera. Los investigadores dan una escala de tiempo para la completa disipación de la pluma de entre 5 y 10 años. 

La permanencia de los aerosoles de sulfato es de unos 2 a 3 años, pero la permanencia del vapor de agua prevista sería mucho superior. Por este motivo, se ejercerá un forzamiento radiativo positivo y un calentamiento en la superficie, compensando el enfriamiento que provocan los aerosoles.

Este efecto se disiparía cuando el vapor de agua adicional salga de la estratosfera y por tanto, no sería suficiente para agravar los efectos del cambio climático.

Podría ser la primera erupción volcánica que afecta el clima a través del calentamiento de la superficie por el exceso de vapor de agua en al estratosfera.

Cabe destacar que, la contribución de esta erupción al aumento de la temperatura global, no es en ningún caso superior a la que provoca las grandes concentraciones de CO2 actuales.

En las conclusiones del estudio, se destaca que podría ser la primera erupción volcánica que no afecte al clima a través del enfriamiento de la superficie por los aerosoles de sulfato emitidos. Más bien tendría el efecto contrario.

Aún son necesarios más estudios de atribución para poder relacionar el calor de los últimos meses con la erupción del volcán.