¿Qué es la eutrofización?

La eutrofización consiste en un aumento excesivo de nutrientes en un ecosistema acuático.

Ante un aporte masivo, en especial de nutrientes inorgánicos, se produce una proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas y otras plantas verdes. En muchas ocasiones, su crecimiento es tal que terminan por cubrir toda la superficie.

El fenómeno se desarrolla a lo largo de varias fases. Durante la primera, el agua empieza a enturbiarse y la luz no consigue alcanzar el fondo del ecosistema, por lo que la vegetación muere al no poder efectuar la fotosíntesis.

Tras esto, aparecen microorganismos para alimentarse de la materia orgánica muerta, lo que consume el oxígeno disponible.

Todo el ecosistema se ve afectado de manera paulatina. Ante la falta de oxígeno, los peces y moluscos acaban muriendo para ser sustituidos por algas tóxicas y microorganismos patógenos. Si el proceso se sigue desarrollando, el agua va desapareciendo por la acumulación de sedimentos.

Causas de la eutrofización

El fenómeno se genera sobre todo por la acción humana. La agricultura y la ganadería son dos actividades ligadas con este problema de contaminación. Los fertilizantes nitrogenados y los excrementos de los animales, ricos en nutrientes, se filtran en la tierra y llegan a los ríos y aguas subterráneas. 

Junto con estas, la actividad industrial aporta productos nitrogenados y fosfatados. Muchos de ellos son tóxicos y su impacto llega a ser alto en caso de vertido. Para evitar la eutrofización, es necesario llevar a cabo una gestión adecuada de los residuos.

La última causa de origen humano es la contaminación atmosférica. Los óxidos de nitrógeno y azufre caen sobre la tierra con la lluvia ácida, incrementando la cantidad de nutrientes presentes en el agua.

¿Qué consecuencias genera?

La biodiversidad se va perdiendo ante la destrucción de un  ecosistema acuático por eutrofización. Las especies endémicas de lagos, por ejemplo, acabarán extintas si su hábitat colapsa por el aumento repentino de nutrientes.

Además, la eutrofización contribuye a perder reservas de líquido cuando se colmata por acumulación de sedimentos.

Durante el proceso de eutrofización el ecosistema se convierte en un foco de infecciones para animales y personas ya que una de las consecuencias más relevantes es la pérdida de calidad del agua. El oxígeno se agota y aumenta la podredumbre, por lo que el líquido deja de ser apto para el consumo humano o animal.

También tiene impacto en la economía local que puede verse perjudicada ante un medio más insalubre y menos atractivo para el turismo y la población.