Experiencia del mes: en busca del relax toledano

En la «Experiencia del mes» nos desplazamos hasta Toledo en busca del relax y de un lugar diferente dónde perdernos en la naturaleza

Mar Gómez

Mar Gómez

Viajar es la única cosa que compras y te hace más rico… ¡cómo me gusta esa frase! Y es que cada vez que descubro un lugar con encanto, un rincón de esos que es tan difícil de conseguir en el que logras desconectar, descansar y aislarte, más me la repito. Muchas veces no hace falta cruzar océanos o desplazarnos al otro lado del planeta para encontrar lugares diferentes y que a la vez nos hagan sentir como en casa. Por eso, quiero inaugurar este tipo de artículos, “la experiencia del mes”, para acercaros en primera persona rincones, lugares y estancias de nuestro país que os enamorarán y os harán descubrir una España diferente.

El pasado fin de semana planeé un viaje a la provincia de Toledo, muy cerca de donde yo vivo, en Madrid, y que por suerte he tenido la oportunidad de visitar muchas veces en mi vida, pero ¡Sí! aún quedan lugares por descubrir. Entre un mar de olivos está el Hotel Villa Nazules, un precioso hotel vanguardista a la vez que acogedor y que nos ofrece muchísimas posibilidades.

La primera, el descanso y los efectos relajantes de su Centro Wellness-Spa Agua&Luz en el que solo me viene una palabra a la mente: calma. La segunda, es que si sois amantes de los deportes, allí podréis practicar desde clases de equitación hasta jugar al tenis, pádel o en veranito nadar en su piscina.

Como veis, el fin de semana fue estupendo, cielos despejados y temperaturas cálidas.

Os recomiendo que, si podéis, reservéis  en el spa “Agua & Luz”  donde podréis haceros uno de los tratamientos que traen de diferentes partes del mundo o relajaros en su íntimo circuito hidrotermal. La chimenea del café-bar terminará de relajaros mientras os tomáis alguna de las deliciosas tapas.

De allí viene, literalmente, con resaca de bienestar. Las habitaciones, con impresionantes vistas, la gastronómia exquisita y las actividades de diez. Además he de decir que los que tengáis mascotas no tenéis porque preocuparos de dejarlas en casa, ya que en Villa Nazules los más queridos de la casa son bienvenidos (os lo digo yo que tengo un pastor alemán).

Si vais con niños, tenéis una sala de juegos, donde los niños disponen de material para su entretenimiento: pinturas, libros, juegos de mesa, además de un espectacular jardin.

Si os gustan los caballos, tenéis que probar una clase en la hípica San José, porque además de montar caballos espectaculares, me encantó el contacto con el animal. Tuve la oportunidad de peinarlos, arreglarlos y estar mano a mano con ellos, algo que no te dejan hacer en todos los sitios. Si eres animalero ¡te va a encantar!

Personalmente me encanto la localización, a solo 20 kilómetros de la ciudad de Toledo, cerca de los Montes de Toledo y en medio de una paz absoluta. Un lugar encantador, empezando por el trato, siguiendo por la decoración, y terminando por la tranquilidad  y gran variedad de actividades que ofrece. Muy recomendable.

Si os animáis podéis visitar Consuegra, a unos 20 minutos, la localidad famosa por sus Molinos de Viento y en donde os recomiendo comer en el restaurante la Bodeguita. Aquí os dejo algunas fotos de Consuegra, un pueblo para descubrir y que os recomiendo que no os perdáis.

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