Feliz vuelta al cole

“Se ha acabado lo bueno, con lo bien que se estaba en la playa y disfrutando del tiempo libre…” ¿Lo ves así de negro? Aunque estés sumido en la más profunda depresión postvacacional no puedes transmitirles esto a tus hijos. ¿Dónde queda lo de estar deseando volver al cole? Como vemos que los ánimos están un poco bajos (y eso no puede ser), te vamos a aconsejar para que transmitas optimismo a tus niños en la vuelta al cole.

• Ante todo, hay que readaptar los horarios. En verano los horarios se han desmadrado un poco, y lo sabes, y a ver quién consigue ahora volver a la normalidad… No es tan complicado, y es necesario para que la vuelta a la rutina no sea tan brusca. Lo más recomendable es ir ajustándolos poco a poco para evitar que comiencen las clases cansados y que bajen su rendimiento. Lo primero a modificar será la hora de irse a la cama, después la hora de despertarse y finalmente el horario de las comidas.

• ¿Está preparada la mochila? No esperes al último momento para hacerte con los libros, es más, les meterás el gusanillo de querer volver al cole si por ejemplo te ayudan a forrar los libros y está la mochila llena de las cosas necesarias para la vuelta a las aulas.

• La ropa también es importante para estar cómodo el primer día. Que prueben los uniformes u otra ropa, analiza si puedes aprovechar alguna herencia, y marca la ropa. Tener todo colocado en una silla el primer día ayudará para que el niño no vaya estresado, ni tú tampoco. 😉

• ¿Y qué tal una primera visita al cole antes del inicio de las clases? Sobre todo para los alumnos nuevos y los más peques, ir hasta allí puede ayudarles para irse familiarizando con el barrio, la entrada y, si es posible, entra y enséñale el patio, su clase y el resto de las instalaciones.

• Transmítele optimismo. No esperéis la vuelta al cole como si fuese el fin del mundo. Háblale con entusiasmo sobre lo que le espera. Cuéntale que conocerá nuevos amigos, a su maestra, recuérdale lo bien que se lo va a pasar y todas las cosas nuevas que aprenderá durante el próximo curso, excursiones… Del mismo modo, es fundamental dejar que el niño explique sus temores e intentar resolverlos juntos para evitar momentos de ansiedad.

• Tú también tienes que cambiar el chip: deja todo preparado la noche anterior para así no perder los nervios por la mañana y además dar ejemplo.

• No pretendas que ahora vayan a estudiar intensamente. Empezar el colegio requiere un tiempo de adaptación para el estudio, pasar de estar todo el día jugando a estudiar intensamente no es posible, asúmelo. Ayúdale con el cambio progresivo, de forma que aunque no haya deberes, desde el primer día se siente un rato a estudiar e ir aumentando: 15 minutos, 20, 30… Hasta lo que le corresponda por su edad, claro está.

• Recuerda que es importante acompañarle el primer día. Se sentirá mucho más seguro si va acompañado de sus padres y que estos estarán ahí para ayudarle con su inquietud y sus miedos. En esa primera jornada es fundamental que todo se haga con calma y sin prisas para no añadir más estrés al reencuentro escolar.

No hay por qué agobiarse con la vuelta al cole, y los niños se adaptarán antes que tú a la rutina. Contribuye aplicando estos consejos para que se sientan arropados y capacitados para afrontar el nuevo curso.

¡Feliz vuelta al cole!

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