La intensa sequía en el Canal de Panamá obliga a limitar el tráfico marítimo

La intensa sequía que vive Panamá ha hecho aumentar el atasco de barcos tanto en el lado del Atlántico como en el del Pacífico

Mario Picazo

Mario Picazo

Una intensa sequía afecta al Canal de Panamá, que durante los últimos meses ha visto como el agua de lluvia que necesita para operar ha ido escaseando. La falta de precipitación ha obligado a restringir el tráfico de barcos durante un año. Esto ha causado ya los primeros atascos en un lugar tan estratégico que conecta a diario el Océano Pacífico y Océano el Atlántico.  

El agua de lluvia que se almacena en lagos artificiales, es la que permite rellenar varias exclusas que actúan como ascensores líquidos por los que navegan los barcos. El 6% del tráfico marítimo global atraviesa esas aguas, y sin el canal operando al 100%, los problemas aumentan para el comercio mundial. 

El 6% del tráfico marítimo global atraviesa el Canal de Panamá cada año pero este 2023 esa cifra será inferior

Para los barcos que navegan de un lado al otro del mundo, algunos con mercancía perecedera, la espera puede suponer una pérdida de millones.

También para el gobierno panameño, que depende de la operatividad del canal como una parte fundamental de su economía. Cada año, el tráfico de barcos supone un ingreso de más de tres mil millones de euros. 

Canal de Panamá
La sequía ha obligado a las autoridades a restringir el tráfico de barcos en el Canal de Panamá. Foto: Pexels

El Canal de Panamá ahorra semanas de navegación a muchos barcos

Desde su inauguración en 1914, el Canal de Panamá ha jugado un papel fundamental para la comunicación marítima global. Ha ahorrado tiempo a muchos navegantes y ha agilizado el comercio entre países, sobre todo los bañados por los océanos Pacífico y Atlántico. 

Para los barcos que buscan pasar de un océano a otro, la ruta es mucho más corta. En lugar de tardar hasta dos semanas bordeando Sudamérica hasta el Cabo de Hornos, el Canal de Panamá les permite pasar de un océano a otro en tan sólo 8-10 horas. 

Con el Canal de Panamá operativo, una ruta de semanas puede hacerse en tan solo 8 a 10 horas

Son 82 kilómetros de canal que atraviesa una zona montañosa en cuyo entorno se han creado lagos artificiales sobre el terreno para recoger el agua que llena las esclusas. No se emplea agua de mar, sino la de lluvia, y las esclusas actúan a modo de ascensor que sube y baja los barcos a modo de escalera de agua.

El principal lago que alimenta las esclusas es el Gatún, y está a 26 metros sobre el nivel del mar. Alimentado por las lluvias tropicales abundantes que recibe esa zona de Panamá, permite rellenar las esclusas con frecuencia aunque luego toda esa agua acaba en el mar.

Una sequía que colea y afecta al canal desde hace ya años

La sequía de este 2023 no es nueva. Son ya varios años en los que el régimen de precipitaciones habitual no ha llegado a la región. Además se han realizado varios estudios que relacionan el deficiente régimen de lluvias de Centroamérica este siglo con el cambio climático de origen humano.

Esa tendencia a la sequía se empezó a notar sobre todo en 2019, cuando las precipitaciones bajaron un 30% respecto a la media. También se ha notado un descenso de la cobertura de nubes y un aumento de las horas de insolación. Un escenario que ha hecho aumentar la evaporación de los lagos que abastecen de agua al canal. 

Además, durante periodos de El Niño como el que se está gestando este 2023, la sequía de Panamá se acentúa. Este 2023, la segunda mitad de año, que coincide con meses habitualmente lluviosos, podría ser más seca de lo normal y eso es un problema.

Canal de Panamá
Cada día atraviesan el Canal de Panamá cerca de 40 barcos. Foto: Pexel

Atasco de barcos entorno al canal con él aumento de la sequía

Para adaptarse, la gestión del canal ha tenido que cambiar para optimizar los recursos hídricos. Por una parte se ha reducido el tráfico de barcos, pero también se han planteado nuevas formas de abastecimiento como la desalación de agua del mar.

En 2022, de media, cruzaron el canal 40 barcos al día. Este año el promedio ha bajado a 32 debido a las restricciones de agua impuestas. Esas limitaciones han provocado un importante atasco de barcos. Principalmente de Estados Unidos, China y Japón, los principales clientes.

La espera habitual para entrar al canal ha aumentado este año de entre 3 y 5 días a 11 días y en ocasiones a 19 días.

Habitualmente, la espera de un barco antes de entrar al canal suele ser de entre 3 y 5 días, pero este verano esa cifra ha llegado a 19 días, aunque la media ha sido de 11 días. Con tanto barco acumulado en las aguas tanto del Atlántico como del Pacífico frente al canal, los gestores del canal quieren evitar a toda costa una posible colisión entre barcos

También se quiere evitar a toda costa que, ante la escasez de agua, algún barco encalle. De ocurrir algo semejante, se paralizaría por completo la navegación a pesar del limitado tráfico marítimo actual.