Marte (The Martian), una película que querrás volver a ver

El planeta Marte, Matt Damon y Ridley Scott, ¿qué creéis que puede salir de esta alocada combinación? Sí, lo habéis adivinado, diversión, mucha diversión.

The Martian trata sobre una expedición que, tras complicaciones su misión en Marte, tiene que abandonar el planeta. Antes de irse, uno de ellos queda atrapado y es dado por muerto. Pero no, no estaba muerto (ni estaba de parranda), el astronauta se encuentra solo en Marte y tiene que intentar sobrevivir en el planeta rojo, mientras la NASA intenta dar con la forma de rescatarle.

La película cuenta con un guion espectacular. Y es que está basado en la novela homónima The Martian del escritor Andy Weir. No es un guion enrevesado ni mucho menos. Es sencillo, ágil y con ritmo, algo que agradece el espectador. El conflicto se genera muy pronto y eso da lugar a un desarrollo de la trama largo, en el que podremos ver como Matt Damon realiza un papel estelar durante su estancia en Marte. El guion cuenta con algunas licencias narrativas en los sucesos que acontecen en la película, pero no olvidemos, que sigue siendo cine de ciencia-ficción. En este vídeo os mostramos como sería nuestra vida en Marte.

Nuestro protagonista tiene gran peso en la trama, y no me refiero solo al músculo que tuvo que ganar para interpretar el papel, sino que aparece en solitario durante la mayor parte de la película. Pero no, no nos cansamos de él. Damon interpreta un papel espectacular, que con ayuda del guion, hace que sintamos una mezcla de sentimientos muy dispares durante toda la película. Y es que el humor juega un papel fundamental en la trama, aunque también habrá lugar para la tensión y los nervios. Si amigos, os pondréis más tensos que Eduardo Manostijeras quitándose las lentillas.

Pero no toda la historia transcurre con Matt Damon en el planeta rojo. También tenemos otros personajes secundarios que forman un reparto de lujo , como Jeff Daniels, Sean Bean, Kate Mara, Chiwetel Ejiofor o Michael Peña, entre otros. Y es que  se forma un triángulo narrativo entre Damon en el planeta rojo, la expedición que regresa a casa tras abandonarle a su suerte y la sede de la NASA en La Tierra.

Ridley Scott ha sabido como tratar esta película, dejando un poco a un lado su sello, su importancia dentro de la película, para dárselo a la trama. Sin duda, esta no es su obra más personal, la historia no lo requería.
Ha jugado con un argumento duro, un drama de un hombre que es abandonado en otro planeta, y le ha dado unos tintes de humor para hacer que el espectador disfrute en vez de sufrir durante más de dos horas. Ha sabido elegir los momentos de tensión y llevarlos al extremo, quería que nos relajáramos en el asiento, que nos riéramos, pero no tanto. Y ha concluido una obra que podríamos comparar con algunas de sus mejores películas, dejando atrás estas últimas que no estuvieron a la altura de su figura.

El diseño de producción y la dirección de fotografía van de la mano recreando el planeta Marte de una forma espectacular. Los tonos rojizos, las montañas… La película cuenta con algunos planos espectaculares de nuestro planeta vecino.

La banda sonora complementa a la historia de una forma sencillamente espectacular. Contribuye añadiendo ritmo narrativo y jugando con el montaje en algunas escenas, dando lugar a auténticas coreografías entre los actores, la edición y la música.

Ridleyy Scott ha vuelto, de eso no cabe duda. Un gran cineasta que ya demostró en el pasado lo que es capaz de hacer, pero que ha decidido recordárnoslo en el presente, con su película The Martian.

 

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