¿Por qué hay incendios en invierno?

Los inviernos en España en general son más bien secos por eso se producen incendios sobre todo en los meses próximos a la primavera cuando la actividad agrícola arranca.

Eltiempo.es IA

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Pensamos que los incendios son típicos del verano, hace calor, la vegetación está seca, no llueve casi y el viento sopla con fuerza sobre todo en la mitad este por la presencia de las altas presiones. Pero la realidad es que en invierno también se producen incendios sobre todo en años en general secos y que las precipitaciones han sido escasas, además hacia el tramo final de esta estación se comienza a preparar el campo para la agricultura produciendo quemas que elevan el riesgo de incendios.

La región mediterránea es la que recibe la menor cantidad de lluvia anual y en donde los períodos secos son más habituales ayudando a que el riesgo de incendios sea alto, incluso durante los meses de invierno. Los veranos son largos llegando incluso casi a noviembre, temperaturas medias muy altas, con poca precipitación y vientos secos y fuertes consiguen que la vegetación pierda toda la humedad y cualquier detonante hace que la materia se queme rápidamente.

Durante el invierno la lluvia llega pero tampoco de una manera muy abundante y depende del año, además también en esta estación los vientos fríos y secos vuelven a reforzar la situación que se da en verano, por eso, se producen también incendios en meses como enero, febrero y marzo. En otras regiones colindantes a la mediterránea los vientos de componente norte que llegan de la meseta central secos y fríos suelen provocar que las pequeñas quemas de pastos que realizan pastores y campesinos antes de la primavera, se puedan descontrolar y se produzcan incendios.

En el 90% de los casos los incendios se vinculan con actividades humanas de silvicultura y agrícolas, vertederos, líneas de alta tensión, accidentes, fumar, tiempo libre, delincuencia e inconsciencia. Por eso, cuando llega la quema de pastos al final del invierno deben estar controladas y programadas con las autoridades. De manera indirecta también están las causas naturales, los fenómenos meteorológicos como por ejemplo los rayos, cuando se producen fuertes tormentas durante el invierno en zonas de la mitad sur peninsular y el este peninsular y el estado de la vegetación y su humedad.

Lo más importante es la prevención que llevan a cabo las administraciones y que deben cumplirse las actividades de preparar los campos, los bosques y quitar el material que sobre y sirva de combustible la prevención de incendios, incluso durante invierno y aunque su ocurrencia no sea alta.

Esperamos que con la llegada de la primavera las borrascas y la formación de tormentas ayuden a empapar bien nuestro territorio para llegar al verano sin problemas, pero no sin antes adecuar campos y bosques peninsulares. Trata siempre de ser responsable con las actividades que realices al aire libre y respeta la naturaleza.