¿Por qué sale ‘humo’ de la boca cuando hace frío?

El frío y la humedad del ambiente son los responsables de que se forme el falso humo al respirar.

Marian

Marian

En días de mucho frío de tu más tierna infancia, seguramente hayas fingido en algún momento que estabas fumando con un lapicero y el ‘humo’ que salía al respirar. Aunque socialmente no estuviera muy bien visto y te acabaras llevando algún cachete de tus padres, te hacía gracia ver cómo salía aquello de tu boca.

Pero, ¿a qué se debe este fenómeno? En eltiempo.es queremos darte la explicación a ese curioso humo ficticio, para que si hoy tienes que regañar a alguno de tus hijos, al menos sepas explicarle el por qué.

El ‘humo’ que sale al respirar cuando hace mucho frío no es otra cosa que el vapor de agua de tu aliento condensándose al ponerse en contacto con el aire más frío. El aire que sale por tu boca está a una temperatura de aproximadamente 37ºC, y además contiene una gran cantidad de vapor de agua, por lo que es muy húmedo (especialmente si babeas porque tienes delante un chuletón de buey); este vapor de agua, normalmente invisible, cuando se mezcla con el aire de la calle frío y seco, se condensa sobre las partículas que flotan en él, formando el ‘humo’ que ves.

En realidad, ese humo no es otra cosa que millones de gotitas de agua minúsculas. Cuando el frío es muy intenso, puede ocurrir también que el vapor de agua condensado se deposite en las pestañas o las cejas, y se acabe congelando. Lo mismo si eres uno de esos modernos de ahora y llevas una barba XXL: se formarán unas estalactitas en tu barba que darán a tu look un toque de lo más invernal.

Fuente: http://hatercab.blogspot.com.es/

Este curioso fenómeno no ocurre en todas partes, sino sólo en aquellos lugares en los que el aire exterior sea frío y seco. En ambientes húmedos, el aire que salga del interior de tu cuerpo no va a sufrir ese contraste y no se producirá la condensación del vapor de agua.

El proceso físico que es responsable del falso humo de cigarro y de la barba helada, también lo es del humo que sale de una taza de café caliente, o del que puede observarse en algunas alcantarillas en días de mucho frío. De igual forma, cuando empañas el cristal de unas gafas para limpiarlas, estás también produciendo esa condensación echando aire húmedo y cálido al cristal frío y seco. Ya es distinto el humo que sale de tu cabeza cuando piensas mucho; ese se debe a la combustión espontánea de tus neuronas. Dales unas vacaciones.