La razón por la que hay tanta niebla estos días

Las que tenemos estos días se llaman «nieblas de radiación».

Mar Gómez

Mar Gómez

Las nieblas persistentes que estamos teniendo en buena parte del interior peninsular son en realidad nieblas de radiación

VÍDEO: NIEBLA EN MADRID. ASÍ SE DESPEJA EL DÍA

Estos últimos días la niebla ha estado presente en la mayor parte de la Península, sobre todo en el interior. Pero ¿qué es la niebla? Y, ¿cómo se forma?

¿Qué es la niebla?

La niebla son nubes bajas con humedad relativa al 100% a ras de suelo. Lo único que hace que se llame niebla en sí mismo, es que su visibilidad sea inferior a un kilómetro, sino tendríamos lo que conocemos como bruma.

Las que estamos teniendo estos días en muchas zonas se llaman nieblas de radiación, que son habituales en el interior de la península y bajo dominio de anticiclón

La humedad relativa debe ser del 100% y llegamos a ese valor de dos formas, o añadiendo vapor de agua hasta que se sature (momento en el que la nube se hace visible o reduciendo la temperatura (a un valor fijo de agua en una masa de aire, formaremos una nube bajando la temperatura)

Se da solo en situaciones de estabilidad absoluta, sin viento y con presencia siempre de un anticiclón, nunca de una borrasca. En nuestro país se suelen forman en los meses invernales.

Pero las nieblas no son todas iguales, tenemos de advección, de radiación, orográficas, de hielo, etc.

Las nieblas de radiación

Las que estamos teniendo estos días en muchas zonas se llaman  nieblas de radiación, que son habituales en el interior de la península y bajo dominio de anticiclón. Se forman por la noche con vientos nulos.

El cielo despejado hace que el calor durante el día se escape de la superficie terrestre lo que hace que la tierra se enfríe, la humedad aumente y se condense el vapor de agua formando la niebla. Cuando bajamos la temperatura, el aire admite menos vapor de agua y se satura antes formando la niebla.

Precaución en la carretera

  • Consulta la predicción meteorológica en nuestra web. Quizá convenga posponer el viaje si hay posibilidades de niebla densa durante el trayecto. Tienes la excusa perfecta para librarte de ir a comer con tu suegra (procura que no se te noten mucho las lágrimas de alegría).
  • Enciende las luces. Si la niebla no es muy espesa, debes encender las de posición, cruce y, de forma opcional, las antiniebla delanteras. En cambio, en condiciones de niebla intensa, estás obligado a llevar encendido también el alumbrado antiniebla trasero. No debes usar las ‘largas’, ya que se reflejarán en la propia niebla y verás aún menos (y todavía menos si eres Pepe Leches).
  • Reduce la velocidad y aumenta la distancia de seguridad. Esto resulta primordial cuando no se ve más allá del morro del coche. No confíes en que verás a tiempo las luces traseras del coche de delante, pues si se ha producido un accidente, el vehículo podría estar atravesado y no las verías. O podría haber una vaca despistada, y las vacas no tienen luces antiniebla.
  • Nunca frenes bruscamente. La carretera estará mojada y más deslizante a causa de la niebla, y resultará más fácil que el coche se descontrole. Además, una frenada brusca dentro del banco de niebla podría pillar desprevenidos a los conductores de detrás, ocasionando un accidente. Reduce suavemente la velocidad cuando entres en un banco de niebla, y reza para que se disipe pronto (al santo que sea, creo que no hay ninguno específico para los casos de niebla).
  • No hagas adelantamientos. Casi ni puedes verle la cara a tu copiloto con la cantidad de niebla que hay, no pretendas adivinar si viene algún coche por el carril contrario.
  • No estaciones en el arcén, pues puede suponer un peligro para el resto de conductores. Con niebla densa, cuantos menos obstáculos haya en la carretera, mejor. Lo ideal es parar en alguna estación de servicio y esperar a que se disipe la niebla. Quizá puedas aprovechar y actualizar tu colección de cassettes con los últimos éxitos de la canción española.