Seguros anti-lluvia para atenuar la suspensión de una procesión

Para el final de la Semana Santa se esperan lluvias en algunas partes del país que marcarán la celebración o suspensión de muchas procesiones y pasos.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Para el final de la Semana Santa se esperan algunas lluvias en gran parte del país que marcarán la celebración o suspensión de muchas procesiones y pasos.

Las precipitaciones en Semana Santa suelen causar en muchas localidades la suspensión de algunos de los momentos más esperados por turistas, devotos y fieles: la suspensión por lluvia de las procesiones o pasos de Semana Santa.

Esta dura decisión es tomada por la Junta de la Hermandad, cofradía o por alguna otra figura responsable que evalúa el riesgo que puede sufrir la imagen y decide en consecuencia. “La decisión que determina si sale o no es la lluvia y si es intensa por descontado”, señalan desde la Junta de Semana Santa de Salamanca a Eltiempo.es

Las precipitaciones marcan pues el devenir del tradicional evento, si está lloviendo no sale la procesión. Si comienza a caer agua en el transcurso de la procesión, se cubre la imagen, se suspende y se vuelve a las sedes de origen.

Algunos cálculos estiman el coste de una procesión entre los 20.000 y 30.000 euros

“Si está lloviendo, el tiempo de espera para el comienzo de la procesión es muy relativo. Si la previsión confirma que en breve no vuelve a llover, podían salir pero la decisión la toma la Junta de gobierno de la Hermandad”, detallan desde esta organización.

Seguros para anti-lluvia en Semana Santa

En función de la ciudad, cofrades, pasos y bandas de música, cada procesión tiene un coste muy variado. Sin contar los meses de espera, preparación y organización, algunos cálculos estiman esta cuantía económica entre los 20.000 y 30.000 euros.

Para evitar que la lluvia agüe aún más la celebración, existen los conocidos como seguros anti-lluvia de las procesiones y cofradías. Estos suelen cubrir la cantidad contratada del coste o inversión y ayudan a suavizar la repercusión económica ya que el sentimiento devoto frustrado tiene difícil solución.

La decisión que determina si sale o no una procesión es la lluvia y si es intensa nunca toma la salida

Estos seguros tienen la singularidad temporal ya que solo tienen efecto durante la Semana Santa y deben contratarse habitualmente con una antelación mínima de más de 15 días antes de la procesión, en función de la compañía aseguradora. En la póliza contratada se detallan las condiciones del contrato, la prima y el coste suele ascender entre el 8 y 12% del coste total del acto.

Si se diera el caso de que la procesión no pudiera celebrarse por un evento meteorológico como lluvia, ciclón, tromba, rayo, viento huracanado, gota fría, granizo, nieve o una inundación causada por alguno de estos fenómenos, es habitual que la compañía devuelva a la hermandad la inversión total.

Lluvia moderada para la suspensión

Para que se den estas condiciones, cada asegurador exige sus propias condiciones mínimas para cumplir con la póliza. Un ejemplo común para cumplir con la póliza es que las precipitaciones alcancen los tres litros por metro cuadrado unas horas antes del comienzo del desfile y una hora después. Además de un viento de más de 60 km/h.

Hay que recordar que estos seguros no cubren los posibles daños que puedan causarse a las imágenes ya que eso es responsabilidad de los propietarios aunque existen otro tipo de productos destinados a este fin.