«Stooping»: cuando recoger muebles de la basura ayuda al medioambiente

Con con el stooping se fomenta el consumo responsable y la vida circular de los artículos.

Laura Opazo

Laura Opazo

En los últimos tiempos el consumo de artículos de segunda mano se ha ido normalizando en la sociedad. Las razones con muchas: economizar presupuestos, decorar con muebles antiguos o reforzar el compromiso medioambiental.

Desde heredar ropa de nuestro entorno más cercano a comprar moda vintage para ir diferentes y con piezas únicas. También hacernos con libros y discos de segunda mano en reuniones de intercambio o tiendas especializadas donde encontrar rarezas y joyas descatalogadas. Sin olvidar el adquirir una bicicleta a un precio imbatible a través de aplicaciones de reventa de artículos entre particulares.

Está claro que nos hemos congraciado con el reciclaje y la reutilización. Esto también se hace extensible a la hora de decorar nuestras casas porque ¿Quién no ha heredado una cómoda de sus abuelos? ¿A quién no le ha regalado un jarrón un amigo o vecino cuando se ha mudado a otra casa?

Las comunidades del stooping invitan a otros miembros a avisar y alertar de

Esto también se ha hecho extensible al mercado de muebles de segunda mano, un sector que está en alza. Y no nos referimos con esto a las piezas de anticuario y almonedas cuyo precio limita el acceso a un grupo limitado de personas. Hablamos de la reutilización de muebles de todas las categorías en general.

Si bien es cierto que en las últimas décadas la calidad de los muebles ha bajado considerablemente haciendo que no siempre la reutilización a medio o largo plazo sea posible, también ha sido un reflejo y una solución a nuestro estilo de vida moderno.

stooping
Fuente imagen: Pixabay

¿Qué es el stooping?

El comienzo de siglo XXI trajo consigo mucha inestabilidad laboral. Eso ha llevado a los jóvenes a cambiarse de casa y a llevar un estilo de vida más nómada que el de sus predecesores.

Como consecuencia, se ha generado la necesidad de encontrar muebles de diseño, económicos y fáciles de mover. De esta manera pueden vestir sus casas con un estilo muy diferente al mueble para toda la vida en el que invertían sus padres.

Además, la moda empieza a influir en el mundo de la decoración y a dictar sentencia sobre las tendencias que después se extenderían al interiorismo. El cambio de mobiliario empezaría a hacerse con más frecuencia no sólo por la necesidad del cambio de estilo sino por la calidad, ahora mucho más empobrecida.

Ello ha ido generando una cantidad de residuos tremenda, compuesta por materiales como madera, plástico, metal, acero, cristal, espuma o aluminio. En la mayoría de las ocasiones, estos materiales han acabado formando montañas decorativas en los vertederos.

Hasta hace unos años, el reciclaje o la restauración de muebles era poco común. No sólo eso, sino que la reutilización estaba limitada a nivel particular o con fines sociales.

Sin embargo, hoy en día, la precarizada economía, acentuada por la inflación y sumada a la conciencia ecológica de las nuevas generaciones (que buscan reducir su huella medioambiental) hace que la búsqueda de piezas de mobiliario en los contenedores de basura sea la primera opción de muchos para hacerse con nuevos muebles.

Esta tendencia de reaprovechar los objetos que acaban en la basura se llama stooping. Consiste en justamente eso, aprovechar aquello que alguien ya no necesita para darle una nueva vida en otro hogar antes que los servicios de recogida del ayuntamiento se hagan con ellos.

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¿Cómo surgió este movimiento?

El germen del stooping, de carácter político y ecológico, comenzó en Canadá y EE.UU. Concretamente en Brooklyn ( Nueva York), por lo que le ha dado cierta pátina de modernidad a este fenómeno que se ha extendido por España.

En nuestro país, varios perfiles en redes sociales lo han popularizado, visualizando de forma positiva esta tendencia. Uno de los objetivos principales que poner el acento en la reutilización y señalar el consumo bulímico de “usar y tirar”.

A través de Instagram, estas cuentas comparten fotografías de las ubicaciones donde se encuentron los muebles que avistan. De esta manera, otra persona a la que le pueda interesar acuda a la localización en concreto para poder quedárselas de forma totalmente gratuita.

Estas comunidades invitan a otros miembros a avisar y alertar de nuevos hallazgos. De tal forma que cualquiera pueda ver en qué estado se encuentran los muebles y la ubicación exacta para poder pasarse por allí y recogerlos.

Beneficios del stooping

Con con el stooping se fomenta el consumo responsable y la vida circular de los artículos. Así mismo, se evita el desperdicio de residuos y su destino final en el vertedero.

Además, la tendencia del «Do It Yourself», por sus siglas DIY, anima a los cazatesoros a restaurar (si fuera necesario) estos objetos. Transformando su presencia y dándoles un toque más personal. En algunas ocasiones, incluso, mejoran la propuesta estética inicial con tapizados o con nuevas capas de pintura.

Sin duda, la compraventa de segunda mano y la reutilización de artículos supone una importante reducción de huella ecológica. Según datos del informe Cierra el Círculo de Milanuncios, la cifra podría ascender a casi un millón de toneladas de CO2.

En el caso de los muebles, por cada sofá o silla que se vende, se dona o regala de segunda mano se ahorran 365 kg de emisiones CO2. También 19 kg de plástico y 8 kg de acero.

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