Todo sobre 2023 FW13, la «nueva luna» temporal de la Tierra
Con una tecnología cada vez más sensible, no es de extrañar que se puedan encontrar muchos más.
Alejandro Riveiro
Un grupo de científicos ha anunciado que un pequeño asteroide, llamado 2023 FW13 es una cuasi-luna, es decir, en cierto modo se puede interpretar como una nueva luna de nuestro planeta. Si bien es cierto que no ha estado siempre con La Tierra.
2023 FW13 es una luna temporal de nuestro planeta
2023 FW13 es, en realidad, lo que se conoce como una cuasi-luna (o cuasi-satélite), en lugar de un satélite propiamente dicho. Lo que quiere decir es que órbita alrededor del Sol en un tiempo muy parecido al de nuestro planeta.
El asteroide apenas mide 15 metros, y durante su órbita alrededor del Sol, también órbita alrededor de la Tierra. Llega a acercarse a 14 millones de kilómetros. Nada que ver con la Luna, que mide 3474 kilómetros y llega a acercarse a unos 364 000 kilómetros.
El pequeño asteroide fue descubierto en marzo de este mismo año, gracias al observatorio Pan-STARRS, que se encuentra en lo alto del volcán Haleakala en Hawái. Tras ese primer hallazgo, hubo que utilizar otro observatorio para confirmar su existencia.
Así, se utilizó el observatorio Canadá-Francia-Hawái (también en Hawái) y otros dos telescopios ubicados en Arizona (Estados Unidos). Finalmente, el 1 de abril, el Minor Planet Center (Centro de Planetas Menores) de la Unión Astronómica Internacional, lo listaba oficialmente.
El centro está formado por una red de científicos responsables de designar nuevos planetas, satélites y otros objetos del Sistema Solar. Algunas estimaciones sugieren que 2023 FW13 puede llevar ya un tiempo en torno a la Tierra.
Es posible que entrase en el vecindario de nuestro planeta, convirtiéndose en una cuasi-luna, allá por el año 100 antes de nuestra era. Además, seguirá en esta órbita hasta el año 3700, según algunas estimaciones realizadas hasta la fecha.
La cuasi-luna más longeva conocida
Si esta suposición es correcta, quiere decir que 2023 FW13 es la cuasi-luna con la órbita más longeva, alrededor de la Tierra, conocida por el momento. De hecho, tras su descubrimiento, se intentó obtener más información.
La forma más simple de hacerlo, cuando se descubre un nuevo objeto en el vecindario de nuestro planeta, es revisar las observaciones tomadas a lo largo de los años. De esta manera, no es necesario esperar a una nueva oportunidad.
En el caso de 2023 FW13 se descubrió que el objeto ya había sido capturado en el año 2012. Por lo que se han podido obtener muchos más datos y estimaciones. Esto es, precisamente, lo que ha permitido entender cuánto tiempo podría estar en el vecindario terrestre.
El hecho de que sea un cuasi-satélite, como seguramente imaginemos, quiere decir que no estamos hablando de un satélite permanente como sucede con la Luna. No es un fenómeno ni mucho menos, de hecho, que se pueda considerar aislado.
En ocasiones, un asteroide puede acercarse en la trayectoria, y velocidad, adecuadas para que acompañe a un planeta durante buena parte de su órbita, o incluso en su totalidad, antes de terminar escapando de nuevo de su vecindario.
Eso es, precisamente, lo que sucede con 2023 FW13. En realidad, la influencia gravitacional más intensa que experimenta es la del Sol. La gravedad de la Tierra solo hace que se mantenga en el entorno del planeta durante una época.
No es el único cuasi-satélite terrestre conocido
También hay que recordar que 2023 FW13 no es el único cuasi-satélite conocido alrededor de la Tierra. Hay otro objeto, llamado 2016 HO3, descubierto en el año 2016, que también es una cuasi-luna de nuestro planeta.
También se le conoce como Kamo’oalewa, y ha sido objeto de estudio intenso desde su descubrimiento. Tanto es así, que en 2021 se publicó un estudio en el que se explicaba que su origen podría estar muy cerca de la Tierra.
Es posible que, en realidad, Kamo’oalewa sea un fragmento de la Luna, expulsado de su superficie en algún momento en el pasado. En el caso de 2023 FW13, no se ha dicho nada todavía sobre cuál podría ser su origen.
Quizá sea, también, un fragmento de nuestro satélite, o quizá sea una roca capturada temporalmente por la gravedad de nuestro planeta. Lo que sí podemos tener claro es que, de todos modos, nunca se acerca demasiado a la Tierra.
Además, por su pequeño tamaño, si en algún momento existiese posibilidad de colisión, no supondría una gran amenaza. Se desintegraría en la atmósfera de nuestro planeta, como muchos otros pequeños asteroides a lo largo del tiempo.
Veremos si, en el futuro, se encuentran más cuasi-lunas de nuestro planeta. Con una tecnología cada vez más sensible, no es de extrañar que se puedan encontrar muchos más. Así que, ¡nuestro planeta y la Luna no están solos en su viaje alrededor del Sol! (al menos por ahora).