Fotos

extensos hayedos y verdes campos, y por los últimos neveros que este año tienen prisa por retirarse, aunque aguantarán donde aún son perpetuos. Un día magnífico, el miércoles 25, con mucha suerte ya que la lluvia cesó justo para dejarnos subir, para empezar a diluviar justo antes de llegar al coche. Y una manera estupenda de limpiar las sidrinas, el Barrantes, y la queimada de la noche de San Juan, que aún anda pululando por mi cabeza. La tercera foto por la cola es de arándanos, una planta fascinante, de las últimas que nos encontramos si nos dirigimos hacia el Polo Norte, que vino también con los glaciares y que en León encuentra uno de sus mejores refugios y de sus mayores representaciones peninsulares. Que os preste!