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pero aquella noche me toco compartir dormitorio otra vez con el chico japonés, un chico español, y una pareja de coreanos incordio. El señor se levanto por primera vez a las 4:30 y a partir de ahí, entró y salido del dormitorio 4 ó 5 veces para hablar con su mujer hast que a las 6 de la mañana yo me levanté y parece ser que convenció a su mujer para que se levantara. Como quería ir a ver monasterios y volver a Mansilla, la tarde anterior había hablado con los hospitaleros y me habían dado permiso a dejar mi mochila en el albergue. El plan era ir andando a San Miguel de Escalada, ver el monasterio, ir a Gradefes, ver el monasterio, llamar a un taxi y volver a Mansilla para retomar el Camino Francés. Después de un buen desayuno, deje la mochila preparada y comencé a andar, bajo la lluvia, por andenes de carreteras secundarias y poco antes de las 10 de la mañana llegué al Monasterio de San Miguel de Escalada que es Mozárabe del siglo IX. Este monasterio fue consagrado en el año 913 y es una auténtica joya que hay que visitar. Cuando llegué al monasterio me recibió el guarda que trabaja para la Junta de Castilla y León y me estuvo contando la historia del monasterio, después tuvo la amabilidad de llevarme a Gradefes en coche donde me acompaño a ver la iglesia, pues el monasterio cisterciense que fue fundado en 1189 está en obras y no se puede ver. Le invité a desayunar, volvimos a San Miguel de Escalada y me acercó en coche a Mansilla. Una vez en Mansilla recuperé mi mochila y como era pronto fui andando a Arcahueja que esta a unos 8 kilómetros de León. En el albergue coincidí con unos Pilar, Miguel Angel y Azucena, tres simpáticos peregrinos de Zaragoza que se volvían a casa al día siguiente desde León, me contaron que cuando habían llegado al Burgo Ranero estaba todo ocupado incluidos los hostales porque el albergue en el que yo había dormido ese día no había vierto y como estaban muy agotados tomaron un taxi hasta el siguiente pueblo. También había un grupo de 6 peregrinos italianos entre los que se encontraban Giacomo y María y con los que coincidí en días sucesivos.