"No fue la aurora. Fue que, de repente,
los pulsos rebosaron de las venas.
Fue que las manos se sintieron llenas
de una callada claridad naciente.
Fue que en el corazón brotó, impaciente,
un desusado pulso de azucenas.
Fue que la sombra se deshizo, apenas,
cuando la luz la desbordó en torrente..."
Qué cosa mas hermosa es el amanecer!Cómo rasga la oscuridad para abrirse camino a través de ella.Buen trabajo Manuel,has captado la secuencia de esta maravilla!La 2ª me gusta mucho. Un saludo,
Disparar al cielo es no equivocarse nunca. Da igual la hora del día, el resultado nunca defrauda, sobre todo por su colorido. Enhorabuena amigo Manuel.
Saludos desde Segovia.-
alpargatas
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Susana
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