2018-2019, el cuarto año hidrológico más seco del siglo XXI

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las escasas precipitaciones caídas en los últimos doce meses dejan una situación hídrica preocupante en muchas cuencas.

El año hidrológico 2018 – 2019, que finalizó con el mes de septiembre ha sido el cuarto más seco del siglo XXI en España, según los datos facilitados por el Ministerio de Transición Ecológica.  De hecho, las precipitaciones registradas en los últimos doce meses, de octubre de 2018 a septiembre de 2019, se encuentran un 17% por debajo de la media anual con un total de 533,7 mm por los 643,3 mm acumulados habituales. 

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Estos datos son provisionales, a falta de oficialidad por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) pero el informe de pluviometría indica que las lluvias han sido muy escasas, especialmente en los meses de febrero, marzo, mayo y junio. Por otro lado, las precipitaciones torrenciales del mes de septiembre elevaron los registros a final del verano y casi duplican a las que cayeron en el mismo periodo del pasado año. 

La mala gestión y la sobreexplotación del agua son la cara oculta de la escasez de agua embalsada

Así, la situación de los embalses a comienzos del otoño de 2019 se encuentra en torno al 41% de su capacidad total, unos 12 puntos por debajo de la media de la última década. 

Deficiente gestión del agua

Por su parte, tal y como denuncian desde la organización ecologista WWF, el volumen de agua embalsada en el año hidrológico no ha mejorado de forma “sustancial” en la última década, aunque las precipitaciones anuales fueran abundantes. Por lo que denuncia una inadecuada gestión del agua y el excesivo uso.

“Estos datos demuestran que los problemas de escasez no están siempre directamente relacionados con la falta de lluvia sino con las decisiones de gestión, y de cuánta agua se usa. La relación entre nivel de precipitaciones y agua embalsada no es directa y depende del agua que se reparta. Hay que gestionar el agua antes de que falte la lluvia”, afirma Rafael Seiz, experto del Programa de Aguas de WWF en un comunicado sobre la situación hidrológica del país. 

Intervención de Bomberos para terminar de derribar y retirar árboles caídos o a punto de caer / Fuente: Ayuntamiento de Coín

En este sentido, uno de los ejemplos más paradigmáticos es la situación de las cuencas mediterráneas, especialmente las del Levante, donde a pesar de las lluvias torrenciales de las últimas semanas, los embalses apenas han incrementado su nivel. 

La relación entre nivel de precipitaciones y agua embalsada no es directa y depende del agua que se reparta

“La mala gestión y la sobreexplotación del agua son la cara oculta de la escasez de agua embalsada en estos momentos. Las perspectivas empeoran aún más si tenemos en cuenta que con el cambio climático los periodos secos serán cada vez más largos e intensos. El Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX (2017) estima que los recursos hídricos disponibles en las diferentes cuencas hidrográficas se reducirán entre un 3% y un 7% de aquí a 2040”, advierten desde WWF.