Alergias de invierno 2022: ¿cómo se esperan este año?

Las precipitaciones caídas en los últimos meses y la temperatura determinan la intensidad de los pólenes y los niveles de alergia en invierno y en primavera.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

La temporada de pólenes más intensa se concentra en los meses de primavera, pero no solo hay alergia en primavera. Durante el periodo más frío del año también se registran importantes niveles de alergias de invierno. Plantas como los cipreses, los alisos y otro tipo de cupresáceas tienen su mayor incidencia en enero, febrero y marzo.

Las alergias en invierno 2022 actualmente se encuentran en unos índices dentro de la normalidad, pero la situación puede variar en función de las condiciones climatológicas, como las lluvias y el incremento de la temperatura propiciado por el cambio climático. 

“Plantas como las cupresáceas no dependen tanto de la lluvia para incrementar su polinosis. Es más, debido al cambio climático, cada vez hay más polen de cupresáceas y las concentraciones de polen se han multiplicado por 5 en las últimas décadas”, explica el doctor Javier Subiza, de la Clínica Subiza de Asma y Alergia. 

El polen de las cupresáceas es el que mayor impacto tiene en los alérgicos durante los meses de invierno

Alergias en invierno 2022: previsión

Este año, los alérgicos a las cupresáceas y a este tipo de polen han podido notar ya síntomas de alergia desde principios de diciembre, especialmente en el centro peninsular. “El incremento de la temperatura provocado por el calentamiento global, de forma destacada en los meses de invierno, hace que haya mucho más polen de cupresáceas” explica Subiza.

Esta situación ha propiciado un adelanto de la estacionalidad ya que la incidencia de los pólenes de invierno como las cupresáceas antes era finales de enero y desde ahora ya tenemos casos en diciembre. “Esta año ya se están registrando concentraciones altas de cupresáceas dese principios de diciembre, una circunstancia que se relaciona de forma directa con el incremento de la temperatura”, apunta Subiza. 

Existe una relación directa entre las lluvias acumuladas en los meses de otoño invierno y la cantidad de polen que vayamos a tener en la primavera

Las alergias más comunes del invierno

Las alergias más comunes del invierno referidas a los niveles de polen son aquellas alergias respiratorias causadas por plantas cupresáceas. Entre ellas, el ciprés y las arizónicas son más habituales, aunque también existen otras plantas como los enebros, los alisos o el cedro que tienen su mayor incidencia en los meses más fríos como enero y especialmente febrero y marzo. 

Detrás de este incremento de las alergias a cupresáceas existen varios factores. Por un lado y fundamental, se encuentra el incremento de la temperatura causado por el cambio climático. Esta circunstancia ha aumentado el periodo de polinización de este tipo de plantas durante más tiempo, ampliando su periodo de incidencia y polinización tanto al inicio como al final de su época habitual. 

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Por otro lado, otro factor a tener en cuenta, aunque menos determinante es la presencia cada vez más frecuente de plantas como las arizónicas en nuestras ciudades, ya sea en espacios comunes de urbanizaciones o en parques y jardines urbanos. Así, al haber más arizónicas, también hay más polen de este tipo de plantas y por tanto más alergia. 

En cuanto a la sintomatología de las alergias en invierno 2022, los cuadros más frecuentes se caracterizan por la presencia de picor en los ojos y las vías respiratorias, rinoconjuntivitis e incluso el asma en algunos pacientes.

Temporada de pólenes en primavera 

En lo que respecta a la primavera, este año se espera una intensidad moderada, aunque aún es pronto para hacer vaticinios fiables. “Todavía pueden pasar muchas cosas y las condiciones climáticas pueden variar, pero en principio se espera una temporada de alergias intensa. Eso sí habrá que confirmarlo en los meses de primavera”, explica Subiza.

De este modo, la intensidad de las alergias se determina en gran medida por las condiciones climatológicas, especialmente por la pluviosidad estacional. Por ejemplo, este otoño de 2021 en la zona de Madrid, las lluvias han estado por encima de la media mientras que en lo que llevamos de invierno y la pluviosidad ha estado por debajo. 

“Existe una relación directa entre las lluvias acumuladas en los meses de otoño invierno y la cantidad de polen que vayamos a tener en la primavera”, insiste el experto.  En concreto, las llamadas lluvias de germinación en los meses más fríos facilitan el nacimiento de la planta y su desarrollo durante el otoño y el invierno qué es cuando germinan las semillas de las gramíneas. 

Mientras que durante los meses marzo, abril y mayo, las lluvias se denominan precipitaciones de crecimiento que facilitan el crecimiento de las plantas que luego van a soltar el polen durante los meses de mayo y junio, especialmente las gramíneas, el polen más común y de mayor incidencia en la población.


De todos modos, en la sección de Polen de Eltiempo.es se puede consultar el tipo de polen y su incidencia en cada una de las provincias españolas así como sus niveles de concentración.