Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre. ¿Es cierto este refrán?

¿Deberías comer más cuando tienes un resfriado y menos con fiebre? Desmentimos mitos y te ofrecemos consejos basados en la ciencia para manejar estas enfermedades comunes.

Elena Plaza

Elena Plaza

«Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre” se trata de un refrán, arraigado en la sabiduría convencional y transmitido a través de generaciones. Sugiere una estrategia diferenciada de alimentación para tratar dos dolencias comunes: el resfriado y la fiebre.

Este refrán tradicional sugiere que comer bien puede ayudar a aliviar un resfriado, mientras que ayunar podría ser mejor para superar la fiebre. Con la temporada de gripe encima, surge la pregunta: ¿este consejo popular se basa en hechos y evidencia científica o es solo un mito más en el extenso anecdotario de remedios caseros?

Desmintiendo mitos: la verdad sobre ‘Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre’.

Cuando enfrentamos un resfriado o fiebre, nuestro cuerpo necesita más energía, en forma de calorías, para luchar contra la infección y recuperarse. Este aumento en la demanda de calorías es común tanto en resfriados como en fiebre, lo que desmiente la idea de que debemos ayunar en caso de fiebre.

Tampoco hay que atiborrarse en un resfriado, porque a veces perdemos el apetito, y comer en exceso no acelera la curación.

Alimentar un resfriado.

Los resfriados es una situación distinta a la gripe. Los resfriados son causados por virus, desencadenan una respuesta inmunológica en el cuerpo. No existen alimentos que curen el resfriado y no hay ninguna base científica que respaldeque comer más puede curarnos.

De hecho, tampoco hay medicamentos que curen el resfriado. Los antigripales disponibles nos sirven para calmar los síntomas. Es crucial en este punto recordar que no debemos tomar antibióticos sin prescripción médica.

Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre. ¿Es cierto este dicho?
Alimentar un resfriado, matar de hambre una fiebre. ¿Es cierto este dicho? Fuente: banco de imágenes de Canva.

Matar de hambre una fiebre

La fiebre es un síntoma. Se trata de una respuesta natural del cuerpo a la infección, ya que elevar la temperatura corporal puede ayudar a combatir los patógenos.

Durante la fiebre, el metabolismo del cuerpo se acelera, lo que podría aumentar las necesidades nutricionales, pero tampoco debemos comer más ni tampoco hacer lo contrario, matar de hambre la fiebre.

La fiebre también puede acompañarse de síntomas como sudoración, vómitos o diarrea, que aumentan la pérdida de líquidos y el riesgo de deshidratación.

Nuevos estudios sobre el hambre, apetito e infecciones

Un artículo publicado en la revista Cell, en 2017, reveló un descubrimiento importante sobre cómo las bacterias afectan el apetito durante las infecciones.

La investigación se realizó en ratones y mostró que ciertas bacterias, como la Salmonella, pueden bloquear la pérdida de apetito en su huésped para mejorar su propia transmisión y supervivencia.

Esto contradice la noción común de que la pérdida de apetito durante una infección siempre es beneficiosa para la recuperación, pero refuerza la idea de que hay que alimentar un resfriado.

Parece ser que la bacteria quiere mantener al huésped saludable porque si inhibe su apetito, puede morir, y esto disminuiría su capacidad de propagación. Mientras que el huésped coma, aumenta la posibilidad de transmisión, por ejemplo, a través de las heces.

Es importante destacar que se trata de estudios en ratones y que hablan de bacterias, no de virus, que son los que causan los resfriados. No hay resultados seguros ni claros en estas investigaciones, por lo que todavía no se ha demostrado científicamente que haya que alimentar los resfriados.

Los científicos continúan investigando cómo virus, bacterias y ciertas enfermedades influyen en el apetito para utilizar los resultados en enfermedades como el cáncer.

¿Cuando se tiene fiebre se quita el apetito?

Aunque no hay alimentos que curen el resfriado, una nutrición adecuada es crucial para apoyar el sistema inmunitario. En el caso de la fiebre, el apetito se reduce naturalmente. No es necesario forzarse a comer para responder a la necesidad de más calorías, ya que usualmente podemos depender de nuestras reservas de energía.

Además, comer en exceso puede agravar síntomas como náuseas, vómitos o diarrea. Lo que sí que hay que mantener es una hidratación adecuada. Este punto es crucial en caso de fiebre y resfriados.

Una correcta hidratación humedece las vías respiratorias y mejora nuestra primera línea de defensa contra los gémernes.

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¿Que comer cuando estás resfriado y con fiebre?

Como hemos observado, el secreto reside en mantener una hidratación adecuada. Si bien el agua representa la opción más recomendable para hidratarse, es importante recordar que la hidratación implica consumir una cantidad apropiada de líquidos en general.

Estos líquidos pueden provenir no solo del agua, sino también de otras bebidas y de alimentos sólidos que contengan altos niveles de agua.

Por ejemplo, podemos ingerir caldos y sopas, especialmente la de pollo, no solo es reconfortante cuando te sientes mal, sino que también proporciona hidratación y nutrientes esenciales.

El vapor de una sopa caliente puede ayudar a aliviar la congestión nasal y humidificar las secreciones nasales y de la vía aérea. Los ingredientes como pollo y verduras aportan proteínas y vitaminas necesarias para el soporte del sistema inmunológico.

Hay otro grupo de alimentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas específicos de resfriados y fiebres. Por ejemplo, el jengibre y la miel pueden aliviar la garganta irritada.

Es aconsejable evitar alimentos que puedan irritar el sistema digestivo o empeorar los síntomas, como los alimentos muy condimentados, fritos o procesados. Y es importante tener en cuenta que el café y el alcohol son diuréticos y que hay que evitarlos.

¿La vitamina C y el zinc curan el resfriado?

Aunque la vitamina C no previene el resfriado, estudios han mostrado que puede reducir la duración y severidad de los síntomas, sobre todo en determinados grupos de población.

Frutas cítricas como naranjas, limones y pomelos son excelentes fuentes de vitamina C. Además, incorpora a tu dieta pimientos, fresas y kiwis para obtener un aporte extra de esta vitamina.

Por otro lado, el zinc es un mineral importante que puede ayudar a reducir la duración de un resfriado. Alimentos como carne, lentejas, garbanzos, semillas y frutos secos son ricas fuentes de zinc.

Es importante recordar que no debemos tomar suplementos vitamínimos sin que nos lo haya pautado un médico ya que pueden tener efectos adversos y no siempre son necesarios.

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Frutas cítricas como naranjas, limones y pomelos son excelentes fuentes de vitamina C. Además, incorpora a tu dieta pimientos, fresas y kiwis para obtener un aporte extra de esta vitamina. Fuente: banco imágenes de Canva.

El sueño influye en nuestro sistema inmunológico

No solo comer o no comer influye en nuestros resfriados y la fiebre. Junto con una buena nutrición, el descanso adecuado es igualmente vital en el proceso de recuperación de un resfriado.

La privación del sueño resulta en pobre función inmunológica: disminuye la producción de anticuerpos por vacunas, el número y la actividad de varios tipos de linfocitos y sustancias que regulan y participan en el sistema inmune.

En conclusión, en el manejo de resfriados y fiebres, es esencial distinguir entre mitos y realidades en cuanto a la alimentación.

Contrario a la creencia popular, no hay alimentos específicos que puedan curar estas enfermedades directamente. Sin embargo, mantener una dieta equilibrada rica en nutrientes esenciales y una adecuada una hidratación suficiente son fundamentales para apoyar al sistema inmunológico y facilitar la recuperación al combatir la infección.

Bibliografía

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Kaneshiro, N. K. (s/f). Fever. Recuperado el 22 de diciembre de 2023, de Medlineplus.gov website: https://medlineplus.gov/ency/article/003090.htm

Rao, S., Schieber, A. M. P., O’Connor, C. P., Leblanc, M., Michel, D., & Ayres, J. S. (2017). Pathogen-mediated inhibition of anorexia promotes host survival and transmission. Cell, 168(3), 503-516.e12. doi:10.1016/j.cell.2017.01.006