Apostar por el consumo local y sostenible en tiempos de desabastecimiento

La invasión de Ucrania ha puesto de relieve la necesidad de apostar por un consumo local y sostenible que nos salve del desabastecimiento.

María José Montesinos

María José Montesinos

La guerra de Rusia contra Ucrania ha supuesto una ruptura en la cadena alimentaria de algunos cultivos de los que este país es el principal productor.

Como consecuencia, nos enfrentamos a la posible falta de algunos productos básicos, sin contar que muchos han sufrido destacado incremento de precios. Es ahora, más que nunca, cuando se revela la necesidad de apostar por el consumo local y sostenible.

El consumo local pierde frente a las importaciones

España era prácticamente autosuficiente en materia alimentaria hasta mediados del siglo XX. Sin embargo, el informe realizado por Amigos de la Tierra y las Universidades de Vigo y Sevilla revelaba algo muy importante.

Por extraño que parezca, hace una década los productos importados por España superaban a las exportaciones.

De hecho, cifraba en 29.000 millones las toneladas de alimentos que el Estado español compraba al exterior. Algunos con un recorrido de 5.000 kilómetros antes de llegar a nuestro país, y unos 5 millones de toneladas de CO2 emitidas como consecuencia.

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España importa más alimentos de los que exporta. Fuente: Pexels

Estas compras externas no se refieren sólo a cultivos que no se dan en España, como puedan ser la piña tropical o el cacao. La Federación de Exportadores señala que el incremento en las importaciones de verduras, frutas y hortalizas está al alza. Es más, el año pasado creció un 5,5%.

En 2021, España compró fuera de nuestro territorio 878.000 toneladas de patatas, 178.000 de tomates, o 184.000 de manzanas, entre otros alimentos básicos.

El consumo local reduce la huella ecológica y garantiza el abastecimiento.

El consumo local no sólo reduce la huella ecológica de nuestra cesta de la compra. También supone una garantía frente a las posibilidades de desabastecimiento. Sobre todo en situaciones como la actual crisis por la guerra de Ucrania. Y es que este territorio suministra gran parte del trigo o el girasol que consumimos.

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Ucrania es uno de los grandes productores mundiales de trigo, cosechas que ahora están en riesgo. Fuente: Pexels

El efecto que la invasión de Ucrania está teniendo sobre los mercados alimentarios ha hecho volver los ojos hacia nuestros propios productores. Y ha hecho darse cuenta de que optar por un consumo local y sostenible es muy positivo. Sin embargo, cabe resaltar que tendencia ya había comenzado a asentarse con la Covid-19.

Un reciente estudio de la app Nextdoor señalaba algo muy interesante. Más del 76% de sus usuarios optaba por las tiendas de su barrio para realizar sus compras. Además, casi el 90% afirmaba valorar más el comercio local.

Frente a las estanterías vacías de los supermercados, sabemos que la producción local no va a fallarnos

Ante las estanterías vacías de los supermercados y grandes superficies, sabemos que la producción local, que se ubica cerca de nuestras ciudades, no va a fallar en sus suministros.

Sin embargo, con frecuencia, los agricultores y hortelanos que intentan hacer valer sus productos Kilómetro 0 se encuentran con la dificultad de encontrar mercado para sus producciones.

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Los productos frescos nos nutren mejor. Fuente: Pexels

Son muchos los elementos que juegan en contra de los productos locales. Para empezar, estos tienen costes de producción más altos y están limitados a productos de temporada. Por otro lado, los precios más bajos de los alimentos cultivados fuera, con menores costes de producción por sus reducidos salarios y nulos cuidados ambientales no ayudan en este aspecto.

Iniciativas como la red de ciudades agroecológicas ponen en valor el consumo local

Sin olvidar que estos últimos, además, ofrecen la posibilidad de contar con todo tipo de alimentos en cualquier momento del año.

Expuestos a la vulnerabilidad en alimentación

La economía y la comodidad han ido imponiéndose en el mercado. Pero ante estas ventajas de la globalización, nos topamos ahora con los riesgos que conlleva. Por ejemplo, no disponer de aquellos alimentos que hemos dejado de cultivar porque era más barato adquirirlos en terceros países.

Apoyar a los productores locales garantiza disponer de alimentos siempre cerca de nosotros. Fuente: Pexels

Aún con esto, hay iniciativas que llevan tiempo trabajando en consolidar un tejido de agricultores cercana a los núcleos de población. Existe una red de ciudades agroecológicas en varias capitales y pueblos españoles ayuda a los agricultores y hortelanos cercanos a hacer llegar sus alimentos al consumidor local.

Por ejemplo, en Castellón, el Ayuntamiento ha impulsado la Fira de Taronja, que se celebra los domingos, de 9:00 a 13:30 horas. Por su parte, en la Comunidad de Madrid existe el Parque Agrario de Fuenlabrada. Básicamente facilita la información de todos los lugares donde se puede comprar alimentos producidos por agricultores y hortelanos locales.

Lo hace a través de su geo-localizador Cómete Fuenlabrada. Algo parecido ofrece Granollers, a través de su portal Productes de Palau.

Mercados agroecológicos españoles de consumo local

Otros municipios celebran mercados agroecológicos en los que los agricultores locales venden lo que producen. Es el caso de los mercadillos en domingos alternos en Rivas-Vaciamadrid, y de los mercados agroecológicos que celebra Zaragoza los miércoles, viernes y sábados en distintos puntos de la ciudad.

Los mercados locales juntan a los productores de proximidad con los consumidores. Fuente: Pexels

En Valladolid, los alimentos ecológicos y de temporada se pueden encontrar los domingos en su Ecomercado. Además, la ciudad castellana ofrece una muestra de sus productores ecológicos de la Asociación Vallaecolid a lo largo de un calendario anual.

Existen numerosas plataformas para la compra online de productos alimentarios de proximidad.

Además, existen numerosas plataformas para la compra online de frutas, hortalizas, lácteos y otros productos alimentarios de proximidad, como Hermeneus, Comprar al productor, Freshis, Cesta Verde, Naranjas Lola o Fruta de Toro.

No hay que olvidar que el Ministerio de Agricultura cuenta con su web Alimentos de España, donde dispone de un buscador de plataformas de venta de alimentos de proximidad.

La agricultura de proximidad garantiza nuestra cesta de la compra. Fuente: Pexels

Es bien sabido que los alimentos frescos proporcionan una mejor nutrición. Además, eliminan empaquetados, costes en refrigeración o el uso de conservantes químicos. Sin olvidar que evita el transporte de largas distancias.

Por último, y como argumento de peso, consumir alimentos de proximidad nos ofrece la seguridad alimentaria que proporciona no depender de terceros para nuestro abastecimiento.