Catarros en primavera: cómo identificarlos y por qué se producen
Los catarros en primavera son unos cuadros comunes en la población en general pero que no suelen revestir gravedad.
Pablo Ramos
Tras el frío invierno, la primavera invita a pasar más tiempo al aire libre y a despegarse de los abrigos. Sin embargo, el proceso puede traer consigo lo que se denominan comúnmente como «catarros de primavera«.
Sufrir un catarro en primavera es de lo más normal. Es mucho más frecuente de lo que se piensa y sus síntomas suelen ser más intensos que en los meses de otoño e invierno.
A pesar de las molestias que suelen ocasionar, en ningún caso suelen ser graves. Además, al cabo de dos o tres días, su síntomas se pasan.
Cómo identificar un catarro en primavera
Detectar un catarro primaveral es relativamente sencillo. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de una infección producida por algún virus. Por tanto, resulta infecciosa y contagiosa, aunque no grave.
Hay que prestar especial atención a los síntomas. Los del catarro común de primavera son la inflamación de las vías respiratorias externas (algunas como la nariz y la garganta) y de los oídos. A veces, incluso, de la tráquea y la laringe.
Por todo ello, una buena recomendación es que el paciente esté un par de días en casa aislado. Y es que , lo óptimo es intentar no contactar con personas de fuera de su entorno para evitar posibles contagios.
Por qué se producen los catarros en primavera
Se producen principalmente porque, en este periodo al año, aún es frecuente la circulación de ciertos virus y rinovirus (causantes de esta enfermedad).
De hecho, se estima que existen más de 200 virus que pueden provocar algún tipo de catarro. Sumado a esto, las condiciones ambientales aún son propicias para estos patógenos, por lo que todavía pueden infectar y contagiar a las personas.
Además, la primavera «la sangre altera». Es decir, la primavera invita a que se incremente el número de contactos estrechos entre las personas. Esto también es un factor importante en la propagación de este tipo de virus y en la incidencia de los catarros comunes en primavera.
Diferencias entre catarros en primavera y alergias de primavera
La primavera es una estación en la que circulan varios virus y los niveles de pólenes que producen alergia son muy elevados. Estas circunstancias hacen que tanto los catarros de primavera como las alergias a las plantas sean muy habituales durante este periodo del año.
Además, algunos de los síntomas de ambos problemas de salud pueden ser comunes, por lo que muchas personas confunden estas patologías. En este aspecto, hay que tener claro que un catarro es un cuadro infeccioso vírico.
El síntoma más común del catarro es la inflamación respiratoria. Puede dificultar de forma leve la respiración y otras inflamaciones en el conducto auditivo. También es muy típico el malestar general leve, la irritación de la garganta e incluso la de la tráquea. En ningún caso suele presentar fiebre, salvo en contadas ocasiones.
Por otro lado, los síntomas más comunes de la alergia a pólenes suelen ser el picor de ojos y de garganta. Sin olvidar los estornudos, el moqueo constante de forma acuosa, el lagrimeo de los ojos, la tos seca e, incluso, los soplidos al respirar.
Tratamiento del catarro en primavera
Antes de tomar cualquier tipo de medicación, lo más adecuado es acudir a un profesional sanitario. Éste ayudará a diagnosticar qué causa estos síntomas y pautará un tratamiento personalizado en el caso de que sea necesario.
En la gran mayoría de los casos, los catarros en primavera no requieren de ningún tratamiento ni antibiótico, basta con reposo e hidratación.