¿Estás debutando con una alergia? Medidas físicas ante cualquier tipo de alérgeno
Los alérgenos son las sustancias que provocan reacciones de hipersensibilidad. Conoce las medidas físicas que puedes implementar ante cualquier alérgeno.
Pedro Soriano
Los alérgenos son las sustancias que provocan reacciones de hipersensibilidad en personas que son susceptibles. Conocer las medidas físicas para actuar ante cualquier alérgeno ayudará a disminuir los síntomas.
Nuestro sistema inmunitario reconoce a las sustancias como extrañas y potencialmente peligrosas, por lo que nos intenta defender desencadenando una serie de mecanismos que se manifiestan con los síntomas característicos de la reacción alérgica.
Los alérgenos puede ser de origen respiratorio, alimentario y de contacto
Estas sustancias pueden ser de diferente naturaleza: de origen respiratorio, alimentario y de contacto, principalmente.
Dependiendo del tipo de alérgeno, nuestro sistema inmune provocará reacciones diferentes en nuestro cuerpo afectando a las vías respiratorias, al aparato digestivo, nuestra piel o vía parenteral.
Es una tarea de las unidades de alergología, identificar los alérgenos responsables y proporcionar la información detallada para controlar el proceso.
Principales alérgenos: tipos y características
A continuación, detallamos las características principales de cada uno de ellos para que puedas identificarlos y solicitar la ayuda necesaria a tu especialista.
Los alérgenos respiratorios también se denominan aeroalérgenos y producen enfermedades relacionadas con las vías respiratorias.
Principalmente son el asma o rinitis pero también vinculadas a la conjuntiva ocular como la conjuntivitis. Los alérgenos más comunes son los pólenes, los ácaros y los animales domésticos.
Alérgenos alimentarios o también los llamados trofoalérgenos, producen una reacción inmediata tras su consumo favoreciendo la aparición de síntomas digestivos, respiratorios y/o cutáneos. Los más frecuentes en adultos son las frutas y los mariscos mientras que en los niños predominan las proteínas de la leche y del huevo.
Los alérgenos de contacto también adquieren el nombre de contactantes y, como su nombre indica, producen reacciones cutáneas al contactar sobre la piel durante un tiempo más o menos prolongado. Por norma general, los alérgenos de contacto se manifiestan en nuestro cuerpo con eccemas o dermatitis. Los más comunes son los metales, especialmente el niquel, y algunos medicamentos de uso tópico.
Más concentraciones de polen en Europa
El servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) ha detectado desde finales de marzo un aumento de concentraciones de polen de abedul en zonas de Francia, los países del Benelux, norte de Italia, Suiza y el sur de Alemania. Esta situación, ligada a la baja calidad del aire puede empeorar los síntomas de las personas que presentan alergias.
La calidad del aire es vital para la salud humana y se sabe que concentraciones elevadas de contaminantes pueden tener gran número de efectos negativos sobre la salud, ya que afectan, por ejemplo, al sistema respiratorio y pueden debilitar el sistema inmunitario de personas con enfermedades previas como puede ser el asma.
Para que las personas en riesgo puedan tomar decisiones informadas respecto a su salud, es importante tener información anticipada tanto de la calidad del aire como de los niveles de alérgenos, especialmente respiratorios.
El director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus, Vicent-Henri Peuch comentó que: “las cambiantes condiciones climáticas y la variabilidad entre años afectan de manera sustancial al inicio y la duración de la temporada de emisión de cada tipo de polen«.
Es importante que los afectados y sus médicos cuenten con datos fiables sobre los niveles de polen y la calidad del aire
Vicent-Henri Peuch, director del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus
Evitar la exposición a los alérgenos, clave para reducir la sintomatología
Desde el Comité de Enfermería en alergias de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología (SEAIC) recomiendan reducir los niveles de alérgenos a la mínima expresión. Para ello, lo más sencillo es evitar los síntomas alérgicos disminuyendo la exposición a los mismos.
En España, como en casi toda Europa, el polen de gramíneas es el que con más frecuencia sensibiliza a los pacientes, seguidos en orden decreciente por los pólenes de olivo, ciprés, plátano de sombra, salsola, parietaria y plantago
Además, con el inicio de la primavera, la estación del año en la que más plantas liberan pólenes, y sabiendo que la evitación de la exposición al polen es una tarea prácticas imposible, reducir la exposición a dichos alérgenos parece una medida lógica a tener en cuenta.
Medidas físicas ante cualquier alérgeno
A continuación te detallo algunas de las medidas físicas que puedes hacer para disminuir la exposición al polen durante esta primavera:
– Evitar las salidas al campo y las actividades al aire libre en días pico.
– Cerrar las ventanas de la casa, ventilar la vivienda al mediodía y por poco tiempo.
– Utilizar gafas de sol en el exterior y mascarilla que cubra la nariz y boca en días de alta polinización.
– Viajar con las ventanillas del coche subidas.
– Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
– Evitar actividades de jardinería en días de alta polinización.
– Usar filtro anti polen en el coche y purificadores de aire en casa.
– Evitar la exposición de la ropa lavada en el exterior donde pueda llegar el polen.
Identificar los diferentes alérgenos y sus orígenes, conocer las mediciones de pólenes y calidad del aire en tiempo real permitirá tomar decisiones respecto a la salud, estableciendo medidas físicas ante cualquier alérgeno.
Lo ideal es consultar con un profesional sanitario para consensuar un plan de tratamiento personalizado para esta época de polinización.