Cómo prevenir la obesidad infantil en verano

Representa uno de los problemas de salud pública más preocupantes de nuestro siglo XXI.

Pedro Soriano

Pedro Soriano

La obesidad infantil representa uno de los problemas de salud pública más preocupantes del siglo XXI. Es considerada como un problema de salud pública que afecta, principalmente, a los países desarrollados.

Se produce por un desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético. Provocando que la energía se acumule en forma de grasa, lo que conlleva a desequilibrios metabólicos para los niños.

La obesidad infantil es consecuencia de la interacción de diversos factores tanto biológicos, metabólicos, genéticos y ambientales (entre otros).

Es considerada, en sí misma, como una de las epidemias más importantes de nuestro siglo. Y es que conlleva al desarrollo de enfermedades adultas como la hipertensión arterial, diabetes tipo 2, trastornos psicológicos y las enfermedades cardiovasculares.

La Organización Mundial de la Salud y otras instituciones están diseñando estrategias para abordar esta problemática que afecta a todos. En España, se estima que la prevalencia de obesidad infantil y juvenil es cercana al 40%, según el estudio ALADINO.

Un estudio publicado en 2022 en la Revista Española de Cardiología indica que la incidencia alcanza su punto máximo sobre los 6 años. Por ello, abordar programas de promoción de la salud a esa edad sería lo más recomendado.

Representación cuerpo niño y problema de salud en la obesidad infantil
Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (2022-2030). Adaptado de Ebbeling et al. Childhood obesity: public-health crisis, common sense cure. 2002.

La obesidad reduce la esperanza de vida

Esto ocurre principalmente por diferentes factores de riesgo que se deben tener en cuenta y que están claramente relacionados con el desarrollo de la obesidad infantil como son:

– Nivel de estudio de los progenitores bajos.

– Los ingresos mensuales limitados.

– Descontrol de horas del sueño.

– La falta de ejercicio físico.

– Uso prolongado de pantallas.

– Factores psicológicos.

Durante la época del verano, los niños presentan desajustes en las horas del sueño, alimentación, en la práctica de actividad física y pasan más tiempo delante de las pantallas.

¿Qué hábitos fomentan la obesidad infantil?

Tener estilos de vida menos saludables aumenta la probabilidad de padecer obesidad infantil. Los principales hábitos determinantes son:

Actividad física

Menos tiempo dedicado a la actividad física y más a actividades sedentarias.

Alimentación

Menos consumo de fruta y hortalizas y más consumo de alimentos y bebidas procesados. Todos ellos con alto contenido calórico, en azúcares, grasas y sal y bajo contenido en fibra y en nutrientes esenciales.

Bienestar emocional

La ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento social.

Higiene del sueño

Menor cumplimiento de las recomendaciones de horas de sueño.

El verano y la obesidad infantil

Cuando se inician las vacaciones de verano, se acaba la actividad física para una parte de la población infantil. Además, durante la época estival se tienen que adaptar a una nueva situación que está exenta de una rutina.

No es una etapa sencilla de ordenar ni organizar. Los niños tienden a cambiar su conducta alimentaria. Así suelen aumentar el aumento de ingesta de alimentos preparados y el consumo de más azúcares de lo habitual.

La modificación de los horarios también afecta tanto a la alimentación, como al ejercicio e incluso al sueño. Duermen menos horas, se levantan más tarde. Cabe recalcar que, con el calor, hay que evitar hacer ejercicio físico durante las horas más calurosas del día por riesgo de insolación o deshidratación. Por lo tanto, hay menos tiempo para realizar actividades físicas.

Niña tocando con su dedo una tablet mientras se toca la cabeza
Niña utilizando una tablet. Fuente imagen: Unsplash

El “efecto pantalla” en la obesidad infantil

En una sociedad tan interconectada, el uso de las Tecnologías para la Relación, la Información y la Comunicación (TRIC) ocupa un espacio importante en la vida cotidiana desde edades muy tempranas.

Pasar tiempo delante de las pantallas, ya sea la de la televisión, la del ordenador o la de la tablet supone una disminución de la actividad física. Limitar el tiempo que se dedica a esto, especialmente en edades tempranas, es prioritario, pues el exceso puede causar sedentarismo en los menores.

Demasiado tiempo frente a una pantalla tiene consecuencias para la salud. Todas asociadas con la falta de sueño, el aumento de peso y problemas de salud mental.

¿Qué podemos hacer para prevenir la obesidad infantil durante el verano?

Bien es sabido que, para prevenir y reducir la obesidad infantil, se necesita practicar regularmente actividad física, tener una alimentación saludable, mantener un adecuado bienestar emocional y buenos hábitos de sueño.

Los niños de 6 a 12 años necesitan de 9 a 12 horas de sueño ininterrumpido.

Desarrollar hábitos de alimentación saludable puede ayudar a los niños, pero para ello, se debe intentar que la alimentación sea variada, de muchos colores para llamar la atención y limitar bebidas azucaradas o comidas con alto contenido en grasa.

Ayudar a los niños a mantenerse activos de una manera regular tiene grandes beneficios para su control de peso. Además, tiene un efecto directo en el fortalecimiento de los huesos, el aumento de la autoestima, la reducción del estrés o de la ansiedad y la ayuda para la conciliación del sueño.

No dormir lo suficiente se asocia con la obesidad. En parte porque el sueño inadecuado incita a comer a deshoras y a estar menos activos físicamente. ¿Sabías que los niños de 6 a 12 años necesitan de 9 a 12 horas de sueño ininterrumpido por noche?

cuatro niños jugando a la pelota en el cesped rodeado de árboles obesidad infantil
Fomentar la actividad física durante el verano para controlar el peso de los niños. Fuente imagen: Unsplash

Por todas estas razones, es vital asegurarse de que los hijos estén activos durante el día, reducir las pantallas en sus dormitorios y establecer un horario de sueño que les facilite el descanso. Así lo contempla el Plan Estratégico Nacional para la reducción de la obesidad infantil (2022-2030).

No hay que olvidar que los niños imitan a los adultos en sus vidas. Por lo tanto, hay que ser sus referentes y ver este tipo de situaciones como una oportunidad para mejorar también el estilo de vida.

Estudio/Fuente:

  • Plan estratégico nacional para la reducción de la obesidad infantil / Gobierno de España
  • Obesidad epidémica en niños y adolescentes: factores de riesgo y prevención / National Library of Medicine
  • Prevalencia e incidencia de sobrepeso y obesidad en 2,5 millones de niños y adolescentes en España / Science Direct
  • Childhood obesity: public-health crisis, common sense cure / Science Direct