El tiempo, un factor clave en la repoblación de Doñana

Hasta dentro de 50 o 60 años no veremos un paisaje como el que se ha perdido en Doñana tras el incendio.

Laura Hidalgo

Laura Hidalgo

Hasta dentro de 50 o 60 años no veremos un paisaje como el que se ha perdido en Doñana tras el incendio

*Fuente: WWF Adena

Doñana ha sufrido grandes daños tras el incendio del pasado 24 de junio y, aún no se pueden calcular las pérdidas a largo plazo. Según comenta Juanjo Carmona, abogado y consultor ambiental de WWF Doñana, la repoblación de la Doñana depende de muchos factores, entre ellos el tiempo.

El incendio de este verano ha sido el peor que ha sufrido Doñana en su historia. El fuego ha arrasado más de 10.340 hectáreas de zona forestal, según la ultima medición realizada por la Junta. Más del 70% de la zona se encuentra dentro del parque natural. Por suerte, las llamas no penetraron en el parque nacional. El fuego se quedó a tan solo 7 km del corazón de este paraje Patrimonio de la Humanidad.

Carmona explica que «aún no son visibles todos los efectos del incendio». Aunque, en sus labores de seguimiento del área afectada sí que han podido notar que, «en muchas de las zonas todo el matorral bajo ha desaparecido«. La imagen devastadora de Doñana ahora es algo habitual. El verde intenso que antes dominaba el paisaje se ha convertido en negro.

Por el momento, solo se ha podido intervenir en la zona a través de las obras de emergencia. Es decir, para eliminar la vegetación y adaptar las zonas de uso público. Hay que esperar a que la naturaleza se intente reponer por sí sola.

«Hasta dentro de un año o incluso más no se podrá hacer un balance aproximado de las pérdidas», declara el consultor. Sin embargo, hasta dentro de al menos 50 o 60 años no veremos un paisaje similar al anterior.

Hasta dentro de al menos 50 o 60 años no veremos un paisaje similar en Doñana

Flora y fauna tras el incendio

El azote que ha sufrido el territorio afectado tras el incendio es evidente. El paisaje que una generación completa ha conocido se perderá para al menos otra generación. Y, con él todas sus fuentes aprovechables como las piñas y los piñones, que estarán paralizados al menos dos décadas.

Los más afectados por las llamas han sido los pinos piñoneros y, en consecuencia, todos los animales que necesitan de estos árboles para sobrevivir. En concreto, hablaríamos del Águila Imperial Ibérica, o el Águila culebrera. Así como todo tipo de especies forestales. Incluso especies como el Lince ibérico se verán afectadas por la desaparición de estos árboles. Además, a corto plazo son muchas las especies que no han sido capaces de huir de la zona afectada.

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«Los grandes mamíferos han huido y las aves han volado del sitio», nos comenta Carmona. A día de hoy, «casi todos los linces han vuelto pero aún no se sabe cómo van a adaptarse tras la pérdida de su hábitat. Lo mismo ocurre con los reptiles, que han podido meterse bajo tierra para librarse de las llamas, pero que cuando han salido se han encontrado sin alimento ni agua» afirmaba Juanjo.
En el caso de los conejos, son clave en la cadena trófica de Doñana, pero hasta el siguiente censo en febrero se podrá hacer un balance de la pérdida.

Aún no se sabe cómo van a adaptarse las especies tras la pérdida de su hábitat

Uno de los factores clave para la recuperación será la vuelta de la humedad característica de la zona. «Aún no ha habido lluvia y la zona está entre medio de los humedales, donde hay algunas lagunas temporales», declara el consultor de WWF.  Es por eso que no las lluvias de este invierno van a ser clave.  «No se puede estimar el tiempo que tardará en volver a verse de nuevo el paisaje que se ha perdido pero lo que está claro es que hay que ser paciente«, agrega.

Cómo ayudar en la repoblación de Doñana

Una de las iniciativas más peculiares que ha salido de esta catástrofe es el proyecto «Doñana es Arte». La iniciativa pretende contribuir desde el mundo del arte a la recuperación de la zona afectada por el incendio de Moguer.  La idea surge de la ilustradora Nélida Alhambra, que quería ayudar de alguna manera a repoblar la zona.

Ahora,  junto a José Luis Pastor (Suseya ediciones) y la escritora Itsy Pozuelo y más de 300 artistas, están a punto de sacar un libro de relatos e ilustraciones, una antología de poemas y fotografías y una edición digital.

Además de estas inciativas, siempre que ocurre una catástrofe como esta aparecen olas de voluntarios. Las personas somos conscientes de la necesidad de ayuda de los afectados y estamos dispuestos a colaborar. Nos comentaba Juanjo que además, el nombre de Doñana en España siempre tiene un peso y, eso hace que los voluntarios surjan por miles.

Los expertos indican que visitando la zona también ayudamos a mejorar la economía. Se puede ir a las actividades que las asociaciones de la zona organizan, no sólo en la zona afectada por el incendio sino en cualquier otra. «El que quiera ayudar puede hacerlo», concluye Carmona, ya que ellos realizan seguimiento y repoblación en muchas zonas de Doñana desde hace años.

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