¿Es bueno beber agua de grifo? Tipos de agua de grifo y mejores aguas de España

Beber agua del grifo es beneficioso para la salud, siempre y cuando esta sea potable, limpia y esté bien tratada. El acceso al agua potable no solo es esencial para la salud, sino que también es reconocido como un derecho humano básico por la OMS y como un derecho esencial para una vida plena por la ONU.

En 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyeron metas específicas sobre el agua potable segura. Transformar estos compromisos globales en realidades locales implica un esfuerzo considerable en legislación, infraestructura y gestión del agua.

 ¿Se puede beber agua del grifo en España?

La respuesta es sí.  En España, el agua del grifo es rigurosamente supervisada y cumple con altos estándares de calidad. Según Víctor Bueno y Jerónimo Blasco, no hay un producto alimenticio más supervisado y analizado que el agua del grifo, y así lo afirman en su estudio sobre la calidad de agua potable en las capitales de provincia españolas.

No hay un producto alimenticio más supervisado y analizado que el agua del grifo.

Víctor Bueno y Jerónimo Blasco

La legislación española define como agua para consumo humano, el agua que ya sea en su estado original o después del tratamiento, es utilizada para beber, cocinar, preparar alimentos, higiene personal u otros fines domésticos, tanto en locales públicos como privados, independientemente de su origen y si se suministra desde redes de distribución, desde cisternas o en depósitos móviles y que sea salubre y limpia.

Y, en casi toda España, tenemos la suerte de hacer el gesto mágico de abrir el grifo y tener agua y beberla con la tranquilidad de que no va a ser mala para nuestra salud. Porque, detrás de ese «simple» gesto de abrir un grifo en España y llenar un vaso, hay una extensa legislación y una serie de rigurosos procesos de tratamiento y controles de calidad.

Sin ir más lejos, hace menos de un año se aprobó el Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, que establece los criterios técnico-sanitarios para la calidad del agua de consumo en España, su control y suministro.

Esta normativa, alineada con la Directiva Europea 2020/2184, busca proteger la salud humana de los efectos adversos de la contaminación, garantizando la salubridad y limpieza del agua. Además, promueve el acceso al agua, respetando el derecho humano al agua y saneamiento reconocido por la ONU y especifica los valores normales de las sustancias permitidas en el agua.

A pesar de estas rigurosas estrategias y legislaciones, a veces el agua del grifo puede presentar turbidez o un sabor u olor inusual. En algunas comunidades autónomas, esto lleva a una preferencia por el agua embotellada.

¿Por qué el agua del grifo sabe mal?

En el colegio nos enseñaron que el agua es incolora, inodora e insípida. Pero sabemos que la teoría no se lleva a la práctica en algunas ocasiones. Depende de la Comunidad Autónoma o provincia donde estemos, el agua varía su sabor y olor. Los consumidores podemos notarlo, sobre todo al desplazarnos entre diferentes regiones.

El agua del grifo puede tener un ligero olor o sabor por muchísimos factores. El primero de los factores es la dureza del agua, y es el que principalmente da sabor al agua.

Este concepto se refiere a la cantidad de minerales disueltos que contiene, principalmente calcio y magnesio. Cuando el agua tiene una alta concentración de estos minerales, decimos que es «agua dura«. Por el contrario, si tiene pocos minerales, la llamamos «agua blanda«.

El agua dura no es perjudicial para la salud; de hecho, los minerales que contiene pueden ser beneficiosos. Por lo tanto, el agua del grifo es segura para beber en todas las regiones de España.

Sin embargo, la dureza del agua puede afectar el sabor y dañar electrodomésticos debido a los depósitos de cal. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que el agua dura puede reducir la eficiencia de los calentadores en un 10% por cada milímetro de cal acumulada, además de disminuir la eficacia del detergente y afectar la textura de las prendas.

El agua dura puede reducir la eficiencia de los calentadores en un 10% por cada milímetro de cal acumulada, además de disminuir la eficacia del detergente y afectar la textura de las prendas.

Organización de Consumidores y Usuarios.

El agua blanda, que generalmente sabe mejor, es más eficaz para lavar y limpiar, ya que los minerales no interactúan con el jabón, pero puede ser más corrosiva para las tuberías en algunos casos. La legislación actual establece límites para la dureza del agua, con un máximo de 500 mg/L de CaCO3 y un mínimo de 50 mg/L de CaCO3.

 ¿Qué ciudad de España tiene la mejor agua del grifo?

Si comparamos la calidad del agua del grifo española, podríamos decir que las las ciudades con mejor agua del grifo de España son: A Coruña, Pontevedra, León, Valladolid, Burgos, Vizcaya, Guipúzcoa, Madrid, Badajoz, Alicante, Tenerife, Gran Canaria.

Estas comunidades autónomas tienen agua blanda, considerada de alta calidad según un informe de la OCU.

Con un grado intermedio de dureza del agua, encontramos al Principado de Asturias, Navarra, La Rioja, Girona, Barcelona, Ciudad Real, Sevilla, Cádiz y Granada. Tarragona, Mallorca, Murcia, Albacete y Jaén tienen agua dura. Por otro lado, Zaragoza, Teruel, Valencia y Almería presentan las aguas más duras de España.

El origen del agua y su transporte hasta convertise en agua del grifo

Además de la dureza, otros factores influyen en el sabor, olor y color del agua del grifo. Según el informe ‘Calidad del agua de consumo en España. 2022’ del Ministerio de Sanidad, el agua proviene de fuentes superficiales como lagos, lagunas, embalses, corrientes, ríos o canales, aguas de transición o aguas costeras); así como de masas de agua subterráneas (acuiferos, galerías, manantiales, pozos excavados, pozos entubados y galerías de filtración).

Los compuestos naturales del origen del agua y los sedimentos que arrastra pueden alterar sus propiedades organolépticas. En España, los 268.000 Km de canales y redes de distribución, hechos de diversos materiales, también pueden afectar el sabor del agua.

¿Cómo es el proceso de potabilización del agua?

Antes de llegar a nuestros hogares, el agua se somete a un proceso de potabilización y diversos tratamientos. Este proceso es esencial para eliminar patógenos, sustancias químicas peligrosas, metales pesados y sedimentos, así como para mejorar el olor, la apariencia y prevenir enfermedades.

Según el Ministerio de Sanidad, los tratamientos incluyen desinfección, filtración, recloraciones, coagulación, floculación, decantación, preoxidación, corrección del pH, tecnología de membranas, uso de ozono y desarenado, entre otros.

Los procesos de tratamiento del agua emplean diversos productos. Biocidas como el hipoclorito de sodio y en menor medida el cloro, se usan para eliminar bacterias, virus y otros microorganismos.

Además, se aplican sales de aluminio y hierro, así como carbono activo para adsorber productos orgánicos y neutralizar olores y sabores. Otros elementos incluyen correctores del pH, remineralizadores y ozono, utilizado tanto como desinfectante como oxidante.

Los procesos de potabilización varían entre las Comunidades Autónomas, dependiendo del origen y sedimentos del agua.

Por ejemplo, el agua del grifo en Madrid puede tener un sabor diferente al de Málaga, y esta variación no se debe únicamente a la dureza o al origen del agua, como hemos visto, puede ser también por los procesos de potabilización.

Incluso, dentro de una misma ciudad, el origen y los procesos de potabilización pueden diferir entre distritos.

 ¿Cómo es el control y vigilancia de la calidad del agua de consumo humano?

Según el informe «Calidad del agua de consumo en España, del ministerio de Sanidad, en el año 2022 en España hubo 212.877 puntos de muestreo, incluyendo estaciones de potabilización, cisternas, redes de distribución y depósitos.

Se realizaron análisis en 853 laboratorios, los cuales emitieron 1.483.309 boletines analíticos, abarcando controles de calidad, radioactividad y análisis específicos del agua de grifo.

Según los boletines de análisis, el 98,5% del agua de consumo en España fue apta para el consumo en el año 2022. El 1.5% restante fue clasificado como no potable debido a alteraciones en 45 de los 49 parámetros analizados.

De estos, 29 excedieron en más de diez veces su valor paramétrico estándar en algún momento del año, lo que llevó a su clasificación como no potable.

Estos controles, regulados por ley, son cruciales para la salud pública. Entre los parámetros más importantes se encuentran las determinaciones microbiológicas, incluyendo Escherichia coli, Enterococo intestinal, Clostridium perfringens (incluidas las esporas) y Legionella.

Además, se controlan parámetros químicos como cadmio, bromo, cobre, mercurio, níquel, plomo, sodio, calcio, magnesio, potasio y plaguicidas. En total, se analizan más de 60 mediones, incluyendo el pH, la turbidez, el color, olor, sabor y sustancias radiactivas como el radón.

¿Cómo saber si el agua que tomo es de buena calidad?

Los boletines y mediciones de los parámetros del agua están disponibles en la página web del Sistema de Información Nacional de Aguas de Consumo (SINAC) del Ministerio de Sanidad.

Esta información es accesible para zonas de abastecimiento con más de 50 habitantes, o aquellas con menos que voluntariamente se registren, y que suministren más de 10m³ de agua al día

Puedes consultar los datos por comunidades autónomas, provincias, municipios e incluso distritos. Además, puedes acceder al listado de laboratorios acreditados por si quieres analizar una muestra.

En conclusión, el agua del grifo en España está generalmente bien regulada y es segura para el consumo. La mayoría de las provincias españolas ofrecen agua de calidad aceptable o excelente.

Sin embargo, la calidad, así como el olor y sabor del agua, varían significativamente entre regiones debido a factores como la mineralización y la presencia de sustancias como calcio, magnesio y cloro.

Las regiones con las mejores aguas del grifo incluyen A Coruña, Pontevedra, León, Valladolid, entre otras, mientras que las aguas con mayor dureza y sabor menos agradable se encuentran en Zaragoza, Teruel, Valencia y Almería.

Bibliografía

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• BOE-A-2023-628 Real Decreto 3/2023, de 10 de enero, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua de consumo, su control y suministro. (s/f). Recuperado el 26 de enero de 2024, de Boe.es website: https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2023-628
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• SINAC – Sistema de Informacion Nacional de Aguas de Consumo. (s/f). Recuperado el 26 de enero de 2024, de Gob.es website: https://sinac.sanidad.gob.es/CiudadanoWeb/ciudadano/informacionAbastecimientoActionEntrada.do