Así es un hotel bioclimático por dentro: alojarte siendo sostenible

En su objetivo de ser lo más eficientes y respetuosos con el medio ambiente, analizamos qué es un hotel bioclimático.

Jessica Rodriguez

Jessica Rodriguez

En medio del Valle del Hontanar, limitando con el Parque Nacional de Cabañeros, se encuentra El Refugio de Cristal, un hotel que no es como cualquiera. Se trata de un hotel bioclimático. Esta tipología de hoteles están centrados en ser lo más eficientes y respetuosos con en el medio ambiente.

Se trata de un hotel aislado, cerca de la población de Hontanar (Toledo) que está totalmente introducido y adaptado al campo.

Qué es un hotel bioclimático

Cuando se habla de un hotel bioclimático, se hace sobre todo desde un punto de vista arquitectónico. En arquitectura, una construcción bioclimática es aquella que, de alguna manera, aprovecha los recursos naturales, la orientación o el terreno para hacer un uso mínimo de los recursos fósiles.

Recursos de El Refugio de Cristal

En el caso de El Refugio de Cristal intentan ser ecológicos a través de la utilización de placas solares térmicas. Para calentar el hotel en general y las habitaciones en particular en la época invernal, utilizan un método muy innovador, a la par que original.

Y es que en la zona en la que se encuentra este hotel bioclimático hay una gran cantidad de olivares. Es por ello que los huesos de aceituna son uno de los desperdicios más comunes de la zona.

Teniendo en cuenta su alto poder calorífico, hacen uso de una caldera específica para poder transformarlo en energía y mantener así una temperatura adecuada en las épocas de más frío. De esta manera, evitan el consumo de gas u otros recursos que resultan más perjudiciales para la naturaleza.

También en este hotel las aguas grises de las propias duchas son reutilizadas para poder usarlas posteriormente en los retretes. Además, la piscina es de cloración salina. Eso significa que en vez de utilizar el cloro, químicos o una combinación de demasiados productos, utilizan la sal. Y es que la sal, químicamente procesada, se transforma en cloro.

Tampoco hay que dejar de nombrar el huerto propio de este hotel bioclimático. De esta manera, disponen de productos para las comidas de sus hospedados a tan sólo 20 metros de las instalaciones.