¿Los humanos «hibernan»? Un estudio demuestra que dormimos diferente en invierno

El descanso de las personas es más profundo y prolongado en invierno que en verano con un sueño menos profundo en otoño.

Pablo Ramos

Pablo Ramos

Las personas no hibernan pero sí alteran su sueño durante las estaciones del año, especialmente en invierno. Esta es una de las principales conclusiones de un reciente estudio, publicado en la revista Frontiers in Neuroscience, que ha evaluado la duración del sueño REM en diversos momentos del año.

De este modo, el descanso de las personas es más profundo y prolongado en invierno que en verano con un sueño menos profundo en otoño. “La arquitectura del sueño humano varía sustancialmente según las estaciones en una población”, apunta Dieter Kunz, autor principal de este estudio e investigador de la Clínica de Sueño y Cronomedicina del Hospital St Hedwig de Berlín.

Más sueño REM en invierno

Durante el trabajo, los expertos analizaron los datos de estudios del sueño de cerca de 300 personas obtenidos en un laboratorio especial donde se pide a los pacientes que duerman de forma natural sin despertador. Así, se puede controlar la calidad, el tipo de sueño y su duración.

Además, hay que destacar que todos los pacientes residían en un entorno urbano con baja exposición a la luz natural y alta contaminación lumínica. Unos factores que debería afectar cualquier estacionalidad regulada por la luz. 

Tras el análisis de los datos, los expertos estimaron que el sueño REM fue 30 minutos más largo en invierno que en verano.No obstante, los expertos destacan que la variación del sueño puede ser incluso mayor. 

Los expertos estimaron que el sueño REM fue 30 minutos más largo en invierno que en verano

Qué es el sueño REM 

El sueño REM es la fase más profunda durante el descanso y al dormir en la que se producen movimientos oculares rápidos. En esta fase, el funcionamiento cerebral está muy activo mientras que el resto del cuerpo permanece inactivo. Un aspecto fundamental en la memoria y el aprendizaje de las personas. 

Según los expertos, el sueño REM está directamente relacionado con el reloj circadiano, un sistema que se ve alterado por los cambios de luz de forma natural. «Posiblemente, uno de los logros más preciados en la evolución humana es la casi invisibilidad de la estacionalidad a nivel de comportamiento», detalla Kunz.

En concreto, durante el invierno la fisiología humana se regula a la baja por lo que se debe tomar medidas para adaptar la vida social a este ritmo. “En general, las sociedades necesitan ajustar los hábitos de sueño, incluida la duración y el tiempo, según la temporada, o ajustar los horarios escolares y laborales a las necesidades de sueño estacionales”, advierten los autores del estudio”, recalca Kunz.