Infusiones caseras para el gripe y el resfriado

Perfectas para aliviar los síntomas cuando haya malestar

Jessica Rodriguez

Jessica Rodriguez

La gripe y el resfriado resultan muy molestas por los síntomas con los que se presentan: fiebre, tos, congestión, dolor de garganta, etc. Muchas veces, acompañadas de su debido tratamiento médico, las infusiones caseras pueden ayudar a aliviar estos síntomas y a que la recuperación sea más llevadera.

Si estás pasando un resfriado o si la gripe te está causando estragos, apunta los ingredientes que te contamos y añádelos en un taza para disfrutar las mejores mezclas.

Infusiones caseras que tienes que conocer

Té, miel y limón, un clásico

En una taza, añade agua caliente (ya sea en el microondas o en un cazo). Después, haciendo uso de un filtro, añade unas cuantas hojas de té. Cuando el agua se haya teñido, dependiendo del gusto de cada uno, añádele una cucharadita de miel. Esta estimula al sistema inmunológico.

Por último, exprime medio limón por encima y remueve todo con una cucharada. El limón también es muy beneficioso para el cuerpo humano, ya que ayuda a reforzar las defensas.

Tomillo y jengibre, un dúo ganador

De la misma manera que la receta anterior, primero hay que verter agua caliente en una taza. Con un filtro, coloca ramas de tomillo y un par de láminas de jengibre fresco. Lo bueno del tomillo es que alivia el dolor de garganta y fortalece el sistema inmunitario. Por su lado, jengibre es un antibiótico natural.

Pasados unos minutos, retira el filtro. Para suavizar el sabor intenso de estos dos ingredientes, añade un poco de leche (del origen que tu quieras) y endúlzalo con azúcar moreno. Seguro que te encantará.

Hierbabuena, sáuco, y limón

Otra de las recetas de infusiones caseras más originales contiene agua, hierbabuena, sáuco y limón. Para prepararla, el proceso es el mismo que las anteriores.

Primero hay que verter agua en una taza. Después, añadir las ramas de hierbabuena (que ofrecen beneficios frente al dolor de garganta) y sáuco (útil contra la tos y la fiebre) usando un filtro. El toque ácido lo da el limón. Con exprimir medio limón de tamaño pequeño es más que suficiente.

Si se disfruta más del sabor dulce que del ácido, se puede añadir, como en la infusión anterior, un poco de azúcar moreno.