La calidad del aire y el nivel polen «se relajan» con la borrasca Karlotta

Durante las dos semanas en las que la situación de estabilidad atmosférica ha impuesto entre finales de enero y principios de febrero, la contaminación atmosférica de algunos lugares del país registró niveles muy elevados, perjudicando a la calidad del aire.

Sumado a esto, fenómenos como la calima y la inversión térmica empeoraron aún más la baja calidad del aire. Tanto en la península como en las Islas Canarias. Eestaciones de las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Bilbao llegaron a presentar índices bajos y potencialmente dañinos para algunas personas con problemas respiratorios.

Situación parecida se ha producido con el polen. El calor y las altas temperaturas son las causas principales de los elevados índices polínicos que han elevado los niveles de alergia. Por ejemplo, el polen de cupresáceas ha registrado niveles más altos de lo habitual en puntos Córdoba, Granada, Sevilla, Bilbao, Pamplona, Madrid, Ávila, Salamanca o Ciudad Real.

Reducción de la contaminación y niveles de polen 

Sin embargo, la llegada de la borrasca Karlotta a España, las lluvias y el fuerte viento cambiará esta situación. Este fenómeno va a «barrer» prácticamente todo el país de oeste a este con, vientos intensos y precipitaciones abundantes. 

Estas condiciones ambientales van a propiciar a buen seguro una reducción de los niveles de polen, de la incidencia de los síntomas de alergia y una mejoría de la calidad del aire.