La COP28 calienta motores con estos objetivos en agenda
Los principales incluyen mantener el aumento de la temperatura promedio global por debajo de 2°C respecto a periodos preindustriales.
Mario Picazo
La COP28, como muchas otras COP anteriormente celebradas, llega con la esperanza de que los acuerdos que en ella se alcancen agilicen la acción contra el cambio climático.
Esta COP se celebra en Dubái durante la recta final de un año que ha registrado muchos extremos climáticos. Un 2023 que ha generado un gran impacto tanto en nuestro entorno, como en las especies que lo habitan.
La COP28 más urgente que todas las COP anteriores
Cada año, la Conferencia Anual de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Cambio Climático (Conferencia de las Partes o “COP) reúne a líderes, ministros y negociadores mundiales para acordar cómo abordar el cambio climático.
Vista la evolución del clima este 2023, con temperaturas récord, incendios descontrolados y sequías e inundaciones devastadoras, esta COP28 requiere una acción más urgente (si cabe) que la de ninguna otra COP. Es necesario llegar a cumplir los compromisos que se firmaron en la COP21 de París lo antes posible.
Los principales objetivos incluyen mantener el aumento de la temperatura promedio global por debajo de 2°C respecto a periodos preindustriales y seguir luchando por conseguir limitar el aumento a 1.5°C.
La lucha también implica una adaptación al cambio climático y generar resiliencia. A la vez, se debe potenciar el apoyo económico para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero y apoyar económicamente a los países con menos recursos, ya que son más vulnerables al impacto de un clima más extremo.
Puntos destacables a tratar en la COP28 de Dubai
La COP28 tiene una amplia agenda este año porque entre otras cosas marca la conclusión del Primer Balance Global que sirve para evaluar el progreso del Acuerdo de París firmado en 2015.
A día de hoy no estamos en la senda prevista para cumplir los objetivos del acuerdo. Sin embargo, como año que se celebra la COP, hay ¨esperanza¨ de que los gobiernos elaboren una hoja de ruta que acelere la acción climática.
En materia económica, se necesita dar un gran impulso a los acuerdos que ya en la COP27 se firmaron para poner en funcionamiento el fondo de pérdidas y daños destinado a los países que más sufren el impacto del cambio climático.
También debería ponerse en marcha con mayor ímpetu que en otras COP, las negociaciones necesarias para avanzar en materia de transición energética y de transformación de los sistemas alimentarios. En este contexto no van a faltar tampoco los debates y negociaciones sobre financiación climática.
Moldeando la hoja de ruta del Acuerdo de París
Esta COP28 puede servir para evaluar el progreso global hacia el logro de los objetivos y el propósito del Acuerdo de París.
De lo que se concluya en ese apartado se puede planificar una nueva hoja de ruta que sirva para orientar a los gobiernos sobre cómo fortalecer la acción, el apoyo y la cooperación internacional en materia de cambio climático.
En septiembre de 2023 se publicó un informe que muestra que el Acuerdo de París ha reactivado la acción climática a nivel mundial y que se han logrado avances significativos.
Sin embargo, también deja claro que queda mucho por hacer y apunta con detalle la ruta a seguir para realmente convertir en una realidad la acción propuesta.
La adaptación y la resiliencia climática, temas centrales de debate
La adaptación y el desarrollo de resiliencia frente al cambio climático y la evaluación de las pérdidas y daños generados por el cambio climático es uno de los temas centrales de esta COP28.
Los gobiernos implicados tienen que ponerse de acuerdo con los fondos destinados para pérdidas y daños. Algunas cuestiones que se pondrán sobre la mesa según ha informado Naciones Unidas son: ¿qué países deberían recibir apoyo? ¿de dónde debería venir el dinero de esos fondos?
También se plantea acabar de elaborar un informe que ya está en marcha sobre el compromiso de los países desarrollados de duplicar la financiación para la adaptación con respecto a los cifras de 2019 para 2025, tal y como se acordó en la COP26.
La financiación para la adaptación está muy por debajo de lo que hoy en día sería necesario. En 2022, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente ya estimó que las necesidades anuales de adaptación de los países en desarrollo oscilarían entre los 160.000 y 340.000 millones de dólares para 2030 y entre 315.000 y 565.000 millones para 2050.
Aumentar el ritmo al que eliminamos los combustibles fósiles
Ya en la COP26 se contempló por primera vez que una COP incluyera una referencia a cualquier tipo de combustible fósil. Entonces, en Glasgow, se acordó ¨ acelerar los esfuerzos para la eliminación gradual de la incesante energía a base de carbón y la eliminación gradual de los subsidios ineficientes a los combustibles fósiles».
En la COP27 se dio un paso más y una coalición de más de 80 países presionó para que el lenguaje de la COP26 sobre el carbón se ampliara para incluir todos los combustibles fósiles.
Por esa razón en la COP28 se espera que el tema de la eliminación gradual de los combustibles fósiles sea otro punto central de las negociaciones.
Sin embargo, los expertos advierten que focalizar en este tema de reducir los combustibles fósiles o las emisiones de estos combustibles, podría quitar peso a la necesidad de eliminar gradualmente la producción y el uso reales de carbón, petróleo y gas.
Frente a esta acción fundamental de reducir el uso de combustibles fósiles está la de debatir sobre los objetivos para aumentar la energía renovable y mejorar la eficiencia energética. La idea es perseguir y fomentar esfuerzos para triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial.
Buscar soluciones palpables para el sector alimentario
Los sistemas alimentarios y la agricultura son dos de los temas que más protagonismo van a tener en esta COP28.
La idea es plantear objetivos bien definidos para la descarbonización de los sistemas alimentarios de cada uno de los países participantes junto con sus estrategias y planes de acción nacionales en materia de biodiversidad.
Este tema ya se trató con mayor profundidad en la COP27 de Egipto. En esta COP28 se hace un llamado para que los sectores público y privado se comprometan con fondos y tecnología para la transformación del sistema alimentario y la agricultura.
Hay que tener en cuenta que a nivel global los sistemas alimentarios contribuyen con un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por el hombre. Por eso, es hora de plantear soluciones tecnológicas que ayuden a reducir la huella de carbono del sector.
Junto con el tema tecnológico también se va a hablar de cómo mejorar el uso de la tierra para evitar su degradación a la vez que se reduce la deforestación.
Financiación en aumento para pagar la factura del cambio climático
El tema del dinero aparece de forma recurrente sobre la mesa de negociaciones de las COP. En 2009, los países desarrollados se comprometieron con una aportación de 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020 de una serie de fuentes públicas y privadas.
Lo cierto es que no se ha demostrado sobre papel que ese dinero haya aparecido o por lo menos que se haya destinado a la función prevista. En la COP28, será un suma y sigue de unas negociaciones que ya en la COP27 hicieron mucho ruido.
La fecha límite para llegar a un acuerdo es 2024. Por eso los países implicados esperan que en Dubái se sienten las bases para la COP del año que viene. Los compromisos relacionados con la ampliación y el cumplimiento de la financiación climática son fundamentales para que otras acciones vitales de la lucha contra el cambio climático se acaben materializando como está previsto.