Lluvia artificial en China: ¿cómo es posible que hicieran llover?

Estos días atrás, China sembró las nubes para provocar lluvia artificial sobre regiones del centro del país. ¿Cómo lo hicieron?

Roberto Granda

Roberto Granda

Estos días se ha hablado mucho sobre la siembra de nubes realizada en China para provocar «lluvia artificial«. El país arrastra una importante sequía en algunas de sus regiones, acompañada además de una relevante ola de calor.

Esto ha llevado a las autoridades a realizar siembra de nubes para provocar la lluvia. ¿Ha funcionado? ¿Cómo lo hacen?

La mayor sequía en décadas y la ola de calor más importante registrada

El país asiático arrastra, en sus regiones del centro del país, una importante sequía desde hace varios meses. Las lluvias han sido muy escasas, con valores que apenas han alcanzado en algunas regiones el 60% de lo que es normal.

China también arrastra una ola de calor continua de ya dos meses de duración, con máximas que han llegado a superar numerosos días los 38ºC e incluso los 40ºC. Estas temperaturas tan elevadas favorecen la evaporación, agravando considerablemente la sequía.

lluvia artificial China
Fuente imagen: Pixabay

Una buena prueba de la gravedad de esta sequía es el estado del río Yangtsé. Este importantísimo río, que es clave para la economía mundial y sobre todo para la población China, está en uno de sus peores estados en décadas. La amplitud y profundidad del río se han visto fuertemente reducidas, quedando parte del lecho al descubierto.

La siembra de nubes: ¿cómo funciona? ¿Es útil?

Para intentar paliar la sequía, el gobierno chino ha decidido proceder a la siembra de nubes en las regiones más afectadas. Con esto, China espera provocar lluvia artificial en las regiones donde se practique. Sin embargo, ¿qué es la siembra de nubes? ¿Es un proceso eficaz?

La siembra de nubes sigue un principio básico: introducir núcleos de condensación en las nubes apropiadas (se deben cumplir ciertas condiciones). Estos núcleos de condensación servirán para “acumular” agua en torno a ellos, de tal forma que se formen gotas lo suficientemente grandes como para precipitar.

El método más habitual suele ser la inyección de yoduro de plata a las nubes, bien sea mediante cohetes o mediante quemadores. Sin embargo, ¿es eficaz?

lluvia artificial China
Fuente imagen: Pixabay

Teóricamente, el proceso debería contribuir y favorecer las lluvias. Sin embargo, en la práctica es muy difícil comprobar su efecto real. ¿Habría llovido de no introducir el yoduro de plata? Es una respuesta que, por la complejidad y no replicabilidad de la atmósfera, es imposible responder.

Algunos estudios apuntan que estos métodos podrían favorecer un aumento de hasta el 10% en las lluvias, pero este porcentaje entraría dentro de la variabilidad esperable por la propia atmósfera. Por tanto, no es posible comprobar con seguridad si el proceso está funcionando.

La lluvia artificial en China tiene historia, y no es el único país que siembra nubes

El proceso de siembra de nubes no es ajeno a la mayoría de países del mundo. En los países occidentales, como España o Estados Unidos, el proceso es bien conocido y se han realizado estudios y proyectos. No obstante, es China el país que más ha invertido y avanzado en ello.

En esta ocasión, los “cazadores de nubes” realizaron una siembra hace unos días, ya que las condiciones eran las apropiadas para ello. Fuera o no por la siembra, la realidad es que llovió en el área de la provincia de Hubei dónde se realizó, ayudando a paliar algo la sequía.

lluvia artificial China
Fuente imagen: Pixabay

En el pasado, China ya ha realizado algunas siembras de nubes con cierta repercusión. El conocimiento de los procesos ha mejorado con los años, y la inversión del gobierno asiático ha sido elevada.

Cabe destacar que no sólo se ha realizado siembra de nubes para provocar la lluvia. También se han realizado modificaciones para garantizar cielos despejados: este fue el caso durante los juegos olímpicos de Pekín, en 2008. En esta ocasión, se realizó la modificación para impedir que lloviera durante la celebración del evento.