Llegan las «modestas» Dracónidas de 2022

En la madrugada del 8 al 9 de octubre, las Dracónidas llegarán a su pico de actividad en 2022. Es una lluvia de estrellas que, por lo general, pasa desapercibida porque la cantidad de meteoros producida es muy baja. Aunque a veces hay excepciones…

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

En la madrugada del 8 al 9 de octubre, las Dracónidas llegarán a su pico de actividad en 2022. Es una lluvia de estrellas que, por lo general, pasa desapercibida porque la cantidad de meteoros producida es muy baja. Aunque a veces hay excepciones.

Las Dracónidas en 2022 van a ser muy difíciles de observar

Por desgracia, las Dracónidas en 2022 van a quedar muy deslucidas, porque su pico de actividad coincide con la jornada en que la Luna entrará en fase de luna llena. Esto quiere decir que nuestro satélite estará en el firmamento durante toda la noche.

Para colmo de males, las Dracónidas, por lo general, no suelen ser una lluvia de estrellas especialmente vistosa. En condiciones ideales, normalmente apenas llega a producir diez meteoros por hora. Algo solo observable en cielos con condiciones perfectas.

La contaminación lumínica, así como el brillo de la Luna, provocan que esa cifra se reduzca drásticamente. Por otro lado, hay algunos motivos para no perder la esperanza, cada año, con una lluvia de estrellas que podría parecer que no merece mucha atención.

Llegan las Dracónidas de 2022, una lluvia de estrellas modesta
Fuente imagen: Pixabay

Las Dracónidas son el producto de un pequeño cometa, llamado 21P/Giacobini-Zinner. Completa una órbita alrededor del Sol cada 6,6 años, y su perihelio (el punto más cercano de su órbita) es similar a la distancia que separa a la Tierra de nuestra estrella.

En su punto más lejano, se va más allá de la órbita de Júpiter. El cometa destaca, además, por ser el primero visitado por una nave. Fue el objeto de la misión International Cometary Explorer, que lo visitó allá por 1985.

Los restos que el cometa deja tras de sí no están distribuidos de manera uniforme a lo largo de su órbita. La mayoría sigue cerca del propio cometa. Así que, cuando vuelve a estar en nuestro vecindario, en ocasiones puede producir una lluvia de estrellas espectacular.

A la caza de las tormentas de meteoros de las Dracónidas

Cuando una lluvia de estrellas alcanza una tasa de meteoros muy elevada, puede ser denominada tormenta de meteoros. Las Dracónidas se han convertido, en diferentes ocasiones, en tormentas de meteoros. Sucedió así en 1933 y 1946, con miles de meteoros por hora.

En 1985, 1998 y 2018, igualmente, la lluvia de estrellas produjo una actividad superior a la normal, si bien no se llegó a alcanzar la frecuencia de una tormenta de meteoros. Júpiter ha perturbado la órbita del cometa, por lo que no se esperan tormentas de meteoros próximamente.

A pesar de ello, no son pocos los que intentan observar la lluvia de estrellas por si se diese una actividad más alta de lo normal. Las Dracónidas destacan por ser una lluvia muy breve. Sólo están activas desde el 6 al 10 de octubre.

lluvia de estrellas draconidas octubre
Fuente imagen: Pixabay

La radiante, el punto desde el que parecen proceder los meteoros, se encuentra en la constelación de Draco, en el hemisferio norte. De hecho, es circumpolar desde la Península Ibérica. Es decir, nunca se pone bajo el horizonte.

Por ello, podemos probar suerte incluso después del atardecer. Algo que no es frecuente en las lluvias de estrellas, porque generalmente es necesario esperar a las últimas horas de la noche. La expectativa es que las Dracónidas de 2022 sean muy discretas.

La luna llena será una interferencia muy seria, porque la mayoría de meteoros quedarán ocultos tras su brillo. Además, no se espera que el cometa responsable vuelva a visitar el entorno de la Tierra hasta 2025, por lo que la actividad debería ser baja.

Siempre puede haber sorpresas

A pesar de todo esto, es posible que las Dracónidas, este año, tengan una actividad por encima de lo normal. No parece lo más probable, pero es cierto que siempre es una posibilidad. Si fuese así, podríamos ver un buen puñado de estrellas fugaces.

Aunque la Luna seguiría siendo un gran obstáculo, si la cantidad de meteoros es lo suficientemente elevado, no todos quedarán obstruidos por el brillo de nuestro satélite. Como siempre, hay que cumplir con los puntos básicos:

– Tener un cielo lo más libre de contaminación lumínica posible.

Llegar a la zona de observación al menos 30 minutos antes. Para dar tiempo a nuestra vista para acostumbrarse a la oscuridad. Así tendremos más oportunidades de éxito.

perseidas 2019
Una perseida, fotografiada en Egipto en 2017. Fuente imagen: Wikimedia Commons/Ahmed abd elkader mohamed

Esto no asegura, ni mucho menos, que vayamos a ver estrellas fugaces. Las Dracónidas, en el conjunto de las lluvias de estrellas del año, no está entre los grandes atractivos. Las Perseidas, las Gemínidas, y, en menor medida, las Cuadrántidas, resultan mucho más atractivas.

Todas ellas tienen, regularmente, la previsión de producir al menos unos 100 o 120 meteoros por hora. Muy por encima de los diez de una lluvia como la de las Dracónidas. Las buenas noticias son que, en octubre, tenemos otra cita.

Porque, en la jornada del 21 al 22 de octubre, tendrá lugar el pico de actividad de las Oriónidas. Pueden llegar a dejar hasta veinte meteoros por hora, y las condiciones de observación serán mucho más favorables que en esta ocasión.