Medios de transporte sostenibles para esta Semana Santa
¿Estás preparando tus vacaciones? Te decimos cuales son los medios de transporte sostenibles para esta Semana Santa.
María José Montesinos
Las vacaciones de Semana Santa nos pillan con más ganas de viajar que nunca. A la hora de moverse, el método de viajar que escojamos puede tener un impacto ambiental muy distinto. Siendo algunos medios de transporte más sostenibles, por encima de otros que no lo son tanto.
La huella de carbono del transporte
El sector del transporte es uno de los que más contribuyen a la huella de carbono de la Unión Europea, ya que supone aproximadamente el 25% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
Evidentemente, no todo este transporte se refiere al turismo, ya que buena parte está englobado en el transporte de mercancías. No obstante, sirve para hacernos idea del impacto ambiental que tiene cada vez que viajamos.
Las emisiones del sector del transporte proceden sobre todo de los viajes por carretera (72%), mientras que el transporte marítimo y la aviación suponen el 14% y el 13% de las emisiones.
Por su parte, el tren representa el 0,4%, según la Agencia Europea del Medio Ambiente. Estos datos ya nos dan unas buenas pistas de cuáles son los medios de transporte sostenibles.
El transporte aéreo es uno de los más contaminantes.
Muchos habrán soñado desde hace meses con volar lejos de España durante estas vacaciones. Ante esto, es necesario recordar que el transporte aéreo es uno de los sectores más contaminantes y de los que más contribuyen al cambio climático.
En los últimos tiempos incluso ha generado un movimiento, en el que ha tenido mucho protagonismo la joven activista sueca Greta Thunberg, que es el flygskam, o la vergüenza de volar. Tampoco se pueden obviar aquí medidas como las que ha tomó en su Francia de prohibir los vuelos nacionales que se puedan hacer en tren.
El avión es uno de los medios de transporte más insostenibles, aunque la industria aeronáutica investiga cómo reducir los consumos o el desarrollo de biocombustibles. Aun así, sigue siendo en términos generales, el transporte menos sostenible.
El tren es el mejor medio de transporte si nos fijamos en el impacto ambiental.
Frente al avión, y especialmente en distancias medias y cortas, el tren es el mejor medio de transporte (si atendemos a su impacto ambiental).
Su huella ecológica es mucho menor, tanto porque sus consumos son más reducidos que el transporte aéreo, como porque la energía que utiliza suele ser la electricidad, con lo que puede ser cero emisiones si esta procede de fuentes renovables.
En España la red de trenes de alta velocidad, si bien han sido muy contestados por su evidente impacto ambiental sobre el entorno, permite que el turismo interior entre las principales ciudades españolas quede conectado de manera rápida.
El tren, el rey de los medios de transporte sostenibles
De este modo, viajar en tren entre numerosos destinos de interior resulta más veloz que el avión. Y lo es porque evita los tiempos de traslado al aeropuerto. Una vez allí, también disminuya los de espera en embarques o recogida de equipajes. Pero, ante todo, significa una importante reducción de la huella de carbono de nuestro viaje.
Volar de Madrid a París suponen 163 kilos de CO2 por pasajero, frente a los 24 kilos del ferrocarril.
Pero, incluso si pensamos en desplazamientos internacionales, el tren resulta mucho más sostenible. El informe ‘Europe in Rail’ presentado en el año 2021, uso un ejemplo muy ilustrativo.
Mientras un viaje en avión de Madrid a París genera 163,10 kilos de CO2 por pasajero, ese mismo trayecto en un tren de alta velocidad emite 24,75 kilos de CO2, es decir, menos de una sexta parte.
El tren es un medio de transporte tranquilo, que nos permite contemplar el paisaje mientras vamos recorriendo kilómetros. Rutas costeras, rutas de montaña o rutas por pequeños pueblos pueden ser un auténtico placer si aparcamos las prisas y nos dedicamos a vivir la experiencia viajera en toda su totalidad.
Y nuestra huella de carbono sobre el planeta habrá sido mínima en comparación con otros tipos de desplazamiento.
Transporte por carretera y ferrocarril
La sostenibilidad del tren sobre el avión es evidente, pero también el ferrocarril resulta más ecológico que el transporte por carretera.
Un viaje de Barcelona a Madrid en avión genera 114 kilos de CO2 por pasajero, mientras que las emisiones en coche son algo más de 29 kilos, y 17,2 kilos si vamos en tren, según cálculos extraídos de la plataforma ecopassenger.com.
Más pasajeros por vagón que su equivalente en coches elevan la sostenibilidad del tren .
Además, aunque la construcción de las vías y otras instalaciones ferroviarias suponen, sin duda, un impacto, son menores que las infraestructuras del transporte por carretera.
Y aportan un mejor equilibrio, ya que un vagón de tren puede llevar muchos más viajeros que el volumen que ocuparían los coches para transportarlos por carretera.
Como medio de transporte compartido, el tren se sitúa por encima del automóvil particular. Esta circunstancia se corrige si optamos por viajar en autobús, Un transporte público resulta más eficiente al dividir los kilómetros recorridos entre más pasajeros.
De este modo ocupan un lugar de preferencia entre los medios de transporte sostenibles.
El coche, el preferido entre los medios de transporte sostenibles
El coche será el medio escogido por la mayoría de los españoles para estas vacaciones. Es una tendencia que compartimos con el resto del continente, ya que el 81% de los europeos prefiere coger su vehículo para irse de vacaciones.
Frente a él, el 9,3% que utiliza el autobús y un 7,6% que opta por el tren, según datos de la Comisión Europea.
Los vehículos eléctricos son la opción más sostenible.
Si nos preocupa la sostenibilidad, al viajar en coche lo mejor es elegir un automóvil de emisiones cero. Para eliminar la huella de CO2 lo óptimo es un coche eléctrico. Los vehículos híbridos, que combinan electricidad y gasolina, son la siguiente mejor opción, seguidos de los coches con un consumo de combustible más eficiente.
Más allá del tipo de coche que utilicemos, una conducción responsable puede reducir mucho nuestras emisiones. Acciones como arrancar pisando poco a poco el acelerador, utilizar las marchas largas o mantener una velocidad constante garantizan menor consumo de combustible.
Como consecuencia, esto supone menos contaminación.
Llevar las ruedas a la presión adecuada reduce el consumo y las emisiones.
Otros consejos como conducir con una presión adecuada en los neumáticos, no llenar de peso el vehículo o evitar bajar las ventanillas son también una gran ayuda para que el depósito nos dure más y emitamos menos CO2 a la atmósfera.