Día de Asturias: los 10 tesoros naturales que alberga el «paraíso natural»
Un paseo por algunos de los mejores tesoros naturales del paraíso asturiano.
David Escribano
Asturias es una región bendecida con grandes dones por la madre naturaleza. En ella, los lagos emergen, prehistóricos y cristalinos, entre montañas tapizadas de verde; playas solitarias aguantan, impasibles, el violento embate de las aguas del Cantábrico; e interminables prados sirven de paraíso a un ganado que pasta sin preocupaciones. Los mejores tesoros naturales de Asturias no dejan indiferente a nadie.
En cualquier época del año, el paisaje del Principado nos sorprende con colores, aromas y formas que quedarán grabadas en nuestra memoria viajera.
Estos son algunos de los mejores tesoros naturales de Asturias:
1. Lagos de Saliencia, Parque Natural de Somiedo
Una ruta circular de unos 8 kilómetros sirve para adentrarnos en uno de los mejores tesoros naturales de Asturias: los lagos de Saliencia.
Se trata de un conjunto de cuatro lagos (La Mina, La Cueva, Calabazosa y Cerveriz) de origen glaciar. Se encuentra a la sombra de los bellos e irregulares picos del macizo de Los Albos.
El color de los lagos varía según la luz del sol. Lo mismo sucede con los prados y salientes pétreos de un paraje paisajístico que no sólo atrae al ser humano, sino que también se haya frecuentado por los fascinantes osos pardos de las montañas del norte.
2. Lagos de Covadonga
Otros lagos, los de Covadonga, se encuentran entre los parajes naturales más bellos de Asturias. Y es que, Covadonga es mucho más que un enclave religioso, famoso por su santuario labrado en una cueva.
Aquí, dentro de los dominios del Parque Nacional de los Picos de Europa, se hallan los lagos Enol y Ercina, apareciendo, en la época de deshielo, la laguna Bricial.
Las verdes praderas y los picos montañosos sirven de complementos perfectos para crear un paisaje digno de admirar.
3. El bosque de Muniellos
Dicen las estadísticas que el de Muniellos es el mayor robledal que se puede encontrar en España y uno de los mejores conservados del viejo continente.
Comprendido en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, es uno de los mayores tesoros naturales de Asturias, contando con una de las comunidades animales y vegetales más ricas de Europa.
Se trata de una masa forestal centenaria dominada por los robles, pero donde también se pueden admirar acebos, hayas, tejos y abedules.
Es un gran lugar para hacer senderismo y también un emplazamiento histórico, pues de estos árboles se obtuvo la madera para construcción de los barcos de la famosa Armada Invencible. Una curiosidad que pocos conocen.
4. La Senda del Oso
La Vía Verde de la Senda del Oso es otro de los paraísos naturales de Asturias. Esta senda sigue el viejo trazado de la vía férrea que se utilizó para llevar el carbón desde las minas de Proaza y Teverga a la población de Trubia.
El recorrido se puede realizar en bicicleta o a pie, pasando por bosques, bellos desfiladeros, pueblos con aire medieval y una reserva en la que se encuentran Paca y Molina, dos osas pardas que se quedaron huérfanas al poco de nacer y fueron cuidadas por humanos desde entonces.
5. La Ruta de los Miradores
También conocida como la Senda Costera de Muros del Nalón, esta será considerado como uno de los tesoros naturales de Asturias para aquellos que aman las playas y costas salvajes.
Se encuentra en la parte occidental del litoral asturiano y se trata de un recorrido, de algo menos de 10 km (ida y vuelta), que regala estupendos miradores y accesos naturales a playas con un encanto rústico irrechazable, como las de La Atalaya, las Llanas, Xilo o Aguilar.
Aguas cristalinas, bosques, acantilados cubiertos de verde y arenas finas y doradas son la inestimable recompensa que encontraremos al realizar la ruta.
6. Bufones de Pría
Cerca de Llanes se halla un fenómeno natural que llama la atención de todos los viajeros que se acercan a Asturias.
Los Bufones de Pría son una especie de chimeneas que se originan por las grietas que aparecen en las rocas de unos acantilados pegados al mar.
Los días de fuerte oleaje, el agua del mar y el aire se combinan para crear una especie de géiseres que emanan con fuerza a través de esas grietas. Un auténtico espectáculo visual.
7. La playa de Gulpiyuri
A unos 10 km de los bufones de Pría, la playa de Gulpiyuri es otro de los tesoros naturales de Asturias. Se trata de una playa especialmente fotogénica y extraña, pues parece que el agua salada ha sido puesta ahí por arte de magia.
Sin embargo, el truco reside en la existencia de un túnel que el agua del Cantábrico ha excavado entre las rocas para llegar hasta ese paraje de admirable belleza.
8. Parque Natural de Ponga
Situado en el corazón de la cordillera Cantábrica, el Parque Natural de Ponga tiene una extensión de más de 20.000 hectáreas y presenta un espectacular hayedo de gran valor ecológico.
Entre sus árboles se pueden encontrar osos pardos, corzos o rebecos, mientras que los cielos están dominados por águilas reales, alimoches y buitres leonados. Un paraje tranquilo donde, además, se pueden degustar exquisitos quesos artesanos.
9. Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa
Declarado Reserva de la Biosfera, este parque es uno de los mejores lugares naturales de Asturias. En él, entre castros íberos y vías romanas de gran valor arqueológico, se encuentra un territorio de montañas con pronunciados contrastes.
Resalta en él la imponente silueta de Peña Ubiña, que con sus más de 2.400 metros de altura ejerce de barrera natural con las tierras leonesas. Es un territorio de gran biodiversidad, dominado por hayedos y en el que la fauna cantábrica se halla muy bien representada por especies como el urogallo cantábrico o el oso pardo.
10. Parque Natural de Redes
Atravesado por las aguas del río Nalón, el Parque Natural de Redes ofrece un buen número de sendas e itinerarios para explorarlo en profundidad.
Caminando por ellos, nos encontraremos formaciones de origen glaciar – como circos o morrenas -, interesantes cuevas kársticas, amplios pastos y montes cubiertos de bosques en los que predominan robles y hayas.
En estas tierras aún se puede encontrar al lobo, una especie cada vez más escasa y esquiva, pero que aún encuentra su hogar entre los mejores tesoros naturales de Asturias.