¿Qué es el metanol verde?
Dentro de las energías alternativas, el metanol verde destaca por ser el combustible líquido con menor huella de carbono.
María José Montesinos
Con la actual crisis climática, las fuentes de energía y los combustibles alternativos son cada vez más importantes. Entre estas alternativas renovables se encuentra el metanol verde.
Tradicionalmente, la producción de metanol se basaba en materias primas fósiles. Sin embargo, hoy en día, contamos con el metanol verde, que es un combustible limpio y bajo en emisiones.
Existen varios tipos de metanol: el gris, el azul y el verde.
Qué es
El metanol es un compuesto químico, en estado líquido. Se utiliza desde hace tiempo y cuenta con la ventaja de que está disponible en abundancia en la Tierra. Tradicionalmente se ha usado como componente químico y también como combustible.
La mayor parte del metanol producido en la actualidad se deriva de combustibles fósiles, principalmente gas natural y carbón.
Podría hablarse de varios tipos de metanol, según el origen de su producción y su grado de sostenibilidad ambiental. Por un lado se encuentra el llamado metanol ‘gris’ obtenido a través de uso de gas natural.
En este caso, al utilizarse fuentes fósiles en su fabricación, es un producto con una importante huella de carbono.
En segundo lugar encontraríamos el denominado metanol ‘azul’. Se trata de un metanol derivado del gas natural combinado con un proceso de captura y almacenamiento de carbono. Algo que lo convierte en un producto más sostenible.
El metanol verde es el producido con biomasa, con moléculas capturadas de CO2 o con fuentes renovables.
Y, finalmente encontramos el metanol verde, que sería aquel con una baja huella de carbono. El metanol verde puede generarse por tres vías.
Por un proceso de descomposición de la biomasa (por ejemplo, de residuos urbanos), derivado de electricidad generada con fuentes renovables, y el producido a través de la captura de moléculas de CO2.
Del hidrógeno verde al metanol limpio
Además, existe otra fuente de energía para generar metanol verde, en la que se está insistiendo mucho en España, que es el hidrógeno verde. A través de un proceso de electrólisis del agua se produce hidrógeno verde, con el que generar electricidad para ‘fabricar’ ese metanol verde.
Al intervenir sólo fuentes renovables, todo el proceso estaría libre de huella de carbono. Además de su uso como combustible, el metanol sirve también a la industria química como material base para una amplia gama de productos.
Es utilizado, por ejemplo, fibras poliméricas para la industria textil, plásticos para embalaje, pegamentos, pinturas, adhesivos, solventes y muchos otros productos.
Posibilidades para una industria de neutralidad climática
Por eso, aunque importa sobre todo su potencial como combustible ‘limpio’, el metanol verde tiene un gran potencial para revolucionar muchas áreas industriales diferentes. Además de convertir procesos que antes eran grises en procesos neutrales para el clima.
Sin embargo, toda la atención del momento se centra en las posibilidades del metanol verde como combustible. Especialmente de cara a su uso en el transporte. El sector del transporte produce una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases que provocan el cambio climático.
El metanol verde tiene la huella de carbono más baja de todos los combustibles líquidos
Consecuencias de usar el metanol verde
Encontrar un combustible que resulte operativo, es decir, que sea fácil no sólo de fabricar, sino de repostar y consumir, es importante.
Teniendo en cuenta estas premisas, el metanol verde está disponible en abundancia. Cabe destacar que ya están desarrollándose motores que funcionan con este carburante y que tiene la huella de carbono más baja de todos los combustibles líquidos.
Uno de los sectores que más está apostando en la actualidad por el metanol verde como sustituto sostenible de los combustibles fósiles es el del transporte marítimo. No hay que olvidar que se trata uno de los transportes más contaminantes y que más contribuyen a las emisiones de CO2,
Una de esas experiencias del impulso al metanol verde desde el transporte marítimo es el emprendido por la empresa danesa Maersk que se agrupa dentro la lista de las compañías mundiales más grandes dedicadas al comercio marítimo de mercancías.
Descarbonización del transporte
Los buques de todo el mundo usan gasoil para navegar. El objetivo de Maersk es descarbonizar toda su flota para el año 2040. Por lo tanto, este gigante del transporte marítimo debe buscar un componente alternativo.
Además, debe poder producirlo en las cantidades suficientes como para que no haya problemas en la cadena de funcionamiento. Y es que la disponibilidad de combustibles verdes es uno de los cuellos de botella en el desarrollo de energía limpias.
La naviera Maersk ha anunciado que producirá en España 2 millones de toneladas de metanol verde
El Ministerio de Transición Ecológica anunció recientemente que Maersk ha elegido a España como uno de los focos donde desarrollar este combustible. Con este plan está planteada la producción de unos dos millones de toneladas en dos enclaves portuarios de Galicia y Andalucía.
Para ello ha anunciado una inversión de 10.000 millones de euros y afirma que creará 85.000 empleos.
Puntos a favor
En la actualidad hay otros combustibles alternativos que se encuentran más desarrollados. Uno de ellos es el gas natural licuado (GNL), que ha vivido un auge especial tras la caída del suministro de gas ruso.
El GNL tiene la desventaja de que debe mantenerse a temperaturas muy bajas para para conservarse en estado líquido.
Por el contrario, entre las ventajas de usar metanol verde está que este combustible se encuentra en estado líquido a temperatura y presión ambiente.
De este modo, su uso y su transporte no requiere de condiciones especiales. Por lo tanto, resulta mucho más operativo sin necesidad de hacer grandes modificaciones a los sistemas convencionales.
Desventajas del metanol verde
No obstante, también hay desventajas en el metanol verde, o más bien limitaciones. La principal es la de su fabricación a partir de fuentes renovables como la biomasa o mediante la captura de moléculas de CO2. Se trata de un proceso complejo que sólo puede llevarse a cabo en caros centros de producción.
El desafío de lograr precios competitivos para las energías alternativas.
Por otra parte, la disponibilidad de energía y combustibles verdes a precios competitivos sigue siendo uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta la descarbonización de la economía.
Cabría decir que, a día de hoy, el mayor obstáculo para el uso del metanol verde es cómo asegurarse su abastecimiento. Hasta ahora son pocos los fabricantes que hay, por lo que, por el momento, su fabricación cuesta más que los combustibles convencionales.
Por el momento, su coste de fabricación al de los combustibles tradicionales
Finalmente, no hay que olvidar que el metanol, un líquido incoloro y volátil es una sustancia inflamable. Esto exige que sea usada con grandes dosis de precaución y con sistemas que garanticen una seguridad absoluta en su manejo.
Tampoco hay que olvidar que se trata de un líquido altamente venenoso y nocivo para la salud. No sólo para las personas sino también para la fauna marina.