La NASA podría enviar astronautas a la Luna durante un año

La NASA tiene como gran objetivo llegar a Marte en la década de 2030 por medio del envío de astronautas a la Luna durante un año.

Alejandro Riveiro

Alejandro Riveiro

La NASA tiene como gran objetivo llegar a Marte en la década de 2030 por medio del envío de astronautas a la Luna durante un año

VÍDEO: ¿CÓMO SERÍA LA VIDA EN MARTE?

Llegar hasta Marte no es tarea fácil. Ahora sabemos que la NASA tiene planeado construir una puerta al espacio profundo. Es el nombre con el que se refieren a una pequeña estación espacial que se situaría en la órbita lunar.

Su función será actuar como centro de pruebas para las operaciones y la tecnología necesarias para llegar al Planeta Rojo, Marte. Es parte de las dos primeras fases del plan para enviar seres humanos.

Eventualmente, esa presencia lunar también se convertirá en el punto de lanzamiento para enviar naves tripuladas a Marte. En lugar de partir desde la superficie de la Tierra, lo harían desde esta futura estación espacial.

Es posible que la primera impresión sea que la NASA se está complicando la vida al hacerlo así. Pero hacer un lanzamiento desde allí es más sencillo (hasta cierto punto, claro está). En la órbita de la Luna, por ejemplo, es necesario menos combustible para escapar de la gravedad de la Tierra.

Teniendo en cuenta esto, no sorprende que uno de los grandes objetivos sea tener una tripulación en órbita durante un año.  Allí estudiamos cómo se adapta el cuerpo humano a la estancia en el espacio durante tiempos prolongados.

Así que enviar astronautas a la Luna es una noticia muy interesante, pero no tanto por la duración, si no por el lugar. Los astronautas Scott Kelly y Mikhail Korniyenko han permanecido 340 días en la Estación Espacial Internacional.

Pasos previos a la llegada de la tripulación

Para que esa estancia de un año pueda llegar a buen puerto, sin embargo, serán necesarias varias misiones previas. En concreto, la NASA plantea realizar cinco viajes. Cuatro de ellos serían tripulados.

En estas misiones se enviarían las herramientas necesarias, como un módulo habitable para albergar a la tripulación, compuesta por cuatro personas. La quinta misión sería la encargada de transportar el vehículo que se empleará para el viaje rumbo a Marte.

Poder realizar una misión de un año de duración con esta nave en el espacio lunar permitirá a la agencia americana sería vital. Podrían recabar suficiente información para enviar la nave, tripulada, en un viaje de ida a Marte (y vuelta) que tendría una duración aproximada de 1.000 días.

Es decir, en el fondo, no dejamos de estar ante el anuncio de un ensayo previo a la auténtica misión para asegurar que todo sale lo mejor posible.

Nunca hemos enviado seres humanos más allá de la Luna. Así que es lógico que la NASA quiera ser extremadamente cuidadosa. Si la tripulación no sobreviviese al viaje por fallos en la preparación, las consecuencias podrían ser catastróficas para la exploración espacial tripulada en el futuro.

Del mismo modo, la perspectiva de tener una estación espacial habitada durante un año en la órbita de la Luna es atractiva por sí misma. Puede ser un primer paso hacia el desarrollo de asentamientos espaciales.

El Sistema de Lanzamiento Espacial

En la actualidad, las fases lunares del plan para llegar a Marte depende del Sistema de lanzamiento espacial (abreviado SLS por sus siglas en inglés) de la NASA. Será imprescindible para enviar tripulaciones y herramientas al espacio cislunar.

Es decir, a la región de espacio que se encuentra entre la Tierra y la Luna, incluyendo la órbita alrededor del satélite. La agencia americana quiere que sus vehículos realicen más de una órbita alrededor del satélite. Así como diferentes viajes dentro de la región cislunar.

Por ahora, el SLS no tiene una fecha definida de entrada en operación. Únicamente sabemos que su primer vuelo será la Misión de exploración 1 (EM-1, por el nombre en inglés), en algún momento de 2019.

La agencia está considerando la posibilidad de enviar una tripulación. De ser así, viajarían en la cápsula Orión. Es otra de las piezas del sistema de lanzamiento espacial, que de momento sólo ha sido utilizada en un vuelo de prueba a finales de 2014.

Así que estamos ante un proyecto que, en realidad, está todavía en una fase muy temprana. Eso sí, el camino para poder alcanzar Marte y que, en la década de 2030, un ser humano pueda poner un pie en la superficie de otro planeta del Sistema Solar, comienza en muy poco tiempo. Las dos primeras fases del plan, las que ha detallado la NASA recientemente, comenzarán en sólo unos meses, y van a ser esenciales.

Las fases para llegar a Marte

Ambas fases tienen como objetivo establecer esa puerta al espacio profundo. La estación espacial alrededor de la Luna, que comentaba al principio. La primera fase arrancará en 2018 y se extenderá hasta 2026.

Durante este período, se realizarán cuatro viajes al espacio cislunar, y se desplegarán cuatro piezas claves de la infraestructura necesaria. Un sistema de propulsión y energía, un hábitat para la tripulación, un módulo logístico (para investigaciones científicas), y una escotilla para otros vehículos. También podría incluirse un brazo robótico para dar más autonomía a las instalaciones.

En 2027 daría comienzo la fase 2, con el lanzamiento de una misión no tripulada que llevaría el vehículo de transporte del espacio profundo hasta la orbita cislunar. Esta sería la nave utilizada para el viaje a Marte. Después, se realizaría otro viaje para enviar a la tripulación que permanecerá allí durante un año.

A finales de la década de 2020, tendrían lugar otros vuelos para llevar los suministros necesarios para que los primeros vuelos a Marte, con tripulación humana, puedan realizarse en la década de 2030.

Si todos los plazos se cumplen, en una década podríamos tener seres humanos en la órbita de la Luna. Pero los beneficios de esta estrategia de la NASA no se notarán sólo en el viaje a Marte. También se dejarán sentir en la órbita baja de la Tierra.

Uno de los objetivos de la agencia americana es la explotación comercial de la órbita baja de la Tierra. La entrada de empresas privadas en este sector está siendo positiva. Basta observar los avances de empresas como SpaceX o Blue Origin y su empeño en fabricar cohetes reutilizables…