Plagas de insectos que se benefician de la sequía y el calor

La falta de precipitaciones y la sequía histórica que se está viviendo en España van a causar un incremento de las plagas de algunas especies durante este año. Especialmente aquellos insectos que dependen de temperaturas ambiente suaves para su ciclo vital.

«Se está viendo un repunte en todas las plagas a causa del cambio climático. En particular en aquellos organismos que no son capaces de regular su temperatura por sí mismos. Un ejemplo claro son los artrópodos, que dependen de la temperatura del medio para reproducirse». Así apunta a ElTiempo.es Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).

Este tipo de insectos, al no disponer de sistema de regulación térmica, eclosionan con temperaturas suaves y altas. Estos factores se han dado durante los meses de marzo y abril. Despunta entre los dos abril, cuando, durante las últimas semanas del mes, se han registrado datos muy por encima de la media para estas fechas. 

Plagas de insectos más molestos: mosquitos y pulgones 

Dentro de los artrópodos, la especie que más repunte ha tenido es la de los mosquitos. «Además, tenemos que tener en cuenta que hay un problema con especies invasoras. Estas pueden implicar un grave riesgo sanitario porque son vectores de enfermedades muy graves como el dengue», detalla Galván. 

En Sevilla, por ejemplo, ya han ocurrido varios episodios de plagas de mosquitos y de pulgones. Estos episodios son más comunes en verano, sin embargo, en 2023 ya se han dado en abril.

Los pulgones se suelen observar en forma de nubes de insectos en determinadas zonas de las ciudades. No obstante, a diferencia de los mosquitos, este tipo de artrópodo es inofensivo para las personas. Las principales damnificadas por este insecto son las plantas.

Tal es el volumen de insectos que hay en la actualizada en algunos puntos de España que en áreas como Cádiz han obligado a cancelar algunas actividades como partidos de fútbol.

Medidas para evitar los insectos y sus picaduras

Las medidas más comunes son bien conocidas entre la población. Utilización de repelentes, instalación de mosquiteras y protección adecuada (especialmente en la población más vulnerable). El objetivo es evitar al máximo las picaduras. Si esto no se puede evitar, hay que intentar minimizar los riesgos derivados de las picaduras.

Varios ayuntamientos de nuestro territorio se han visto obligados a poner en marcha medidas de prevención y control de plagas de insectos. Por ejemplo, en Torremolinos (Málaga) se ha iniciado una campaña de tratamiento biológico para el control de plagas en varios parques de la ciudad, calles y avenidas.

El objetivo de esta campaña es combatir de forma biológica plagas como psila, trips y cochinilla mediante organismos vivos.

«Perseguimos obtener una mayor presencia del depredador en los momentos críticos, originando una potenciación de la lucha natural, anticipando el incremento de las poblaciones del depredador. Seguramente, se obtendrían de forma espontánea, aunque con un cierto retardo, logrando mantener las plagas en umbrales poco nocivos para el arbolado», explican desde el ayuntamiento.