¿Qué hacer en la isla de Tabarca? La única isla habitada de la Comunidad Valenciana

A unos kilómetros de la costa de la localidad alicantina de Santa Pola, se extiende la pequeña isla de Tabarca. Un lugar con una gran historia y una belleza sobrecogedora, que posee el honor de ser la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.

Además, Tabarca también fue la primera reserva marina constituida en España. Y es que, sus aguas regalan una riqueza de flora y fauna difícil de igualar en el Mediterráneo.

Para todos aquellos viajeros que vayan a pasar unos días por tierras alicantinas, Tabarca debe ser una parada obligatoria.

Cómo llegar a Tabarca

Salvo que se cuente con una embarcación privada, la única manera de llegar a Tabarca es tomando alguno de los barcos de transporte de mercancías y pasajeros que unen a la isla con Alicante y Santa Pola.

Partiendo del puerto de Santa Pola el trayecto – que se realiza en pequeñas lanchas rápidas – no pasa de los 25 minutos y el billete de ida y vuelta cuesta entre 10 y 15 €, según la compañía que se elija.

Desde Alicante, el viaje tiene lugar en barcos más grandes. Lleva unos 45 minutos y el precio del billete de ida y vuelta es de 21 €.

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Un poco de historia de Tabarca

El pueblo de Tabarca fue, en realidad, bautizado como Nueva Tabarka y posee una interesantísima historia. Aunque en la isla se han encontrado restos del paso de romanos y griegos, ésta no sería habitada de forma permanente hasta la segunda mitad del siglo XVIII.

Los primeros tabarquinos fueron italianos. Y es que, esas gentes habitaban una isla cercana a las costas de Túnez, llamada Tabarka. Allí vivían bajo el protectorado de la República de Génova, pero eso cambió cuando los tunecinos conquistaron la isla y esclavizaron a todos sus habitantes.

El rey español, Carlos III, organizó el rescate de aquellas gentes y las trasladó a la actual Tabarca alicantina. Fue así como nació el pueblo actual y sus fortificaciones. Esta es la razón por la que todos los que tienen raíces tabarquinas poseen apellidos italianos.

Las mejores cosas que ver y hacer en Tabarca

Teniendo en cuenta que se trata de una isla que mide tan sólo 1.800 metros de largo y 400 metros en su parte más ancha, resulta casi imposible creer que haya tantas cosas que hacer en Tabarca. Estas son algunas de las imprescindibles.

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Disfrutar del sol en sus playas

Tabarca esconde varias calas y playas donde tumbarse a disfrutar del privilegiado clima de la zona. La playa más frecuentada por los visitantes es la que se halla justo al otro lado del puerto. Es de arena y presume de ser la más grande de la isla.

Sin embargo, aquellos que prefieran calas de aspecto más salvaje y menos frecuentadas, sólo tendrán que seguir los senderos que horadan Tabarca y elegir la que más les apetezca.

Bucear en sus aguas

Aunque la superficie de Tabarca ofrece varios tesoros, son sus aguas las que esconden un mundo completamente maravilloso.

Entre masivas y frondosas praderas de posidonia oceánica, nadan meros, doradas, sarpas, lenguados, pargos o mabres. Además, entre las rocas se esconden las vilipendiadas morenas, que no dejan de ser unos peces asombrosos.

Ponerse gafas, tubos y aletas y sumergirse en las aguas de esa reserva marina es abrirse a un nuevo mundo de paz, colorido y vida. Merece la pena, también, alejarse un poco de la costa tabarquina y explorar los islotes de alrededor.

Probar su gastronomía

Otra de las razones por las que tanta gente visita Tabarca es su gastronomía. En la isla hay más de una decena de restaurantes especializados en arroces, mariscos y pescados frescos.

Sin embargo, el plato estrella es el caldero marinero de Tabarca, que combina arroz con pescado (normalmente, gallina) y distintas verduras.

Recorrer el pueblo de Nueva Tabarca

Las calles de Nueva Tabarca emanan romanticismo por todos sus costados. A ellas se asoman pequeñas casas de una o dos plantas, de fachadas encaladas y dinteles y marcos de ventanas de color azul. En ellas se respira la serena brisa marina.

Cabe destacar la iglesia de San Pedro y San Pablo, un magnífico templo levantado en 1770 y que se ha convertido en icono de la isla.

Hacer senderismo

A pesar del pequeño tamaño de la isla, Tabarca posee unos buenos senderos naturales, que incluyen algún punto de observación de aves y permite explorar lugares tan interesantes como la Torre de San José, una formidable fortificación que cuenta con más de dos siglos de historia.

Cuándo es la mejor época para visitar Tabarca

Aunque la gran mayoría de viajeros visitan Tabarca durante los meses de verano – julio y agosto -, lo cierto es que no es esa la mejor época para hacerlo.

Durante esos meses, la isla está completamente masificada y es complicado encontrar sitio en las playas, calas, hostales y restaurantes de Tabarca.

La mejor época para visitar Tabarca se extiende a la segunda quincena de mayo, junio, septiembre y la primera quincena de octubre. Y mejor esquivar los fines de semana. Al elegir esas fechas, la isla mostrará una cara mucho más tranquila y auténtica.

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Cuánto tiempo se necesita para visitar Tabarca

Aunque es cierto que la mayoría de viajeros son turistas de un día, para poder vivir Tabarca en profundidad es recomendable quedarse en ella, al menos, una noche. Al hacerlo, se puede disfrutar de la tranquilidad en la que se sume la isla tras zarpar el último barco con turistas. Además, los atardeceres son de ensueño.