Todo sobre la Dehesa de Extremadura: un jardín del Edén en España

¿Cuáles son los mayores atractivos de la dehesa de Extremadura? Destapamos los motivos por los que la llaman el Jardín del Edén español

David Escribano

David Escribano

La dehesa de Extremadura es la prueba viviente de que no todas las intervenciones del hombre en la naturaleza son negativas.

Este jardín del Edén español ha existido durante siglos y se ha convertido en el símbolo paisajístico de Extremadura, una región que esconde un sinfín de atractivos para los viajeros.

Recorrer las dehesas extremeñas – que ocupan el 35% de la región – no significa tan sólo un festín para los sentidos, sino que también abre la puerta a una cultura y una forma de vivir ancestral, que aún sigue practicándose en nuestros días.

Qué son las dehesas y cómo se crearon

Dehesa de Extremadura
Fuente imagen: Pixabay

Aunque la dehesa de Extremadura es la que posee mayor fama en España, este tipo de paraje se extiende por otras regiones de nuestro país, como Andalucía, Castilla y León, Castilla La Mancha y Madrid.

Pero, ¿cómo se formaron las primeras dehesas? La palabra dehesa deriva, etimológicamente hablando, del término “defesa”, que en latín significa “defensa”.

Y es que, las modificaciones del terreno que dieron lugar a las primeras dehesas fueron realizadas, allá por el siglo XIII, por ganaderos que vallaron y acotaron sus pastos para protegerlos de los animales que conducían los pastores trashumantes.

Hoy en día, hay más de 3 millones de hectáreas de dehesa en España (de las cuales, 2,2 millones se encuentran en Extremadura), superando a las extensiones de terreno dedicado a otros cultivos populares en nuestro país, como el olivo o la vid. Tan sólo Portugal, con 1,4 millones de hectáreas, puede proponer una proporción parecida.

Qué tipo de flora hay en la dehesa de Extremadura

Flora en la dehesa extremeña
Fuente imagen: Pixabay

La dehesa de Extremadura supone uno de los ecosistemas mejor conservados de Europa. No en vano, la región extremeña posee cerca de un millón de hectáreas de bosque.

El caso de la dehesa es peculiar, porque en ella existen especies de árboles que han sido plantados por el hombre para fomentar la cría de un tipo específico de ganado. Sin embargo, muchos ejemplares son casi milenarios, refiriéndonos a un proceso que ha creado un paisaje específico y bello a lo largo de la historia.

En estas tierras extremeñas predominan los bosques de baja densidad, poblados por encinas, alcornoques, quejigos y robles, sin olvidar la vegetación típica del sotobosque, con esos matorrales de jara, retama, tomillo y romero.

Combinados, forman un conjunto de aromas y colores que produce un efecto relajante y magnético en todo aquel que se adentra en sus dominios.

Qué tipo de fauna hay en la dehesa de Extremadura

aves en la dehesa extremeña
Fuente imagen: Pixabay

Cuando a la dehesa extremeña se le da el apelativo de “Jardín del Edén” no es sólo por su bella estampa paisajística, sino también por la variedad de fauna que en ella se encuentra.

La mayor parte de esta fauna está protagonizada por animales criados por los ganaderos de la zona. Así, en la dehesa habitan más de 1 millón de cerdos ibéricos – tanto de bellota como de campo -, ovejas, cabras, vacas retintas, toros bravos y un buen número de caballos (más de 60% de las cerca de 800 ganaderías de caballos de pura raza español están establecidas en las dehesas).

Pero no sólo las especies ganaderas disfrutan de una vida placentera en estos jardines privados.

Por aquí también es habitual ver corretear a jabalíes, ciervos, lirones, nutrias, ginetas y algún que otro gato montés extraviado.

En cuanto a los cielos de la dehesa, se hallan surcados por decenas de especies de aves, entre las que destacan el águila real – la mayor y más poderosa de las águilas ibéricas -, el águila imperial, la abubilla o la paloma torcaz.

Es un auténtico paraíso para los ornitólogos, encontrando también tórtolas comunes, mirlos, zorzales, carboneros, grullas y muchas otras interesantes especies.

Pueblos bonitos en la dehesa de Extremadura

cerdos ibéricos en la dehesa de Extremadura
Fuente imagen: Pixabay

Aunque el atractivo principal de la dehesa de Extremadura reside en sus paisajes, también encontramos pueblos monumentales en la zona.

Es el caso de Trujillo, cuna de conquistadores y exploradores, como Francisco Pizarro. Su aspecto medieval no deja a nadie indiferente.

Otros lugares que merecen la pena ser visitados son Llerena, con su plaza mayor de estilo mudéjar y sus numerosas iglesias; Zafra, con un profundo toque andaluz que le ha valido el apelativo de la “Sevilla chica”; Cuacos de Yuste, que toma su nombre del famoso monasterio al que se retiró el emperador Carlos I (y V de Alemania); y Hervás, con su impresionante e histórico barrio judío.

Qué hacer en la dehesa de Extremadura

Atardecer en la dehesa de Extremadura
Fuente imagne: Pixabay

Son numerosas las actividades que se pueden realizar para sacar el máximo partido de la dehesa extremeña.

Para recorrer parte de su extensión y perderse por esos paisajes se pueden escoger distintas alternativas, siendo el senderismo y el paseo a caballo las más extendidas.

Sin embargo, hay otras dos maneras más excitantes y aventureras de conocer estos parajes: en un vehículo 4×4 o, mejor aún, en buggy.

En ambos casos podremos llegar a lugares más recónditos y menos explorados. Además, el buggy le da ese aliciente de emoción y aventura que convierte la experiencia en algo memorable.

La observación de aves es otra de las actividades más comunes, siendo uno de los principales destinos ornitológicos en España.

Sin embargo, también hay que acudir a la dehesa de Extremadura a disfrutar de su magnífica gastronomía.

En este campo, nadie puede disputar el cetro al espectacular jamón que se obtiene de los cerdos ibéricos que habitan el territorio. Un manjar que tiene su propia denominación de origen. Pero también hay otros embutidos, quesos y carnes que hacen de la mesa de la dehesa una de la que nadie se quiere levantar.