Los mejores transportes sostenibles para tu tiempo libre
Durante el ocio también podemos tener buenos hábitos ambientales. Estos son los 7 mejores transportes sostenibles para tu tiempo libre.
María José Montesinos
Durante los momentos de descanso y diversión también se pueden mantener unos buenos hábitos ambientales. Para aquellos a los que les gusta aprovechar el fin de semana para viajar y poner tierra de por medio, estos son los mejores transportes sostenibles para tu tiempo libre.
El tren gana en sostenibilidad
En España, el transporte supone el 29% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Bien es sabido que estos son los causantes del cambio climático. Así lo reflejan las estadísticas del Ministerio para la Transición Ecológica, que muestran como la realidad española es muy parecida a la del resto de la Unión Europea, donde los GEI significan el 30% del total de las emisiones.
De todos esos gases, el 72% proceden del tráfico rodado. A gran distancia, se sitúa el transporte aéreo. También con grandes emisiones, pero mucho menos usado que suponen el 14%. Mientras, la contribución del tren a los gases de efecto invernadero es tan solo del 0,5%.
Un kilómetro de viaje en avión produce nueve veces más emisiones por pasajero que el ferrocarril.
El ferrocarril no consume combustibles fósiles y su sostenibilidad aumenta si la electricidad que utiliza llega de fuentes renovables.
Si hacemos caso a la Agencia Europa de Medio Ambiente (AEMA), un kilómetro de viaje en avión produce nueve veces más emisiones por pasajero que ese mismo trayecto en tren. Teniendo en cuenta datos como este, Francia ha apostado por el ferrocarril como una de las medias contra el cambio climático. Así, el Parlamento francés aprobó una ley en abril de 2021 en el que se prohibían los vuelos para trayectos que pudieran hacerse en dos horas y media por tren.
Si lo comparamos con los coches, una vía de ferrocarril ocupa menos espacio que una carretera de dos carriles. Por lo tanto, su impacto ambiental sobre el territorio es también menor. Otra de las razones que lo colocan entre los mejores ejemplos de transportes sostenibles.
El transporte colectivo, ejemplo eficiente
La sostenibilidad se fundamenta en usar los recursos de la manera más eficiente. El objetivo es consumir menos materias primas y reducir al máximo la contaminación. El transporte público colectivo es el que mejor cumple esta meta ya que, al desplazar a más pasajeros en cada recorrido, optimiza el uso de la energía utilizada para su desplazamiento.
Igualmente, un sólo autobús, con sus (aproximadamente) cincuenta pasajeros, evita tanto el viaje como el espacio de aparcamiento de entre doce y quince coches. En ciudad, usar el bus urbano, el tranvía o el metro ligero ayudarán a la calidad del aire y evitarán a los ciudadanos perder tiempo en atascos o buscando parking.
Usar el bus, el tranvía o el metro ligero mejora la calidad del aire y reduce emisiones.
Según datos del Ministerio de Transporte, las emisiones del CO2 de un autobús interurbano son de 38,23 gramos por pasajero y kilómetro. En en el caso de un tren de cercanías, esta cifra es de de 46,89 gramos. Para un ferrocarril son 37,11. Sin embargo, en el caso de los coches alcanzan los 126 gramos por pasajero y kilómetro.
La bicicleta
Las comparaciones a veces sí son buenas. Sobre todo en el ámbito de la sostenibilidad y de emisiones de gases de efecto invernadero.
Cada vez que un automóvil recorre un kilómetro emite 141 gramos de CO2, o dióxido de carbono. En cambio, si durante tus vacaciones usas la bicicleta para tus desplazamientos, sólo en una semana (y una media de 20 kilómetros diarios) habrás ahorrado 25 kilos de CO2 a la atmósfera.
Esos 25 kilos de CO2 es la cantidad que eliminan 3 árboles, pero debe tratarse de ejemplares maduros, de unos 30 años, para que puedan ofrecer tanto rendimiento. Con nuestras pedaladas reforzamos la aportación de los transportes sostenibles les ayudaremos en su labor de descarbonización.
La bici no solo elimina las emisiones sino que reduce la contaminación acústica.
Las bicicletas no solo tienen una huella de carbono igual a cero, ya que no emiten gases ni usan combustibles fósiles como los coches o las motos. Además, al contrario que estos, son silenciosas y no provocan contaminación acústica. Para largos recorridos, las bicicletas eléctricas son una gran ayuda.
Caminar, movilidad con huella de carbono cero
Recordando una frase de nuestras abuelas, el transporte más sostenible es el “coche de San Fernando: un ratito a pie y otro andando”. En efecto, caminar es una forma de desplazarse que elimina por completo las emisiones contaminantes, además de resultar de lo más recomendable para nuestra salud. El ejemplo más sano entre todos los transportes sostenibles.
La huella de carbono de caminar es la menor entre todos los transportes sostenibles.
Ni siquiera tiene la huella ambiental de otros medios de transporte ecológicos, como la bici o el patinete, cuya fabricación siempre produce un cierto impacto ambiental. Para caminar sólo necesitamos nuestras piernas y un calzado cómodo.
El trekking, el senderismo y el nordic walking, o marcha nórdica, son buenas opciones de ocio activo. Perfectas además para disfrutar de los paisajes por los que discurre nuestro itinerario.
También en las ciudades podemos planificar nuestras salidas para ver si podemos desplazarnos a pie de un punto a otro. El fin de semana o las vacaciones, sin las obligaciones de un horario que cumplir, nos permitirán dedicar tiempo a un buen paseo.
El vehículo eléctrico
El uso del coche privado representa un 23% de nuestras emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero). Se trata de una estadística que refleja los gases emitidos por vehículos gasolina o diésel. Al prescindir de estos motores de combustión, el coche eléctrico evita la emisión de toneladas de gases de efecto invernadero, lo que lo coloca entre los principales transportes sostenibles.
El automóvil de gasolina es el más contaminante, con 208,3 gramos de CO2 por kilómetro. Por su parte, el coche eléctrico reduce ese impacto a menos de la mitad con la emisión de 92,4 gramos de CO2 por kilómetro. No obstante, hay que tener en cuenta que su sostenibilidad depende de la procedencia de la electricidad: mucho mayor si su origen son fuentes renovables.
Existen aplicaciones móviles para consultar los puntos de recarga eléctricos durante nuestro viaje.
La todavía baja disponibilidad de puntos de recarga es uno de los lastres que están frenando el desarrollo del coche eléctrico. Existen aplicaciones móviles que permiten consultar el mapa de electrolineras en Europa para poder planificar tu viaje.
Coche compartido, una buena opción entre los transportes sostenibles
Un coche con un sólo pasajero es uno de los modos de desplazamiento menos eficientes que existen. Compartir viaje con personas que realizan tu mismo recorrido, o para ir a trabajar, reduce emisiones y contribuye a la sostenibilidad.
Existen numerosas aplicaciones que puedes descargar en tu móvil para compartir coche. Igualmente, cada día crece el número de empresas que ofrecen servicios de carsharing, con los que encontrar compañeros de viaje y repartirse el precio del combustible. Practicar un estilo de conducción eficiente también hará que tu viaje sea más sostenible.
Burro
No, no es una broma. El burrotrekking es una modalidad para recorridos al aire libre que puede disfrutarse en diversos espacios naturales en España. Hasta ahora el turismo a cuatro patas nos hacía pensar en los viajes a caballo, y ahora estos pequeños parientes suyos se han sumado a la oferta de ocio.
Los burros son unos buenos compañeros de viaje para transportar materiales de acampada y otros pertrechos durante travesías de montaña o recorridos senderistas. Poder estar cerca de estos animales e incluso participar en su cuidado puede ser también una buena educación ambiental para los niños de la familia.
Algunas empresas de burrotrekking ofrecen formación previa a la actividad para saber cómo dirigir y cuidar a estos entrañables cuadrúpedos. Sin embargo, siempre será mejor aquellas que incluyen el acompañamiento de un guía experto, para asegurar que esté bien atendido y garantizar el bienestar del animal.