A las afueras, camino del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, se observan los restos de la Puerta de la Fuerza, de donde parte una calzada romana que desemboca en el puente romano de Talcano. Sobre el cañón del Duratón y a la vista de la iglesia románica de la Virgen de la Peña, vigila tanto el pueblo como el paisaje; se diría que protege intra y extramuros.
En ella se sitúa la leyenda del desafío cuerpo a cuerpo entre el conde Fernán González y el alcaide moro.
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A las afueras, camino del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, se observan los restos de la Puerta de la Fuerza, de donde parte una calzada romana que desemboca en el puente romano de Talcano. Sobre el cañón del Duratón y a la vista de la iglesia románica de la Virgen de la Peña, vigila tanto el pueblo como el paisaje; se diría que protege intra y extramuros.
En ella se sitúa la leyenda del desafío cuerpo a cuerpo entre el conde Fernán González y el alcaide moro.